El coro de los magistrados

Tienen que estar haci¨¦ndolo tan bien en Venezuela que, entre 2004 y 2013, ninguna de las 45.474 sentencias que las salas Pol¨ªtico-Administrativa, Electoral y Constitucional del Tribunal Supremo han fallado en contra de los Gobiernos chavistas. El abogado Antonio Canova ha revisado, junto a otros colegas, esa larga pila de resoluciones jur¨ªdicas del alto tribunal. Han quedado impactados: las tres salas que tienen como cometido controlar los actos de Gobierno no le han puesto nunca ni la menor pega, ni cuando estaba Hugo Ch¨¢vez al frente, ni ahora que manda Nicol¨¢s Maduro.

Para cuantos se afanan en criticar lo que ha pasado en el pa¨ªs latinoamericano desde que se impuso la revoluci¨®n bolivariana, ah¨ª tienen la palmaria demostraci¨®n de que la ejecutoria de sus l¨ªderes ha sido impecable y que por tanto deber¨ªan dejar de lado tanta monserga. ?Ni una sola sentencia en contra! Todas a favor. Es para quitarse el sombrero. Pero no es eso lo que han hecho los responsables de la investigaci¨®n. Canova considera, m¨¢s bien, que ¡°esto no es un tribunal, es una farsa¡±.

Las sentencias circulan ya de manera clandestina por Venezuela reunidas en un libro que Canova y los suyos han titulado El TSJ al servicio de la revoluci¨®n. Lo que los autores demuestran en sus p¨¢ginas es que la justicia opera en aquel pa¨ªs de una manera harto singular.

M¨¢s que ser la instancia que, seg¨²n la cl¨¢sica divisi¨®n de poderes, deber¨ªa estar vigilando escrupulosamente la legalidad de las medidas del Ejecutivo, lo que hace es respaldarlas en cuanto son cuestionadas. No vela por la seguridad jur¨ªdica de los ciudadanos, se ocupa m¨¢s bien de acompa?ar al Gobierno y poner la r¨²brica legal a cada una de sus iniciativas.

Es tal el fervor con el que aplauden a sus m¨¢ximos l¨ªderes que, en una de las sesiones del Tribunal Supremo de 2006, los magistrados se lanzaron a corear el c¨¢ntico ¡°Uh, ah, Ch¨¢vez no se va¡± en cuanto supieron que el comandante en jefe estaba all¨ª presente. No solo firman sentencias favorables, es que incluso le sirven de coro al poder. En esta ¨¦poca en que les llueven descalificaciones a las instituciones democr¨¢ticas, quiz¨¢ haya quien tome nota de esta invenci¨®n revolucionaria: un Poder Judicial que, m¨¢s que independiente, sea entusiasta y cantar¨ªn.