China hace las Am¨¦ricas

Ya desde hace a?os, la ¨²ltima potencia comunista del planeta se ha convertido en uno de los principales actores del escenario econ¨®mico global. Una muestra reciente ha sido la reuni¨®n celebrada los pasados viernes y s¨¢bado en Pek¨ªn entre China y los pa¨ªses que forman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), en la que el presidente chino, Xi Jinping, ha sido recibido por sus pares pr¨¢cticamente como un salvador, desatando una especie de competici¨®n entre algunos mandatarios por ver cu¨¢l obten¨ªa condiciones m¨¢s ventajosas con China.

En un mundo caracterizado por la inestabilidad econ¨®mica, con el desplome del precio de las materias primas y con ¨ªndices de crecimiento nacionales cada vez m¨¢s magros, el anuncio chino de invertir 250.000 millones de d¨®lares en la pr¨®xima d¨¦cada en una sola regi¨®n ¡ªen este caso Latinoam¨¦rica y el Caribe¡ª es un canto de sirena muy dif¨ªcil de resistir, sobre todo en algunos pa¨ªses en los que s¨®lo una inyecci¨®n de millones de d¨®lares puede paliar relativamente una gesti¨®n econ¨®mica ruinosa, imposible de enmascarar con discursos pol¨ªticos altisonantes.

China ha decidido desembarcar en Latinoam¨¦rica de manera abrumadora, no solo por el monto de capital que emplear¨¢, sino tambi¨¦n por sus objetivos ¡ªaumento del intercambio comercial hasta los 500.000 millones de d¨®lares anuales¡ª y por el nivel de representaci¨®n pol¨ªtica que est¨¢ empleando en la operaci¨®n.

Espa?a no debe ser un espectador en este proceso. Latinoam¨¦rica es vital para la inversi¨®n exterior de nuestro pa¨ªs, y aunque no pueda competir en cifras con Pek¨ªn, cuenta con dos factores que deber¨ªa hacer valer: el primero, que su importante presencia empresarial, desde hace a?os, ha supuesto un beneficio para todas las partes. Y el segundo, que los mejores modelos ¡ªecon¨®micos, pero tambi¨¦n pol¨ªticos y sociales¡ª para Latinoam¨¦rica son los de las sociedades democr¨¢ticas.