C¨®mo leer m¨¢s en 2017
El artista Austin Kleon publica una tabla de consejos que toman la lectura como una especie de fitness mental
La cuesta de enero se suele enfilar con agujetas. La resaca del 1 de enero, el no-d¨ªa por antonomasia, esa jornada en la que mucha gente cena los bordes de la pizza que pidi¨® a domicilio a mediod¨ªa, abona la vid para ese sentimiento de culpa en el que florecen los grandes prop¨®sitos. Durante esta primera semana del a?o, en definitiva, se firman cheques que no se podr¨¢n pagar. Y una de esas promesas, que uno se formula mientras pierde el tiempo revisando con una mezcla de melancol¨ªa y verg¨¹enza las fotograf¨ªas de la fiesta de Nochevieja en las redes sociales, es la de leer m¨¢s.
En estas listas de prop¨®sitos, leer se sit¨²a (por una extra?a raz¨®n que quiz¨¢s anida en la culpa cat¨®lica) en la misma esfera que, por ejemplo, no beber (en los fines de semana habituales esa promesa dura lo que tarda en desaparecer la resaca f¨ªsica, pero en A?o nuevo se trata de una resaca metaf¨ªsica que no se cura con paracetamol). Tambi¨¦n asoman la cabeza otros prop¨®sitos como perder peso, correr una marat¨®n, dejar de fumar o ceder el asiento en el metro a nuestros mayores. Es decir, ser¨¦ bueno porque: a) comer¨¦ acelgas hasta marzo, b) tomar¨¦ agua con gas hasta en el cumple de mi mejor amigo, c) leer¨¦ unas cuantas novelitas.
Es m¨¢s, la lectura, una actividad que deber¨ªa ser un placer y no una obligaci¨®n, se aborda con la ret¨®rica del atletismo. Se hacen listas de g¨¦neros que se devorar¨¢n y a qu¨¦ velocidad se engullir¨¢n. Se dice que se leer¨¢ no menos de cincuenta p¨¢ginas y que se subrayar¨¢n las frases favoritas. De hecho, se propone como t¨¢ctica para poder hacerlo el empleo de apps donde se informar¨¢ al mundo de lo que se lee (hoy he le¨ªdo cincuenta p¨¢ginas; hoy he corrido tres quil¨®metros y medio; hoy no he comido carbohidratos).
La lectura, una actividad que deber¨ªa ser un placer y no una obligaci¨®n, se aborda con la ret¨®rica del atletismo
Para todos aquellos que se toman la lectura como una especie de fitness mental y que ven en ella un modo de aligerar la mala conciencia, el artista y escritor Austin Kleon ha confeccionado una lista de consejos para ce?irse a las promesas lectoras para 2015. ?l, por ejemplo, ley¨® hasta 70 t¨ªtulos el a?o pasado, vali¨¦ndose de trucos como el salvapantallas para m¨®vil creado por ¨¦l mismo: el dibujo de una calavera con la leyenda ¡°mejor lee un libro¡± (en vez de perder tres horas m¨¢s huroneando en los Facebooks de vidas ajenas). ?l lo logr¨® gracias a eso y a seguir la ¡°Regla de las 50¡± de Nancy Pearls, que aprendi¨® cuando trabajaba como librero en Cleveland y que consiste en dar una oportunidad de 50 p¨¢ginas a las novelas antes de decidir si se siguen leyendo o se regalan (a ese se?or del metro que intentaba leer por encima de tu hombro, por ejemplo).
Henchido de autoridad por haber alcanzado esa cifra de siete decenas de libros, estos son sus seis consejos (algunos algo dudosos) para los que se prometen leer m¨¢s en A?onuevo.
1.- Lanza tu m¨®vil al oc¨¦ano (o ponlo en Modo Avi¨®n).
Si esa amiga no contesta al tel¨¦fono, probablemente lo lanz¨® en el Mar Rojo para sumergirse en la traves¨ªa de En busca del tiempo perdido de Proust. No esperes gran cosa de ella en las pr¨®ximas semanas: son siete partes. Cuando llegue a El tiempo recobrado, o no te querr¨¢ como amigo (la ch¨¢chara sobre f¨²tbol o Breaking Bad le parecer¨¢, por as¨ª decirlo, una p¨¦rdida de tiempo) o necesitar¨¢ desesperadamente una copa y media farmacia de barrio. El gesto no carece de ¨¦pica y parece la t¨ªpica cosa que le pide el Sensei a un karate kid de la lectura (o el Maestro Yoda a su padawan con gafas: arr¨®jalo a ese mar con la mente).
2.- Lleva un libro encima en todo momento.
Un consejo que parece ser una verdadera navaja suiza: por un lado, el libro como complemento (los pendientes, el sombrero, la gabardina, la pipa, el libro) y por el otro, la contrarreloj (puedes ganar una p¨¢gina si lees en ese sem¨¢foro en rojo).
3.- Ten otro libro liso antes de acabar el que est¨¢s leyendo. Haz una pila de libros que leer¨¢s o c¨¢rgalos en el eReader.
?Verdad que, a lo tonto, comes m¨¢s en un bufet libre o en una cena de pica-pica que cuando te ponen toda la comida en un plato? La idea de tener la mesilla llena de t¨ªtulos disparar¨¢, seg¨²n Kleon, tu hambre lectora. Leer es una tarea de S¨ªsifo: nunca acabas de leer. Por muchos manuales de los 100 libros que debes leer antes de mudarte al otro barrio que manejes, en realidad (?spoiler!) nunca son cien. De hecho, sentimos decir que si te gusta leer cuanto m¨¢s leas menos pensar¨¢s que has le¨ªdo.
4.- Si no est¨¢s disfrutando un libro, o aprendiendo mucho de ¨¦l, aband¨®nalo inmediatamente.
Kleon aqu¨ª se permite una concesi¨®n. Parece una perogrullada, pero hay quien insiste en acabar los libros que no le gustan en un ejercicio autoflagelador propio de un nazareno lector. Esos libros que agonizan en la cisterna del retrete marcados con un tramo de papel higi¨¦nico varado en el mismo cap¨ªtulo durante eones. Abandonarlos, y estamos ante quiz¨¢s el consejo m¨¢s juicioso de Kleon, es lo m¨¢s parecido a no descartar un plato de comida que sabes que te est¨¢ sentando mal.
5.- Programa una hora de lectura de no ficci¨®n al d¨ªa (la hora del almuerzo o cualquier rato muerto servir¨¢n).
Aqu¨ª el perscriptor regresa a la disciplina del profesor de fitness severo. Parece decir que aunque est¨¦s devorando la novela de tu vida (regalada por el amor de tu vida), deber¨¢s detenerte para leer aquel ensayo sobre las Islas Gal¨¢pagos durante sesenta minutos.
6.- Vete a la cama una hora antes y lee ficci¨®n (te ayudar¨¢ a dormir).
La idea de la novela como Valeriana. La lectura para descabezar un sue?ecito es antigua y tiene mucho predicamento, aunque a la gente que lee con pasi¨®n le parezca m¨¢s contradictoria que echarse al coleto un termo de un litro de caf¨¦ pasada la medianoche. Si te est¨¢ gustando, es probable que no te duermas hasta las mil.
7.- Publica en alg¨²n blog lo que lees y comparte lo que lees en alguna red social (as¨ª otros tambi¨¦n te recomendar¨¢n lecturas).
El autor de esta tabla de ejercicios remata aqu¨ª con la visi¨®n definitiva de la lectura como ejercicio f¨ªsico. De los creadores de publica las calor¨ªas que has quemado con esa carrerita ma?anera llega: demu¨¦strale al mundo cu¨¢ntas p¨¢ginas puedes leer. El consejo entronca con la extra?a idea de que el placer llega cuando se ha le¨ªdo (y por tanto cuando se dice que se ha le¨ªdo) y no cuando se est¨¢ leyendo. Es una visi¨®n de la lectura que retrotrae a la imagen del adolescente que disfruta m¨¢s explicando a sus amigotes con qu¨¦ chica se ha ido a la cama que yaciendo y d¨¢ndose arrumacos con ella.
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