El control del cambio clim¨¢tico exige renunciar a un tercio de las reservas de petr¨®leo y al 80% de las de carb¨®n
Un estudio asegura que la tendencia de los pol¨ªticos a explotar todos los recursos es contradictoria con los objetivos de evitar un calentamiento superior a dos grados a finales de siglo
Si durante d¨¦cadas el mundo ha temido el agotamiento de las reservas de combustibles f¨®siles, el riesgo del cambio clim¨¢tico ha cambiado de orientaci¨®n de los temores. Un tercio de las reservas de petr¨®leo, la mitad de las de gas y m¨¢s del 80% de las de carb¨®n no deben tocarse en los pr¨®ximos 40 a?os para tener al menos un 50% de probabilidades de controlar el cambio clim¨¢tico, es decir, de evitar que la temperatura media del planeta suba m¨¢s de dos grados, la frontera estimada por los cient¨ªficos a partir de la cual los impactos del calentamiento global pueden ser realmente graves. Esta conclusi¨®n alcanzan dos investigadores del Reino Unido que han calculado la cantidad de CO2 m¨¢xima que admite la atm¨®sfera para no superar el l¨ªmite de peligro, la distribuci¨®n regional de reservas y recursos disponibles de dichos combustibles en todo el planeta y las emisiones que provocar¨ªan.
¡°Las reservas de combustibles f¨®siles tienen el potencial de generar tres veces m¨¢s di¨®xido de carb¨®n de lo permitido si el calentamiento global no ha de superar los dos grados¡±, resume la revista Nature, donde Christophe McGlade y Paul Ekins exponen su investigaci¨®n y resultados. Adem¨¢s, dicen, las nuevas explotaciones de combustibles, como las del ?rtico, ¡°son incompatibles con los esfuerzos para limitar el cambio clim¨¢tico¡±.
Seg¨²n las estimaciones del Panel Intergubernamental sobre Cambio Clim¨¢tico (IPCC), que recogen como punto de partida de su investigaci¨®n McGlade (University College, Londres) y Ekins (Instituto de Recursos sostenibles, Reino Unido), las emisiones acumuladas de CO2 entre 2011 y 2015 no deben superar una horquilla de entre 870 y 1.240 gigatoneladas para tener ese 50% de probabilidades de no superar, a mediados de siglo, la barrera de los dos grados sobre la temperatura media preindustrial. Pero la quema de las reservas de combustibles f¨®siles generar¨ªa unas 2.900 gigatoneladas de di¨®xido de carbono.
McGlade y Ekins diferencian entre recursos y reservas, refiri¨¦ndose con los primeros a la cantidad total de petr¨®leo, gas y carb¨®n obtenible con las tecnolog¨ªas actuales y las futuras, independientemente de las condiciones econ¨®micas, mientras que las reservas son la parte de los recursos recuperables con la t¨¦cnica y la econom¨ªa presentes. La combusti¨®n de los recursos generar¨ªa 11.000 gigatoneladas de CO2. Las reservas estimadas son 1,294 billones de barriles de petr¨®leo, 192 billones de metros c¨²bicos de gas, 728 gigatoneladas de carb¨®n bituminoso y 276 gigatoneladas de lignito.
Solo un acuerdo clim¨¢tico global que compense a los perdedores y que sea percibido como equitativo por todos"
¡°Nuestro resultados muestran que la intenci¨®n de los responsables pol¨ªticos de explotar r¨¢pida y completamente sus combustibles f¨®siles territoriales son, en conjunto, inconsistentes con sus compromisos con el l¨ªmite el temperatura [dos grados]¡±, escriben McGlade y Ekins en Nature. ¡°Si se pusieran en marcha esos compromisos pol¨ªticos ser¨ªan innecesarias las sustanciales y constantes inversiones en la exploraci¨®n de combustibles f¨®siles porque cualquier nuevo descubrimiento no podr¨ªa traducirse en m¨¢s producci¨®n¡±. Adem¨¢s, recalcan que ¡°la explotaci¨®n de recursos en el ?rtico y cualquier incremento de la producci¨®n no convencional de petr¨®leo son incompatibles con los esfuerzos de limitar el calentamiento medio a dos grados¡±.
Los escenarios de futuro investigados tambi¨¦n tienen en cuenta el efecto de la tecnolog¨ªa de secuestro de carbono. Los resultados muestran que su efecto ser¨ªa relativamente peque?o, permitiendo un incremento del 6% en la quema de carb¨®n y un 2% tanto para el gas como para el petr¨®leo. McGlade y Ekins, adem¨¢s, advierten que es secuestro de carbono, debido sobre todo a su alto coste, no entrar¨ªa efectivamente en funcionamiento hasta 2025.
Michael Jakob y Jerome Hilaire, del Instituto Postdam de Investigaci¨®n sobre Impacto Clim¨¢tico, comentan en Nature el estudio y resaltan la distribuci¨®n regional (16 zonas del mundo) con diversas categor¨ªas sobre los combustibles f¨®siles que abarcan factores como el tipo de carb¨®n, gas y petr¨®leo, las reservas utilizables o los costes de producci¨®n y comercializaci¨®n. La informaci¨®n detallada, afirman, es importante en relaci¨®n con los pactos internacionales para controlar el calentamiento porque la limitaci¨®n del uso de combustibles f¨®siles tendr¨¢ efectos desiguales entre los pa¨ªses. ¡°Solo un acuerdo clim¨¢tico global que compense a los perdedores y que sea percibido como equitativo por todos los participantes puede imponer l¨ªmites estrictos sobre el uso de combustibles f¨®siles a largo plazo¡±, concluyen Jakob e Hilaire.
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