A por el gusano que abre la puerta al virus del sida
Matar a un par¨¢sito que ulcera la vagina se postula como estrategia contra el VIH en ?frica
Un gusano puede ser el enemigo n¨²mero 2 de la humanidad en su lucha contra la epidemia de VIH, solo por detr¨¢s del propio virus que ya ha matado a unos 40 millones de personas. El gusano, monstruoso al microscopio, es responsable de la enfermedad parasitaria m¨¢s letal en el planeta despu¨¦s de la malaria, la esquistosomiasis, que afecta a unos 250 millones de personas y mata a 200.000 cada a?o, la inmensa mayor¨ªa en las comunidades m¨¢s pobres de ?frica.
El bicho, liberado por caracoles, espera a sus v¨ªctimas en charcas, r¨ªos o lagos, donde ni?os, mujeres y hombres acuden a lavar la ropa, pescar, jugar o ba?arse. Tras atravesar su piel, las larvas se convierten en gusanos de uno o dos cent¨ªmetros que infestan sus vasos sangu¨ªneos. Unas semanas despu¨¦s, en una de las formas de la enfermedad, las hembras empiezan a poner miles de huevos, que en el caso de las mujeres se depositan en el ¨²tero y la vagina de ni?as y adultas, provocando una dolorosa inflamaci¨®n y un sangrado que presuntamente multiplican por cuatro su riesgo de infectarse por VIH.
Es una enfermedad asociada al estigma y a la depresi¨®n, de la que pocas pacientes quieren hablar. Es la enfermedad m¨¢s olvidada entre el sexo m¨¢s olvidado de las poblaciones m¨¢s olvidadas del continente m¨¢s olvidado. Es el olvido elevado a cuatro.
¡°Es como una peque?a regla, pero todo el tiempo¡±, explica el franc¨¦s Eric Comte, especialista en enfermedades tropicales olvidadas de M¨¦dicos Sin Fronteras. Comte ha asistido a muchas mujeres con esquistosomiasis y el virus del sida en pa¨ªses como Mozambique y Suazilandia. ¡°Es algo habitual, un gran problema, y hay que prestarle mucha m¨¢s atenci¨®n. Est¨¢ claro que existe un v¨ªnculo y hay que luchar m¨¢s contra la esquistosomiasis¡±, opina.
El pediatra estadounidense Peter Hotez lidera un creciente movimiento cient¨ªfico que promueve la desparasitaci¨®n masiva como m¨¦todo para reducir la transmisi¨®n del virus del sida en el ?frica subsahariana, donde est¨¢n 25 millones de los 35 millones de personas que viven con VIH en el mundo. ¡°Es la estrategia de prevenci¨®n del sida m¨¢s barata para ?frica¡±, opina. Seg¨²n sus c¨¢lculos, entre 20 y 150 millones de ni?as y mujeres africanas sufren esquistosomiasis urogenital, aparentemente una dolorosa alfombra roja para el virus.
Los datos parecen dar la raz¨®n a Hotez, presidente del Instituto de Vacunas Sabin, una entidad estadounidense sin ¨¢nimo de lucro que busca vacunas contra enfermedades olvidadas. Investigadores de la Universidad de Yale (EE UU) han calculado que una campa?a de administraci¨®n masiva de medicamentos contra el gusano en los ni?os de Zimbabue ahorrar¨ªa en una d¨¦cada hasta 100 millones de d¨®lares en costes sanitarios asociados al VIH. Ser¨ªa, aseguran, m¨¢s rentable que las campa?as de circuncisi¨®n masculina, una operaci¨®n que reduce un 60% el riesgo de transmisi¨®n del VIH y a la que se han sometido voluntariamente cientos de miles de africanos.
¡°El medicamento que se utilizar¨ªa, el praziquantel, est¨¢ siendo donado por Merck, as¨ª que la intervenci¨®n ser¨ªa pr¨¢cticamente sin coste, excepto los peque?os gastos de proporcion¨¢rselo a ni?as y mujeres una vez al a?o¡±, se?ala Hotez.
En 2013, unos 262 millones de personas requer¨ªan tratamiento preventivo contra la esquistosomiasis. Solo 35 millones, el 13%, lo recibieron
El praziquantel es el ¨²nico f¨¢rmaco disponible para tratar la esquistosomiasis. En 2007, la multinacional farmac¨¦utica y qu¨ªmica alemana Merck, con un beneficio neto de 1.200 millones de euros en 2013, inici¨® junto a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) un programa de donaci¨®n del medicamento. Desde entonces, la compa?¨ªa ha suministrado antiparasitario suficiente para tratar a 50 millones de personas, en su mayor¨ªa ni?os en edad escolar, en 17 pa¨ªses de ?frica.
Hace dos a?os, Merck se comprometi¨® a multiplicar por 10 las donaciones ¡°a medio plazo¡±. Sin embargo, hoy todav¨ªa existe un abismo entre los medios disponibles y las necesidades. La OMS calcula que en 2013 unos 262 millones de personas en 52 pa¨ªses, casi la mitad ni?os, requer¨ªan tratamiento preventivo contra la esquistosomiasis. Solo 35 millones, el 13%, lo recibieron.
Hotez alza la voz. Pide a las organizaciones comprometidas con la lucha contra el VIH en ?frica que adopten las campa?as masivas de desparasitaci¨®n para reducir las infecciones por el virus del sida. Son, enumera, entidades como el Plan de Emergencia del Presidente de EE UU para el Alivio del Sida (PEPFAR) y el Fondo Mundial de Lucha Contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, adem¨¢s de la organizaci¨®n ONE Campaign, que cuenta con fondos de la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates.
¡°Es un objetivo que he perseguido desde 2006 y con suerte pronto veremos algunos avances¡±, detalla Hotez. ¡°Desafortunadamente, estas organizaciones se han resistido en el pasado, pero a medida que se van conociendo m¨¢s datos cient¨ªficos espero que pronto adopten el control y la eliminaci¨®n de la esquistosomiasis genital femenina¡±, a?ade.
La falta de investigaci¨®n sobre el gusano es la culpable de las dudas para apoyar el tratamiento masivo. ¡°La evidencia cient¨ªfica apoya cada vez m¨¢s que el par¨¢sito Schistosoma haematobium es un factor de riesgo plausible para adquirir el VIH, debido tanto a sus efectos en el tracto genital de las mujeres como a la reducci¨®n de las defensas en hombres y mujeres¡±, apunta la epidemi¨®loga ugandesa Pamela Mbabazi, de la OMS.
En el terreno, muchas pistas apuntan a una relaci¨®n entre el par¨¢sito y el mayor riesgo de VIH. En Tanzania, la investigadora Jennifer Downs, del Colegio M¨¦dico Weill Cornell (EE UU), ha observado que las mujeres con el par¨¢sito Schistosoma haematobium tienen una probabilidad cuatro veces mayor de tener adem¨¢s VIH. En el caso de otra especie del gusano, la Schistosoma mansoni, es seis veces mayor. El gusano y el virus del sida parecen ir muchas veces de la mano, aunque esta asociaci¨®n no es tan obvia en otras partes de ?frica.
Sin embargo, demostrar que estas observaciones est¨¢n relacionadas es ¡°complejo¡±, en palabras de la epidemi¨®loga de la OMS, ya que requerir¨ªa comparar personas con y sin tratamiento en condiciones controladas. ¡°No ser¨ªa ¨¦tico y por lo tanto es imposible llevar a cabo estudios cient¨ªficos convencionales¡±, lamenta Mbabazi.
La OMS recomienda desde 1984 el tratamiento temprano de ni?os y adultos en riesgo en las zonas en las que vive el gusano, ya que el par¨¢sito, por s¨ª solo, puede da?ar los ¨®rganos y mata a 200.000 personas cada a?o en el ?frica subsahariana. En 2009, un grupo de trabajo informal de la OMS propuso dar un paso m¨¢s y proclam¨® ¡°la obligaci¨®n ¨¦tica¡± de gobiernos y organizaciones de ¡°integrar el tratamiento contra el Schistosoma y la prevenci¨®n del VIH¡±. Esta integraci¨®n generar¨ªa ¡°presumiblemente un efecto inmediato sobre la salud de millones de ni?as y j¨®venes mujeres¡±, seg¨²n estos expertos. Lo mismo defiende ahora Mbabazi.
La OMS apoya la integraci¨®n del tratamiento contra el gusano y la prevenci¨®n del VIH, sin dar una directriz clara
Pero la OMS todav¨ªa no ha dado una directriz determinante, seg¨²n subraya Ade Fakoya, uno de los coordinadores del Fondo Mundial de Lucha Contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. Su entidad moviliza m¨¢s de 3.200 millones de euros cada a?o para financiar actuaciones en 140 pa¨ªses. ¡°El Fondo Mundial no es una agencia normativa y se basa en las orientaciones de la OMS. Y actualmente no existe una orientaci¨®n global sobre el tratamiento masivo de la esquistosomiasis para la prevenci¨®n de la transmisi¨®n del VIH¡±, afirma Fakoya.
¡°Esto es cierto, pero se ha convertido en un argumento circular¡±, admite y lamenta Lester Chitsulo, coordinador de la lucha contra la esquistosomiasis en la OMS. Chitsulo recuerda que sus gu¨ªas de tratamiento de la enfermedad tienen como uno de sus objetivos ¡°la prevenci¨®n de las lesiones genitales que se consideran un factor de riesgo para la infecci¨®n por VIH¡±. Para este experto, deber¨ªa ser suficiente para promover la integraci¨®n de las luchas contra el virus y contra el gusano en algunas regiones de ?frica. Para las principales entidades de lucha contra el VIH, no basta y esperan m¨¢s evidencias cient¨ªficas u ¨®rdenes m¨¢s contundentes por parte de la OMS.
El tratamiento contra el gusano apenas cuesta 0,3 euros por persona. Peter Hotez recuerda que, en cualquier caso, la esquistosomiasis urogenital es ¡°una de las peores y m¨¢s habituales enfermedades ginecol¨®gicas en ?frica¡±. A las v¨ªctimas del gusano, posiblemente, no les importan las siglas de la organizaci¨®n que les lleve la pastilla que matar¨¢ a su verdugo microsc¨®pico.
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