La mafia del garraf¨®n
Un red de maleantes se dedicaba en Galicia a vender licor ilegal como si fueran destilados de alta calidad
Pitigrilli, seud¨®nimo de un elegante escritor con alma de humorista llamado Dino Segre, explicaba pacientemente que ¨¦l no beb¨ªa alcohol; inger¨ªa, eso s¨ª, vino, vodka, whisky y otros licores de gran calidad, pero nunca alcohol. La precisi¨®n estaba hecha a la defensiva, puesto que el t¨¦rmino alcohol est¨¢ pensado para denigrar al consumidor sofisticado de espirituosos. Pero la viscosa realidad ha desgarrado la precisi¨®n de Pitigrilli. Creemos saborear malt de 12 a?os, orujos de alta destilaci¨®n o co?acs con siglos de envejecimiento y en realidad tragamos met¨ªlico con anticongelante, botellas inyectadas en agua del grifo y licores rectificados en una ba?era en la que se remoj¨® el abuelo del destilador ilegal. La Brigada contra las Drogas y el Crimen Organizado ha detenido a 16 personas en Galicia y aleda?os de Portugal con 65.000 litros de alcohol ilegal encima, precintos falsos de Hacienda y 65 sacos de anticongelante para refinar con veneno el licor trucado. Conclusi¨®n: Al Capone y los irlandeses de Bugs Moran ten¨ªan m¨¢s miramiento con la salud de sus clientes.
Nuestros h¨ªgados navegan por un oc¨¦ano de toxicidad clandestina. La Operaci¨®n Cactus viene a demostrar que la tecnolog¨ªa del fraude progresa a mayor velocidad que las contramedidas de la ley, algo que es posible comprobar en otros ¨®rdenes de la econom¨ªa legal, paralegal e ilegal. La mafia del garraf¨®n, a quien podemos considerar desde ahora como competidora con la industria auxiliar del autom¨®vil, esgrim¨ªa otras razones contundentes: cuatro fusiles de asalto y 12 autom¨¢ticas aparecieron en el domicilio de uno de los detenidos. Por volver a los clasicos, los camiones de Capone y Moran iban menos protegidos que el circuito gallego de alcohol de quemar.
Que hacer?, se preguntar¨¢ el otro cl¨¢sico. Podr¨ªa crearse una Comisi¨®n Nacional del Mercado del Garraf¨®n (CNMG) adscrita al Ministerio de Sanidad, para garantizar que la proporci¨®n de met¨ªlico en botella no es suficiente para producir ceguera; obligar a los capos detenidos a beber chupitos de orujo corrupto hasta que vean la luz de la verdad; o dotar con m¨¢s medios a polic¨ªas y jueces para que empapelen a los capos durante lustros. A ver si cunde la tercera opci¨®n.
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