La cuesti¨®n brit¨¢nica
?Se ir¨¢ Reino Unido de la Uni¨®n Europea? ?Qu¨¦ se va a hacer frente a las exigencias inglesas de m¨¢s autogobierno? Los conservadores proponen respuestas m¨¢s precisas ante la falta de claridad de los laboristas
La canciller Angela Merkel va a visitar en Londres una magn¨ªfica exposici¨®n sobre Alemania en el Museo Brit¨¢nico. Lo que necesitamos que haya es una exposici¨®n sobre Gran Breta?a en un museo de Berl¨ªn. Porque Europa ya no se enfrenta a la cuesti¨®n alemana, sino a la cuesti¨®n brit¨¢nica. ¡°?Pero d¨®nde est¨¢ Alemania?¡±, preguntaban Goethe y Schiller; hace mucho tiempo de eso, y hoy todo el mundo pregunta: ¡°?Pero d¨®nde est¨¢ Gran Breta?a?¡±. La cuesti¨®n tiene un aspecto interno y otro externo. El externo: ?se ir¨¢ Reino Unido de la UE? El interno: ?qu¨¦ va a hacer Reino Unido con las demandas inglesas de m¨¢s autogobierno, despu¨¦s de Escocia?
Si los brit¨¢nicos fueran alemanes, emprender¨ªan una serie de acuerdos constitucionales que especificaran qu¨¦ hacer a cada nivel: europeo, federal (brit¨¢nico), nacional constituyente (Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda del Norte), regional, municipal, local. Creo que esa deber¨ªa ser nuestra meta, un Reino Federal de Gran Breta?a dentro de una Uni¨®n Europea confederal. Sin embargo, como dec¨ªa el primer ministro conservador del siglo XIX Benjamin Disraeli, Inglaterra no est¨¢ gobernada por la l¨®gica sino por el Parlamento.
Por consiguiente, todo depende de qu¨¦ Parlamento salga de las elecciones generales el 7 de mayo. Son las elecciones m¨¢s abiertas que recuerdo porque, debido al sistema electoral brit¨¢nico de mayor¨ªa simple, es imprevisible la repercusi¨®n del posible traspaso de votos hacia los partidos peque?os: Dem¨®cratas Liberales, Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), Partido Nacional Escoc¨¦s (SNP), Verdes, nacionalistas galeses y los partidos de Irlanda del Norte. Como consecuencia, hay especulaciones preelectorales sin fin sobre las m¨²ltiples permutaciones posibles. Atr¨¢s qued¨® la sencilla pregunta de mi ni?ez: ?tendremos un Gobierno conservador o laborista?
Casi todos los analistas creen que habr¨¢ un Parlamento dividido, sin mayor¨ªa absoluta, cosa que ocurre todo el tiempo en muchos Parlamentos de la Europa continental, de los que salen Gobiernos de coalici¨®n o de minor¨ªa tolerada. Si nuestros resultados divididos ¡ªes decir, normales en el resto de Europa¡ª no permiten un Gobierno estable, se habla de convocar otras elecciones adelantadas. Ian Birrell, que escribi¨® discursos para David Cameron, ha mencionado la posibilidad de un ¡°Gobierno nacional¡± que re¨²na a los dos grandes partidos; otra cosa perfectamente normal en Alemania, donde lo llaman ¡°gran coalici¨®n¡±.
Casi todos los analistas creen que habr¨¢ un Parlamento dividido, sin mayor¨ªa absoluta
Desde luego, la m¨¢xima preocupaci¨®n de los votantes no va a ser el futuro constitucional del pa¨ªs. La econom¨ªa, el empleo, la inmigraci¨®n, el Servicio Nacional de Salud, el gasto p¨²blico, el d¨¦ficit y la deuda estar¨¢n por delante. Pero la cuesti¨®n brit¨¢nica puede ser el factor decisivo entre los votantes ingleses.
Y resulta que, a punto de comenzar la campa?a electoral, los conservadores de Cameron parecen tener una respuesta mucho m¨¢s precisa a esta cuesti¨®n que los laboristas de Ed Miliband. Cameron propone un refer¨¦ndum sobre la pertenencia de Gran Breta?a a la UE en 2017 y, en pol¨ªtica nacional, ¡°que los ingleses voten las leyes inglesas¡±. Los conservadores utilizan la imagen de los laboristas dictando pol¨ªticas a Inglaterra con los votos de los nacionalistas escoceses con esca?o en Westminster, encabezados por Alex Salmond (los conservadores tienen una s¨®lida mayor¨ªa de representantes de los distritos ingleses). Su pol¨ªtica contra la inmigraci¨®n pretende atraer a los votantes del UKIP con el mensaje de ¡°Inglaterra para los ingleses¡±. Y si el votante entiende ¡°ingl¨¦s¡± en t¨¦rminos exclusivamente ¨¦tnicos, el encuestador tory cambia de tema.
Los conservadores parecen tener una respuesta m¨¢s precisa, porque, como tantas otras iniciativas del antiguo relaciones p¨²blicas David Cameron, la publicidad es la parte m¨¢s llamativa. Si miramos detr¨¢s de los carteles encontraremos cart¨®n, cinta adhesiva y cajas de Pandora oxidadas. Por ejemplo, es absurdo pensar que es posible resolver en un sobre, en solo unos meses, un enigma que trae de cabeza a los pol¨ªticos brit¨¢nicos desde el siglo?XIX: ?qu¨¦ quiere decir exactamente la autonom¨ªa para Inglaterra, y c¨®mo se compagina con la autonom¨ªa para los dem¨¢s?
Es absurdo pensar que se puede resolver en meses un enigma que preocupa desde el siglo XIX
Una soluci¨®n seria debe incluir el traspaso de poderes a las ciudades, los condados y los gobiernos locales ingleses. Exige tambi¨¦n una reforma total de la C¨¢mara de los Lores. Aunque tambi¨¦n en ella hay algunos conservadores que, por lo menos, parecen tener grandes ideas. El columnista conservador Charles Moore destac¨® el s¨¢bado en The Daily Telegraph una extraordinaria propuesta del l¨ªder tory en la C¨¢mara alta, lord Salisbury. Seg¨²n ¨¦l, para salvar Reino Unido, la C¨¢mara de los Comunes deber¨ªa convertirse en Parlamento de Inglaterra, y la C¨¢mara de los Lores deber¨ªa sustituirse por una C¨¢mara alta electa para todo el reino, que solo se ocupar¨ªa de los asuntos cuyas competencias no est¨¢n traspasadas, como defensa, pol¨ªtica exterior y el presupuesto nacional (?o federal?). El primer ministro tendr¨ªa un esca?o en esa nueva C¨¢mara. Y eso lo dice el heredero de una de las grandes dinast¨ªas conservadoras del pa¨ªs, con antepasados como el tercer marqu¨¦s de Salisbury, que defendi¨® los poderes de la C¨¢mara de los Lores, y el quinto marqu¨¦s, que a partir de 1945, y en una genuina plasmaci¨®n de lo que dec¨ªa Giuseppe Tomasi di Lampedusa (¡°cambiar las cosas para que nada cambie¡±), contribuy¨® a perpetuar la existencia de la C¨¢mara disminuyendo sus poderes. Qu¨¦ tiempos son estos en los que el s¨¦ptimo marqu¨¦s de Salisbury propone una reforma constitucional m¨¢s radical que cualquier cosa surgida de los bancos laboristas.
Tal vez el Partido Laborista est¨¦ restallando de ideas nuevas sobre la cuesti¨®n brit¨¢nica, pero, si yo no consigo verlas, dudo que las vea el votante indeciso. Sobre la relaci¨®n con Europa, los laboristas dicen que debemos permanecer en la UE, trabajar desde dentro para que se hagan reformas y no convocar ning¨²n refer¨¦ndum hasta que haya alg¨²n cambio significativo, como un nuevo Tratado de la Uni¨®n, sobre el que haya que decidir. A prop¨®sito de Inglaterra, Miliband dice que deber¨ªamos celebrar un congreso constitucional y resolver todas estas cuestiones, verdaderamente complicadas, como es debido. Ambas son propuestas de lo m¨¢s razonables, coherentes desde el punto de vista intelectual y con las que simpatizo enormemente, pero de escaso atractivo emocional para el votante ingl¨¦s insatisfecho. En cuanto a Escocia, Miliband est¨¢ casi obligado a balbucear, dado que el Partido Laborista Escoc¨¦s est¨¢ haciendo todo lo posible para recuperar votantes que se han ido a los nacionalistas. ?Y qu¨¦ dir¨¢ si se le exige que descarte de antemano toda posibilidad de gobernar en Westminster con el apoyo t¨¢cito de esos nacionalistas escoceses? ¡°?No contesto a preguntas hipot¨¦ticas?¡±. Vaya tonter¨ªa.
Hace unos a?os hubo un primer ministro laborista llamado Gordon Brown que ten¨ªa tantas ganas de abordar la cuesti¨®n brit¨¢nica que incluso quiso definir qu¨¦ era ser brit¨¢nico, un ejercicio que nosotros mismos tradicionalmente considerar¨ªamos poco brit¨¢nico. Esa introspecci¨®n tan intelectual se la dejamos a los alemanes, porque lo que les caracteriza, seg¨²n Nietzsche, ¡°es que la pregunta ?qu¨¦ es lo alem¨¢n? siempre est¨¢ viva para ellos¡±. Pero ahora nos toca a nosotros. Mientras que los alemanes est¨¢n m¨¢s interesados en sus victorias futbol¨ªsticas que en la b¨²squeda de la identidad nacional, los brit¨¢nicos no dejamos de preguntarnos ¡°?qu¨¦ es lo brit¨¢nico?¡±. A no ser que los laboristas den una respuesta m¨¢s clara, me da la sensaci¨®n de que los conservadores obtendr¨¢n votos de la cuesti¨®n brit¨¢nica d¨¢ndole un giro muy ingl¨¦s.
Timothy Garton Ash es catedr¨¢tico de Estudios Europeos en la Universidad de Oxford, donde dirige en la actualidad el proyecto freespeechdebate.com, e investigador titular de la Hoover Institution en la Universidad de Stanford. Su ¨²ltimo libro es Los hechos son subversivos: Escritos pol¨ªticos de una d¨¦cada sin nombre.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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