La losa de casarse de ni?a

Cuando Berivan Kili? ten¨ªa 14 a?os ya pensaba en formar un familia. Su madre se hab¨ªa casado cuando era menor y ella, bajo el influjo de la tradici¨®n, asumi¨® el papel social al que parte de las j¨®venes turcas est¨¢n abocadas: casarse siendo menores de edad. A los 15 a?os se comprometi¨® con su primo y a los 16 se cas¨®, sumando otro n¨²mero a las m¨¢s de 500.000 ni?as menores desposadas en Turqu¨ªa en la ¨²ltima d¨¦cada. ¡°Fui yo quien tom¨¦ la decisi¨®n, quer¨ªa ser una mujer joven casada¡±, explica mientras destaca que su familia ¡°era normal, libre, en la que chicos y chicas no hac¨ªan vidas separadas¡±.

Su marido, ocho a?os mayor que ella, era uno de varios pretendientes y por ser su primo pens¨® que ser¨ªa el mejor candidato. Se equivoc¨®: ¡°Todo cambi¨® despu¨¦s de prometernos. Mi matrimonio fue horrible, como estar dentro de una pel¨ªcula de miedo. Me torturaba constantemente, me insultaba, me dec¨ªa que no era capaz de pensar, no me dejaba ver a mi familia, la tele o salir de casa¡±, recuerda con la serenidad que da el tiempo. Ahora Kili? tiene 33 a?os, es la coalcaldesa de su pueblo, Kocakoy, una peque?a villa kurda de 17.000 habitantes, y aconseja a todas las mujeres que viven una situaci¨®n similar buscar el coraje para romper los moldes de una sociedad en la que el honor familiar se une a la tradici¨®n para conformar un barrera dif¨ªcil de superar.

A Kili? le cost¨® 12 a?os salvar el temor que le provocaba su marido. ¡°Ten¨ªa miedo de cancelar la boda porque pensaba que pod¨ªa llegar a matarme. Aqu¨ª, el honor es muy importante y, como era una ni?a peque?a, no pens¨¦ ni en deshacer la boda ni en los problemas que pod¨ªan venir¡±. Tras casi tres lustros de agresiones f¨ªsicas y psicol¨®gicas decidi¨® separarse, en parte por el maltrato que tambi¨¦n sufr¨ªan sus hijos.

Han pasado ya cinco a?os desde su divorcio y no ha vuelto a saber nada de su marido, con el que tuvo dos hijos, Emre (16 a?os) y Furkan (12), y del que no recibe ni una lira turca. El m¨¢s joven de sus hijos llama varias veces durante la entrevista para saber cu¨¢ndo llegar¨¢ a casa su madre. El mayor sufre problemas de movilidad por haber sido concebido por dos miembros de una misma familia. Este tipo de enlaces, que hace varias d¨¦cadas eran comunes en la Anatolia profunda, han sufrido un descenso por el avance educativo y social de la nueva Turqu¨ªa.

Una vez que Kili? abandon¨® a su pareja se lo comunic¨® a sus padres. En una sociedad como la kurda el divorcio es visto como algo negativo, especialmente para la mujer. A pesar de tener una raz¨®n de peso muchas aguantan a?os, e incluso toda la vida, por el honor familiar. En el caso de Kili? sus padres la respaldaron: ¡°S¨®lo me apoy¨® mi familia. Nadie m¨¢s me respald¨® porque no ten¨ªa amigos al no ver a nadie. El ¨²nico que ten¨ªa era un amigo de mi exmarido¡±. Del Gobierno turco afirma no haber recibido ninguna ayuda: ¡°Erdogan no ha hecho nada. Yo sola sal¨ª de este problema. Cuando denunci¨¦ a la polic¨ªa los maltratos me dijeron que primero deb¨ªa de ir al m¨¦dico para dar parte. Luego, cuando volv¨ª, el comisario me dijo que mi marido, que me pegaba, ten¨ªa una segunda oportunidad¡±.

Repite varias veces que este problema, el de los matrimonios con menores, es pasado, al menos en la zona de Kocakoy: ¡°Ahora apenas hay este tipo de matrimonios porque las ni?as van al colegio. Ahora las chicas se preguntan por qu¨¦ debo de casarme y la gente ve este tipo de emparejamientos como una violaci¨®n¡±. Su nueva vida, volcada en los derechos de la mujer, gira dentro del partido kurdo HDP, ejemplo de igualdad de g¨¦nero al contar en sus candidaturas con un hombre y una mujer a la cabeza. Para ella, el problema que hizo de los matrimonios con menores una pr¨¢ctica com¨²n en Anatolia era la falta de oportunidades, ni?as que no iban al colegio, la tradici¨®n y los oscuros a?os noventa en los que las zonas kurdas viv¨ªan, sin libertad y sin posibilidad de salir a la calle.

Tras escapar de su pesadilla, Berivan Kili? termin¨® sus estudios de secundaria y ahora atiende a cursos educativos mientras dirige Kocakoy. Ella ha podido contar esta historia que mezcla honor y tradici¨®n en una sociedad patriarcal. Otras j¨®venes, en cambio, han sufrido en silencio este problema que va m¨¢s all¨¢ de las estad¨ªsticas oficiales. Por ejemplo, en 2012, Emine Yayla fue obligada a casarse a los 15 a?os en una regi¨®n del noroeste de Anatolia. Tras sufrir maltrato f¨ªsico y psicol¨®gico decidi¨® separarse de su marido. Ya en su casa familiar, recibi¨® varias cuchilladas mortales asestadas por su expareja. En otro tr¨¢gico suceso, esta vez en la regi¨®n del sureste turco de Siirt, la joven Kader ¡ªcuyo significado se puede traducir como destino¡ª se quit¨® la vida a los 14 a?os. Casada a los 12 a?os y con su primer hijo a los 13, no pudo soportar la p¨¦rdida de su segundo embarazo y apareci¨® en su cama muerta.

Un problema de dif¨ªcil control

Desde que el Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP) lleg¨® al poder ciertas reformas relacionadas con la infancia se han acometido para acercarse a los est¨¢ndares europeos. Por ejemplo, hasta 2002 la edad m¨ªnima para el matrimonio era de 15 a?os para las mujeres y de 17 para los hombres. El cambio en el C¨®digo Civil igual¨® la edad para hombres y mujeres a los 17. A pesar de esto, y de firmar los diferentes tratados internacionales, existen ciertas ambig¨¹edades en las actuales leyes turcas a la hora de definir a un menor: el C¨®digo Penal dice que cualquier persona menor de 18 es un ni?o y cuando se refiere al acoso infantil estipula que un ni?o es menor a los 15.¡°No se puede hablar de una armon¨ªa entre las leyes de Turqu¨ªa y los convenios internacionales firmados. Hay gente en el Gobierno que afirma no estar a gusto con esas incongruencias¡±, explican ?zlem Basdogan y Nazli D¨¹lger, coordinadoras del proyecto destinado a los matrimonios con menores en Escoba Voladora (Ucan Supurge), una de las organizaciones m¨¢s importantes de Turqu¨ªa en esta causa.

M¨¢s de 500.000 ni?as menores han sido desposadas en Turqu¨ªa en la ¨²ltima d¨¦cada

La mayor¨ªa de edad en Turqu¨ªa son los 18 a?os, el matrimonio est¨¢ permitido desde 17 y, en casos excepcionales, desde los 16. Los m¨¢s de 500.000 casos que el Gobierno recoge en sus datos publicados se refieren a este grupo. Muchos otros matrimonios con menores, entre los que se encontraban Yayla y Kader, no entran en las estad¨ªsticas gubernamentales porque las parejas deciden casarse s¨®lo por el rito religioso ¡ªuni¨®n conocida como Iman Nikah¡ª. ¡°En Turqu¨ªa s¨®lo existe un tipo de matrimonio oficial y es el estatal. Los imanes deben exigir el documento que acredita la boda oficial antes de efectuar la boda religiosa. En las peque?as villas, y no s¨®lo las del sureste de Turqu¨ªa, podemos ver los matrimonios con menores. Los imanes saben que no deben hacerlo aunque tampoco se debe ignorar el ambiente en el que viven, all¨ª la gente les presiona para oficiar las bodas. Aunque tambi¨¦n hay otros que quieren hacerlo¡±, destacan Basdogan y D¨¹lger al recordar que la sanci¨®n para quien efect¨²e el enlace varia entre dos y seis meses de prisi¨®n y es muy f¨¢cil evitar.

Para Escoba Voladora el Gobierno turco est¨¢ cometiendo varios errores a la hora de enfocar el problema de los matrimonios con menores. El primero es la falta de recursos econ¨®micos que impide a las organizaciones civiles trabajar sobre el terreno y en profundidad. El segundo, la falta de coordinaci¨®n entre el Gobierno, las organizaciones civiles y los centros de estudios. El tercero, el enfoque con el que se realizan los estudios, que puede distorsionar el resultado: ¡°El Gobierno no est¨¢ dando la suficiente importancia a este asunto. Los datos que tenemos no est¨¢n s¨®lo enfocados a los matrimonios con menores, sino que son una parte del estudio m¨¢s amplio. A la hora de mirar la cuesti¨®n es importante buscar el problema contreto y una de nuestras parcelas de trabajo es empujar al Gobierno a tomar estas medidas¡±.

Detectar este tipo de enlaces que afectan sobre todo a las mujeres es complejo para el Gobierno ante la falta de evidencias. Muchas madres j¨®venes se casan s¨®lo por lo religioso y luego dan a luz fuera del sistema sanitario turco por miedo a que las denuncien a las autoridades. Si acuden, muchas veces las enfermeras que ayudan durante el parto no denuncian por temor al entorno familiar: ¡°En muchos casos las enfermeras tienen miedo porque las familias pueden atacarlas. Esto tambi¨¦n sucede con profesores y otras autoridades sociales conocedoras de este tipo de enlaces¡±, explican desde Escoba Voladora.

La investigaci¨®n realizada en 2008 por el departamento de Estudios de la Poblaci¨®n de la Universidad Hacettepe dej¨® datos tan preocupantes como que cerca del 40% de las mujeres turcas entre 15 y 49 a?os se hab¨ªan casado siendo menores de edad. Muchas de ellas suelen abandonar el sistema educativo una vez que se consuma la boda, sufren problemas psicol¨®gicos por la prematura maternidad y sus hijos corren el riesgo de tener malformaciones. Existen casos en los que la familia recibe una dote por la hija, otros en los que varias familias intercambian a menores (berdel) para reforzar los lazos parentales y algunos en los que la uni¨®n est¨¢ decidida desde que pr¨¢cticamente nacen los hijos. Las representantes de Escoba Voladora recalcan que no hay un tipo de historia concreta para los matrimonios con menores y que, al ser una tradici¨®n patriarcal, muchas mujeres no se cuestionan su destino: ¡°Uno de lo principales problemas es que todav¨ªa hay ni?as que ven normal casarse a los 15 a?os porque lo hicieron sus madres y abuelas. La eduaci¨®n es importante, pero por ejemplo antes las ni?as no iban al colegio y se casaban con la persona que decid¨ªan sus padres; ahora se casan cuando salen del colegio con la persona que deciden sus tutores. Algunas familias, por ejemplo, si ven que la ni?a no es buena estudiante piensan que no podr¨¢ encontrar un buen trabajo y deciden que la mejor opci¨®n es carsarla¡±.

El problema de los matrimonios con menores afecta a m¨¢s de 700 millones de mujeres en todo el mundo. Los datos recogidos por Unicef reflejan que la mujer es quien m¨¢s sufre esta pr¨¢ctica y que la pobreza duplica el n¨²mero de casos. Un tercio de las mujeres afectadas est¨¢n en el sur de Asia ¡ªprincipalmente Bangladesh e India, debido a la densidad poblacional¡ª y ocho de los diez pa¨ªses en donde esta pr¨¢ctica es com¨²n est¨¢n en ?frica. En Niger, el 77% de las mujeres se casaron antes de la mayor¨ªa de edad mientras s¨®lo lo hicieron el 5% de los hombres. A pesar de estas cifras, si los avances de las ¨²ltimas d¨¦cadas se mantienen, la proporci¨®n caer¨¢ del 33% en 1985 al 18% en 2050. Unos pasos que poco a poco erradicar¨¢n un problema que tiene su base en la concepci¨®n patriarcal de la sociedad y que va m¨¢s all¨¢ de lo religioso.