Extorsi¨®n y concesi¨®n

Corea del Norte es el perfecto ejemplo de por qu¨¦ la comunidad internacional debe poner todos los medios a su alcance para evitar la proliferaci¨®n nuclear. Y tambi¨¦n de c¨®mo una dictadura comunista hereditaria con toques sobrenaturales ¡ªy dotada de cabezas nucleares¡ª es capaz de generar una crisis de proporciones internacionales a partir del capricho de su l¨ªder.

A Kim Jong Un, a quien los norcoreanos est¨¢n obligados a llamar Brillante Camaraday que por ley no pueden llevar su mismo corte de pelo, no le ha gustado que la estadounidense Sony Pictures haya producido una comedia, La entrevista, que gira en torno al argumento de un compl¨® para matarle precisamente a ¨¦l. Kim, como su padre ¡ªel fallecido Querido L¨ªder¡ª, es un consumidor compulsivo de pel¨ªculas y series estadounidenses, en las que uno de los argumentos recurrentes es precisamente las conspiraciones para asesinar al presidente de EE?UU. Pero cuando le ha tocado a ¨¦l la cosa ha cambiado.

Durante tres semanas, Sony Pictures ha sufrido uno de los ataques inform¨¢ticos m¨¢s demoledores de los que existe registro contra una empresa privada. Se ha centrado en la destrucci¨®n de software y el robo de datos, incluyendo pel¨ªculas sin estrenar y correos electr¨®nicos personales de actores, productores y directores. Las p¨¦rdidas potenciales son millonarias. El Consejo de Seguridad Nacional de EE?UU ha ofrecido su apoyo a la empresa y fuentes de inteligencia afirman que el r¨¦gimen de Pyongyang est¨¢ ¡°directamente implicado¡±.

En paralelo, un grupo llamado Guardianes de la Paz ha amenazado a las salas distribuidoras y al p¨²blico que acuda a ver la pel¨ªcula con frases como: ¡°El mundo temblar¨¢¡±. El lamentable resultado es que Sony ha cancelado el estreno de La entrevista.

Por razones de equilibrios globales y concesiones a Pek¨ªn se han permitido durante demasiado tiempo las baladronadas de los sucesivos dictadores de Corea del Norte. Sus comportamientos extravagantes no hacen olvidar las grav¨ªsimas violaciones de los derechos humanos y las m¨¢s elementales normas de convivencia en las que han incurrido. Y todo, bajo la amenaza permanente del bot¨®n nuclear. La retirada de La entrevista no es una an¨¦cdota: es un peligros¨ªsimo precedente que pone a la comunidad internacional ante el dilema de elegir entre ceder al miedo o ejercer la libertad.