Los Obama reflexionan sobre la discriminaci¨®n racial

La primera familia de Estados Unidos habla de su experiencia con el racismo, en un momento especialmente delicado por las movilizaciones que se viven desde hace semanas por todo el pa¨ªs a ra¨ªz de dos casos de brutalidad policial en los que los agentes fueron exculpados. Barack y Michelle Obama saben que est¨¢n en una burbuja, protegidos por una tropa de agentes del Servicio Secreto. Pero rechazan estar aislados y recuerdan en una entrevista con la revista People c¨®mo vivieron su color antes de ocupar la Casa Blanca.

Barack Obama anda con pies de plomo cuando se trata de abordar la cuesti¨®n de la discriminaci¨®n y los estereotipos raciales, pese a que cuando se present¨® por primera vez al mundo lo hizo con un poderoso discurso contra la distinci¨®n entre razas. ¡°No hay una Am¨¦rica blanca, no hay una Am¨¦rica negra, ni latina ni asi¨¢tica. Solo hay unos Estados Unidos de Am¨¦rica¡±, dijo el entonces senador de Illinois ante la convenci¨®n que celebr¨® el partido dem¨®crata en el verano de 2004, dos a?os antes de postularse a la presidencia.

El problema lo aborda m¨¢s desde la perspectiva personal que pol¨ªtica. En la conversaci¨®n con People recuerda un caso muy concreto, cuando el ahora presidente de la mayor potencia del mundo fue confundido en una cena de etiqueta con un criado y uno de los invitados le pidi¨® que le trajera un caf¨¦. Es algo que ya cont¨® en otra ocasi¨®n. Michelle se?ala que ¡°la gente tiende a olvidar¡± que hace seis a?os Barack ¡°era un hombre negro que viv¨ªa en el sur de Chicago¡± y ten¨ªa ¡°problemas para como coger un taxi¡±.

El enfrentamiento con los estereotipos raciales de los Obama no queda tan lejos. Admiten que sus problemas son menores cuando se compara con la experiencia de otras generaciones. ¡°Una cosa es ser confundido en una gala con un camarero y otra muy distinta es que a tu hijo lo confundan con un ladr¨®n y sea esposado, o algo peor, si resulta que iba paseando por la calle porque iba vestido como van vestidos los adolescentes¡±, comenta Obama.

El grueso de la entrevista de los Obama se publicar¨¢ en el n¨²mero de People que llegar¨¢ este viernes a los quioscos, pero la publicaci¨®n ya ha colgado una anticipo del reportaje en su p¨¢gina web. La primera dama estadounidense recuerda otro episodio en una vista a un local de una cadena de hipermercados, hace tres a?os cuando ya era inquilina de la Casa Blanca. ¡°La ¨²nica persona que se me acerc¨® fue una mujer que me pidi¨® que le ayudara a coger algo que estaba en una estanter¨ªa¡±, comenta. Eso fue a las afueras de Washington. ¡°Estas cosas pasan en la vida diaria (de los afroamericanos). No es nada nuevo¡±, se?ala en una conversaci¨®n que se desarrolla durante media hora. A lo que a?ade Barack Obama: ¡°No hay un negro de mi edad que no haya salido de un restaurante y mientras espera que le traigan su coche, alguien no le de sus llaves¡±. Es algo que tambi¨¦n le pas¨® alguna vez, aunque a continuaci¨®n reconoce que las cosas han ido a mejor para la comunidad negra. Aunque insiste en que hay que hacer m¨¢s.

Los Obama tratan de esta manera de identificarse en primera persona con la discriminaci¨®n racial que vive la comunidad negra de EE UU, incluso cuando llegan a lo m¨¢s alto de la sociedad y se formaron por las mejores universidades del pa¨ªs, como es el caso de ambos. Tambi¨¦n aprovechan la entrevista para retar a todo el pa¨ªs a que de un paso adelante y supere este reto de la discriminaci¨®n basada en el color de la piel. ¡°Es un hecho que hay un problema sist¨¦mico¡±, concluye el presidente

Barack Obama aplaudi¨® a los deportistas y celebridades que, como LeBron James, la gran estrella de la liga profesional de baloncesto, se est¨¢n movilizando contra la brutalidad policial. Hasta el punto de comparar el gesto que hizo el de los Cleveland Cavaliers con el papel que desempe?aron en el pasado figuras como Muhammad Ali, Arthur Ashe y Bill Russell: ¡°Me gustar¨ªa ver a m¨¢s atletas haciendo lo mismo, pero no solo con esta cuesti¨®n de la discriminaci¨®n racial, sino en otras m¨¢s¡±.