Seis formas de salvar la ciencia
Espa?a se resiste a hacer reformas clave contra la escasa inversi¨®n en innovaci¨®n, la falta de cultura cient¨ªfica y la burocracia que atenaza a cient¨ªficos y empresas
La investigaci¨®n en Espa?a est¨¢ llena de paradojas. Los cient¨ªficos son algunos de los profesionales mejor valorados por la poblaci¨®n, pero casi la mitad de los espa?oles no sabe nombrar ni a uno. El pa¨ªs ha llegado a estar entre los 10 que m¨¢s ciencia producen, pero la inversi¨®n p¨²blica y privada en I+D+i no ha dejado de caer desde el comienzo de la crisis hasta quedar en el 1,24% del PIB, un nivel similar al de 2006 y cada vez m¨¢s lejos de la media de la UE. Mientras el ministro de Educaci¨®n, Ignacio Wert, dice que la fuga de cerebros est¨¢ sobredimensionada, y el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), el mayor organismo p¨²blico de I+D+i, asegura que es ¡°una leyenda urbana¡±, los datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica muestran que entre 2010 y 2012 se perdieron m¨¢s de 7.500 investigadores, y otros datos oficiales aseguran que la plantilla del CSIC ha bajado en 1.800 empleados en dos a?os y medio. Estos y otros problemas centraron el debate El apoyo a la investigaci¨®n en Espa?a, organizado por EL PA?S y patrocinado por Fundaci¨®n La Caixa. El presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo, invitado a este foro, declin¨® asistir.
Cultura
El problema de la I+D+i en Espa?a es que ¡°no se trata solo de dinero, sino de cultura¡±, opina el cardi¨®logo Valent¨ªn Fuster, director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). En su opini¨®n ¡°es fundamental motivar a la gente joven, darle oportunidades, tener la tecnolog¨ªa adecuada y fomentar la excelencia¡±. ¡°El talento que he visto en Espa?a no lo he visto en ning¨²n pa¨ªs¡±, destaca Fuster.
Uno de los retos que afronta el pa¨ªs es mantener parte de ese talento y hacerlo s¨ª es una cuesti¨®n de dinero, seg¨²n Carlos Buesa, director general de Oryzon. ¡°En este pa¨ªs nos ha faltado un compromiso pol¨ªtico transversal para blindar los presupuestos y no estar sujetos a los vaivenes pol¨ªticos¡±, resalta. ¡°La financiaci¨®n del sistema es excepcionalmente mala y por eso necesita una soluci¨®n excepcional, como se ha hecho en otros sectores¡±, considera Enric Banda, director del ¨¢rea de ciencia y medioambiente de la Fundaci¨®n La Caixa.Esta fundaci¨®n dedica 30 millones de euros al a?o a investigaci¨®n biom¨¦dica en las enfermedades m¨¢s prevalentes. Ante este y otros problemas, la estrategia del actual Gobierno pasa por ¡°estabilizar al alza los presupuestos¡±, asegura Carmen Vela, secretaria de Estado de I+D+i. ¡°Desde que empezaron a subir los presupuestos de ciencia en 2000 hemos seguido una evoluci¨®n en dientes de sierra¡±, se?ala Vela. Insuflar dinero en tiempos de bonanza y recortarlo en las crisis como ha hecho el actual Gobierno y el anterior es exactamente lo contrario que se deber¨ªa hacer para aumentar la productividad. Vela coincide en que lo que falta ahora es cre¨¦rselo. ¡°Yo ya he quitado de mis discursos lo de la sociedad basada en el conocimiento porque ya est¨¢ manido¡±, reconoce la secretaria de Estado, en referencia a una de las frases m¨¢s repetidas cuando se hablaba de crecimiento antes de la crisis.
La Agencia de Investigaci¨®n, para 2015
¡°Estamos trabajando para que la Agencia salga en 2015¡±, explica Carmen Vela, secretaria de Estado de I+D+i. Se refiere a la Agencia Estatal de Investigaci¨®n, un organismo llamado a mejorar y estabilizar la financiaci¨®n p¨²blica en este campo. ¡°El primer borrador que me encontr¨¦ era de 2005¡±, reconoce. El organismo estaba ideado para dar independencia y estabilidad a la gesti¨®n de los fondos de I+D+i m¨¢s all¨¢ de los vaivenes pol¨ªticos del momento. La agencia es una reclamaci¨®n hist¨®rica de la comunidad cient¨ªfica en Espa?a y est¨¢ recogida en la Ley de la Ciencia, aprobada con un gran consenso pol¨ªtico en junio de 2011. M¨¢s de tres a?os despu¨¦s el organismo sigue en el limbo. Su creaci¨®n inminente ha sido anunciada o dada por hecha varias veces por el Gobierno, pero el ministerio de Hacienda nunca le ha dado el obligatorio visto bueno. ¡°Por ahora tenemos dos informes de Hacienda que no son favorables, pero al menos tampoco desfavorables¡±, admite Vela. ¡°Espero que la agencia la podamos tener desde luego antes de que acabe la legislatura¡±, a?ade.
Por su parte, Enric Banda, de la Fundaci¨®n La Caixa, advierte que lo importante es ¡°qu¨¦ tipo de agencia tendremos finalmente¡±. ¡°No necesitamos una mera transformaci¨®n del Ministerio en agencia¡±, explica. ¡°El esp¨ªritu¡±, dice, es que la nueva entidad se parezca al Consejo Europeo de Investigaci¨®n, un organismo de la UE que goza de gran independencia y que cada a?o otorga becas y proyectos de I+D solo a los cient¨ªficos de mayor excelencia dentro y fuera de la UE. Una de sus principales ventajas es que su financiaci¨®n est¨¢ asegurada durante siete a?os, lo que da estabilidad a sus programas.
La falta de cultura cient¨ªfica contribuye a que los pol¨ªticos puedan mantener ese avance en picos de sierra sin muchos problemas. ¡°La sociedad no sabe nada de ciencia¡±, resalta Vela. Es un problema id¨¦ntico, dice, al que hay ¡°en el Parlamento, donde la ciencia solo sale en los debates como elemento arrojadizo y no por la importancia que pueda tener¡±, lamenta.
Muchos de los participantes destacan que el punto clave es proteger a los cerebros m¨¢s j¨®venes y mejor preparados: promocionar la excelencia. Aqu¨ª tambi¨¦n entra en juego la necesidad de generar vocaciones cient¨ªficas desde muy j¨®venes y en eso, dice Buesa, los medios de comunicaci¨®n no siempre ayudan, pues transmiten ¡°fatalismo¡± sobre la carrera cient¨ªfica.
Reformas
Otro de los grandes problemas es la rigidez y burocracia reinante en muchos centros p¨²blicos de investigaci¨®n y universidades. En Espa?a, estas ¨²ltimas contribuyen el 60% de todo el I+D+i del pa¨ªs, seg¨²n recuerda Vela. Pero ni las universidades ni los grandes centros p¨²blicos como el CSIC cuentan con la flexibilidad e independencia de operaci¨®n que tienen otros organismos como el CNIC de Fuster o el Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas (CNIO) que dirige Mar¨ªa Blasco. Y en su opini¨®n, ni siquiera estos centros de referencia tienen suficiente visibilidad y relevancia. ¡°En Espa?a los centros de mayor excelencia no tienen tanto apoyo como sus hom¨®logos alemanes, por ejemplo¡±, resalta Blasco.
Universidad
Una de las piezas del sistema donde m¨¢s se nota la falta de reformas son los campus espa?oles, a menudo criticados por su endogamia y su falta de renovaci¨®n. Buesa menciona que el departamento donde ley¨® la tesis y form¨® su primer grupo de investigaci¨®n en la Universidad de Barcelona est¨¢ en 2014 con unos niveles de financiaci¨®n iguales a los de 1996. Esto significa ¡°un profesorado que no se renueva y ninguna posibilidad para fichar a j¨®venes¡±, resalta.
Otro problema es la falta de competitividad internacional. En Espa?a, ¡°la excelencia no ha llegado a la universidad¡±, opina Banda. En otros pa¨ªses las universidades colaboran estrechamente con los centros de mayor excelencia. ¡°En Espa?a nos falta mezclar m¨¢s la investigaci¨®n con la educaci¨®n, en Alemania los centros Max Planck est¨¢n frecuentemente en los campus y en ellos reclutan a sus j¨®venes cient¨ªficos¡±, comenta M¨®nica Mart¨ªnez, presidenta de GMV.
Fuga de cerebros
Al contrario que Wert o Emilio Lora-Tamayo, Vela s¨ª reconoce que ¡°hay un problema¡± con la fuga de cerebros. ¡°Hay que tratar de definirlo porque no tenemos datos, espero que pronto podamos tenerlos, aunque estos a?os se han producido flujos migratorios que es muy complicado seguir¡±, comenta. Buesa llama al realismo y asegura que ning¨²n pa¨ªs, ni siquiera EE UU, puede dar cabida a todos sus j¨®venes doctores y es la empresa privada la que acaba contratando a muchos de ellos. ¡°Si todos los espa?oles que llevan tres, cinco, diez a?os en el extranjero como investigadores postdoctorales gan¨¢ndose la vida quieren volver a Espa?a para ser cient¨ªficos del CSIC o catedr¨¢ticos de universidad, tenemos un problema porque el pa¨ªs nunca tendr¨¢ esa capacidad, ni ahora ni dentro de 50 a?os¡±, resalta.
En los ¨²ltimos a?os la capacidad de absorci¨®n del sistema espa?ol ha sido casi nula. Para intentar corregirlo, Vela dijo que, aunque no est¨¦ ¡°sobre el papel¡± en los presupuestos para 2015, ese a?o se repondr¨¢ ¡°el 100%¡± de las plazas para investigadores que queden vacantes en el sistema p¨²blico de I+D+i. Hasta ahora, las restricciones impuestas por el Gobierno solo dejaban cubrir una de cada 10 plazas y, en 2015, la cifra sobre el papel es del 50%. Pero incluso esta medida no escrita solo permitir¨ªa ¡°quedarnos como estamos¡±, resalt¨® Banda.
Empresas innovadoras
La investigaci¨®n b¨¢sica cada vez despierta m¨¢s el inter¨¦s de las empresas en el campo de la biomedicina, explica Blasco. En su centro, dice, el grupo que hace investigaciones m¨¢s b¨¢sicas es tambi¨¦n el que tiene m¨¢s acuerdos con empresas. Estas compa?¨ªas, sobre todo farmac¨¦uticas, est¨¢n buscando ¡°l¨ªderes cient¨ªficos¡± en los mejores centros de I+D. El problema, resalta, es que ¡°todos los acuerdos que tenemos con farmac¨¦uticas son con empresas extranjeras¡±.
¡°En Espa?a s¨ª tenemos l¨ªderes mundiales en algunos sectores, aunque es cierto que no son muchos y que no se nos conoce¡±, opina Mart¨ªnez sobre su sector, el espacial. Aparte de las grandes compa?¨ªas, lo que faltan son firmas m¨¢s peque?as que tambi¨¦n puedan ser l¨ªderes, dice Buesa, que ha cerrado un acuerdo con una multinacional suiza para desarrollar un nuevo tratamiento contra el alzh¨¦imer.
En general, Espa?a sigue presentando un panorama de I+D+i empresarial copado por unas pocas grandes compa?¨ªas pero, a¨²n as¨ª, el sector privado contribuye poco m¨¢s de la mitad de todo el gasto en I+D+i, lejos de los pa¨ªses l¨ªderes. ¡°En Jap¨®n, las empresas aportan el 80% del gasto en I+D¡±, recuerda Vela. Tambi¨¦n es evidente la brecha con el entorno de la UE. Solo 21 empresas espa?olas est¨¢n entre las 1.000 firmas europeas que m¨¢s invirtieron en I+D en 2013.
Mecenazgo
Al analizar la situaci¨®n de otros pa¨ªses, llama la atenci¨®n la contribuci¨®n en I+D+i por parte de fundaciones y fil¨¢ntropos. La nueva ley de mecenazgo deber¨ªa haber despejado el camino en este campo, pero la norma est¨¢ a¨²n en proceso de ser aprobada. ¡°El borrador se comenz¨® a hacer a principios de legislatura; han salido algunas partes y otras siguen en estudio, pero es dif¨ªcil sacarla en las actuales circunstancias¡±, reconoce Vela. ¡°El sector filantr¨®pico est¨¢ creciendo, pero a¨²n supone menos del 1% de lo que se invierte en I+D mientras en Italia es el 3% y en Reino Unido, el 5%¡±, dice Banda.
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