Comer insectos
?Por qu¨¦ escandaliza comerse un saltamontes y sin embargo masticamos tranquilamente un boquer¨®n?
El chef holand¨¦s Henk van Gurp tiene una variada serie de platillos que incluyen alg¨²n insecto entre sus ingredientes. Espaguetis con salsa de abejas, pastel relleno de ara?as, magdalenas de chocolate con gusanos. Los insectos, ya se sabe, son una fuente alternativa de prote¨ªnas que ser¨¢ un verdadero alivio en el futuro, cuando nos hayamos comido todos los peces, y todas las aves y los mam¨ªferos. Digamos que dos docenas de saltamontes, m¨¢s media de gusanos robustos, equivalen en t¨¦rminos prote¨ªnicos a cincuenta gramos de espaldilla de buey. Hay algunos insectos cuyos componentes incluyen ¨¢cidos grasos omega 3, los mismos que el salm¨®n.
?Qu¨¦ hacemos gastando dinero en lonchas de salm¨®n si en el jard¨ªn del vecino vuelan, se arrastran y escabullen insectos rebosantes de omega 3? Pero lo que hace el chef Van Gurp es aplicar insectos a platillos de toda la vida, como los espaguetis o las magdalenas. Matiza la experiencia de comerse una mosca, pero tambi¨¦n les escatima a sus comensales la experiencia frontal con el insecto. En algunos pueblos mexicanos se comen los saltamontes sin ning¨²n tipo de disfraz, de dos mordidas crujientes como si fueran boquerones. ?Por qu¨¦ escandaliza comerse un saltamontes y sin embargo masticamos tranquilamente un boquer¨®n? ?Ser¨¢ que consideramos que el saltamontes, por vivir en el jard¨ªn, es de los nuestros? En estos pueblos tambi¨¦n se comen hormigas vivas a las que hay que perseguir por el plato y, una vez capturadas, masticarlas a gran velocidad para que no escapen de la boca rumbo al cuello o las orejas. As¨ª como hay quien nos advierte en un restaurante: ¡°Tiene usted salsa en el bigote¡±; frente a un platillo de ¨¦stos no falta quien nos dice: ¡°Tienes una hormiga entre las cejas¡±.
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