Las cinco cosas con las que debe quedarse de la Milan Fashion Week
Se reinterpretan los cl¨¢sicos, la ropa es informal... Los titulares b¨¢sicos de la gran cita italiana para quien solo tiene dos minutos
Estaba todo el mundo sentado y un hombre de sesenta a?os con un min¨²sculo traje de tweed, sombrerito de juguete, pantalones muy cortos y zapatos de payaso cruz¨® corriendo la pasarela para sentarse en su sitio. Visiones como esta son habituales estos d¨ªas en Mil¨¢n pero, por alguna raz¨®n, esta dispar¨® la melancol¨ªa de mi compa?ero de al lado: "Madre m¨ªa, en qu¨¦ negocio m¨¢s pat¨¦tico estamos", suspir¨®. Yo le respond¨ª que me parec¨ªa peor la arrogancia que la audacia, que todo depende del esp¨ªritu con el que se vista, pero por suerte empez¨® el desfile y no tuvimos que continuar un debate bastante farragoso. De modo que ah¨ª queda eso: mientras usted decide si la moda es buena porque permite a sus seguidores vestir tan extravagantes como deseen, o absurda, puesto que les aboca al rid¨ªculo, les damos un par de pinceladas sobre lo que dan de s¨ª tres d¨ªas de desfiles.
1. Unos lo llaman di¨¢logo entre g¨¦neros y otros lo llaman confusi¨®n
Un casting no solo mixto, sino andr¨®gino hasta la confusi¨®n, igual que las prendas: en su primer desfile despu¨¦s de la abrupta salida de su directora creativa durante diez a?os, Frida Giannini, Gucci se ha sacudido sin dudarlo su herencia de sensatez. La casa florentina ha sacado del ba¨²l los tesoros de una elegante abuela (abrigos de astrac¨¢n, blusas de seda, trajes setentones), se los ha puesto a unos nietos que podr¨ªan haber participado en Muerte en Venecia, y le ha dado un bofet¨®n a quien hubiera olvidado que, durante un tiempo, las ges entrelazadas fueron sin¨®nimo de incorrecci¨®n pol¨ªtica.
2. Las intrigas sobre qui¨¦n sustituir¨¢ a Frida Giannini al frente de Gucci tienen m¨¢s tir¨®n que una serie de la HBO
Estas ganas de pol¨¦mica se a?aden a la especulaci¨®n descontrolada que existe sobre qui¨¦n sustituir¨¢ a Giannini, cuyo nombramiento se rumorea que se har¨¢ p¨²blico la semana que viene, y que este desfile no ha ayudado a esclarecer. Al terminar el espect¨¢culo sali¨® a saludar el equipo creativo que Giannini reuni¨®, pero pr¨¢cticamente se asegura que ser¨¢ un nombre de fuera quien ocupar¨¢ su silla, y las apuestas apuntan desde a "un italiano semidesconocido" (¨²ltimas noticias) hasta dise?adores tan diversos como Riccardo Tisci, Joseph Altuzarra o al mism¨ªsimo Tom Ford, que obr¨® el primer gran despegue de Gucci y, de hecho, fue quien contrat¨® a la dise?adora saliente. En una triple carambola de despiste, la banda sonora del desfile fue la m¨²sica de A single man, la pel¨ªcula que Ford dirigi¨® en 2009. As¨ª que a?ada el cotilleo (el hobby oficioso del mundo de la moda) al debate sobre g¨¦neros (el tema candente para el mundo en general) y se har¨¢ una idea: en una temporada que no pasar¨¢ a los anales de la historia de la moda, la colecci¨®n de Gucci ha sido como que te regalen una raci¨®n de palomitas en el cine.
3. Ahora la naturaleza es lo m¨¢s
No solo porque la Expo de Mil¨¢n, que se inaugura en mayo, tenga la sostenibilidad por bandera igual que la de Sevilla tuvo la especulaci¨®n inmobiliaria. Los grandes de la moda masculina han decidido que lo natural, adem¨¢s de ser fundamental como criterio para la producci¨®n de las prendas, va perfecto como a) herramienta reivindicativa, y b) leg¨ªtimo espect¨¢culo. En un llamamiento a la sostenibilidad, el viernes Ermenegildo Zegna plant¨® un vergel en un espacio industrial y, entre sonidos de la jungla, hizo desfilar a sus modelos sobre un suelo de tierra (los ¨¢rboles hab¨ªan sido trasplantados desde el Oasis Zegna, el parque natural que la marca posee en Piamonte, donde a estas horas ya habr¨¢n sido devueltos). Ferragamo proyect¨® un paisaje arbolado para que sirviera de fondo a bandadas de p¨¢jaros estampados en un abrigo, un b¨²ho sobre un abrigo e incluso una zebra bordada en la espalda de una parka. Los chicos de Moncler no iban vestidos con nada que sugiriera est¨¦tica eco-friendly, pero sus chicos usaron unos ¨¢rboles plantados a lo largo de la pasarela para arrancarse los pantalones y colgar sus abrigos (y mostrar la gr¨¢fica colecci¨®n que hab¨ªa ideado su dise?ador, Thom Browne). Todo esto no ayudar¨¢ a que cambien de opini¨®n quienes piensan que la moda es un circo, pero es un caramelo para cualquiera que aprecie un buen espect¨¢culo.
4. El futuro es chandalista
"Esto es sportivo sartoriale", nos explicaban durante la presentaci¨®n de Brunello Cucinelli, el italiano que ha hecho del cachemir y la responsabilidad social corporativa las dos (inesperadas) razones de su ¨¦xito. El italiano se refer¨ªa a lo que mejor sabe hacer, una armoniosa mezcla de prendas de vestir con elementos deportivos, en tonos naturales y texturas suav¨ªsimas, pero esa escueta definici¨®n podr¨ªa aplicarse al 90% de las colecciones que hemos visto en Mil¨¢n hasta ahora. Desde Emporio Armani (cuyas mejores prendas eran un gui?o a lo que un elegante ortodoxo llamar¨ªa ropa para estar en casa) hasta Tod's y Hogan, pasando por Jil Sander, que present¨® la primera colecci¨®n de su nuevo dise?ador, Rodolfo Paglialunga (nuevo, adem¨¢s, en la ropa masculina). No es que uno est¨¦ muy a favor del ch¨¢ndal, pero sepa que todos los puntos intermedios entre lo formal y lo casual, y todas las combinaciones posibles de sus elementos, ser¨¢ lo que ver¨¢ colgado en las perchas del oto?o-invierno que viene.
5. Los que han venido a hacerse los modernos, ah¨ª tienen la puerta
Domenico Dolce, habitualmente la parte silenciosa del d¨²o que forma junto a Stefano Gabbana, se explay¨® en el c¨®ctel que dieron el s¨¢bado en su sede. "Soy demasiado viejo para intentar ser cool", nos dijo a prop¨®sito de la colecci¨®n que hab¨ªa presentado horas antes. La ropa reinterpretaba sus cl¨¢sicos de las ¨²ltimas temporadas (esm¨®quines adamascados, sudaderas con pasamaner¨ªa, camisetas con estampados digitales y otros ejemplos del punto en el que se encuentran el barroco siciliano y lo callejero). Al fondo de la pasarela, un cuadro viviente formado por una familia entre aldeana y viscontiana observaba inm¨®vil las idas y venidas de los modelos. No es ninguna an¨¦cdota: desde hace meses, con el hashtag #dgfamily, los dise?adores cuelgan en su Instagram fotos de familias de todo el mundo, que ellas mismas env¨ªan, como si fueran anuncios de la firma. Una versi¨®n m¨¢s humana y reconfortante que la t¨ªpica imagen de ni?os rubios jugando en palacios que la moda suele vender por familia, y que por supuesto encaja mejor en el car¨¢cter ruidoso y mediterr¨¢neo de Dolce & Gabbana. Claro que, antes de que empezara el desfile, la m¨²sica nos advirti¨®. El hilo musical empez¨® con Britney Spears, sigui¨® in crescendo con Bonnie Tyler y, cuando lleg¨® el sentimental dueto de Pavarotti y Lionel Richie con el que empez¨® el espect¨¢culo, ya estaba todo dicho: v¨¢yase a su casa si quiere hacerse el moderno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.