Irracionalidades sanitarias que causan derroche y sufrimiento
El Sistema Nacional de Salud espa?ol puede ser uno de los m¨¢s eficientes del mundo. No obstante, est¨¢ costeando tratamientos in¨²tiles1,2, usando tecnolog¨ªas en casos en los que no est¨¢n indicadas3 y retrasando la generalizaci¨®n de tratamientos efectivos y eficientes.4,5 Todo ello causa un derroche injustificado de recursos p¨²blicos y, todav¨ªa peor, expone a los pacientes a riesgos y perjuicios innecesarios.6
Recientemente la comunidad cient¨ªfica internacional ha se?alado un nuevo caso que llama la atenci¨®n. Me refiero a la intervenci¨®n neurorreflejoter¨¢pica (NRT), un tratamiento para las dolencias del cuello y la espalda desarrollado en Espa?a que consiste en implantar superficialmente y durante 90 d¨ªas, un material quir¨²rgico sobre terminaciones nerviosas de la piel para contrarrestar mecanismos que mantienen el dolor, la inflamaci¨®n y la contractura muscular.7
La NRT surge de un proceso de I+D+i calificado como ¡°el modelo que deber¨ªa seguir cualquier tecnolog¨ªa sanitaria para ser implantada en la pr¨¢ctica cl¨ªnica rutinaria de un Sistema de Salud¡± [sic].8 Ese proceso ha durado m¨¢s de 20 a?os, durante los que se han hecho todos los estudios cient¨ªficos necesarios para comprobar que resulta eficaz para pacientes que carecen de otro tratamiento satisfactorio,9,10,11 mejora de forma notoria los resultados y costes,12,13,14,15,16,17 y obtiene resultados muy similares en diferentes Servicios de Salud.18,19,20 Adem¨¢s, es una de las pocas tecnolog¨ªas sometida en Espa?a a ¡°mecanismos de vigilancia y seguimiento post-implantaci¨®n¡±, que analizan la evoluci¨®n de todos los pacientes tratados y reflejan que 8 de cada 10 puede abandonar la medicaci¨®n y s¨®lo 2 de cada 1000 tratados termina necesitando cirug¨ªa, lo que evita riesgos a los pacientes y genera ahorro al Sistema Nacional de Salud (SNS).21,22,23,24
En ninguno de esos estudios cient¨ªficos han participado entidades con ¨¢nimo de lucro, y su rigor ha sido refrendado por las principales revistas cient¨ªficas internacionales
La fiabilidad de esos estudios no plantea dudas; en ninguno han participado entidades con ¨¢nimo de lucro y su rigor ha sido refrendado por las principales revistas cient¨ªficas y organismos cient¨ªficos internacionales, como la Colaboraci¨®n Cochrane.25 Parece razonable que cualquier tratamiento que cuente con esos avales y fundamento cient¨ªfico se estuviera aplicando en todo el SNS, y con m¨¢s raz¨®n si se trata de una tecnolog¨ªa desarrollada en Espa?a. Sin embargo, m¨¢s de 10 a?os despu¨¦s de que se iniciara su uso en la sanidad p¨²blica, todav¨ªa no se usa en todas las Comunidades Aut¨®nomas.
Un reciente estudio cient¨ªfico, refrendado por la revista cient¨ªfica de la Sociedad Internacional de Agencias de Evaluaci¨®n de Tecnolog¨ªas Sanitarias, apunta que la principal causa de la lentitud de su generalizaci¨®n es la conocida disfuncionalidad de los sistemas con los que las autoridades espa?olas deciden qu¨¦ tecnolog¨ªas sanitarias cubren con fondos p¨²blicos.26
Los recortes lineales indiscriminados se reducen a lo que ¡°es m¨¢s f¨¢cil recortar¡±, sea necesario o no
Varios expertos espa?oles en investigaci¨®n cl¨ªnica y gesti¨®n sanitaria se?alan varios motivos adicionales:27 los intereses creados, la falta de un cauce administrativo establecido para implantar las tecnolog¨ªas que no son f¨¢rmacos, la irracionalidad, lentitud, burocratizaci¨®n y politizaci¨®n del Sistema, la falta de fundamento cient¨ªfico de sus decisiones, la desigual calidad del alto n¨²mero de agencias de evaluaci¨®n de tecnolog¨ªa sanitaria que existen en nuestro pa¨ªs, y cierto grado de negligencia por parte las autoridades sanitarias espa?olas.
En Espa?a el conjunto del gasto sanitario, p¨²blico y privado, representa algo m¨¢s del 9% del PIB, y los datos reflejan que una parte significativa de ese gasto se desaprovecha en el uso inapropiado de f¨¢rmacos y otras tecnolog¨ªas sanitarias. En esa situaci¨®n, los recortes lineales indiscriminados en el SNS, que reducen lo que ¡°es m¨¢s f¨¢cil recortar¡±, sea necesario o no, s¨®lo deber¨ªan haberse planteado de manera excepcional y transitoria, pues suponen racionar, no racionalizar, y adem¨¢s de ¨¦ticamente inaceptables resultan poco eficaces.
Urge racionalizar la sistem¨¢tica con la que decidimos qu¨¦ tecnolog¨ªas pagamos con fondos p¨²blicos. Es necesario sustituir los mecanismos vigentes, burocratizados, politizados y no sometidos al escrutinio de la comunidad cient¨ªfica internacional, por una sistem¨¢tica rigurosa, transparente, y de s¨®lido fundamento cient¨ªfico que deber¨ªa realizar una Agencia Nacional de Evaluaci¨®n e Investigaci¨®n de Tecnolog¨ªa y Servicios del SNS, independiente y participada colegiadamente por los Servicios de Salud de todas las Comunidades Aut¨®nomas, que gu¨ªe, desde el principio de buen gobierno, los procesos de decisi¨®n y fundamente cient¨ªfica, econ¨®mica y socialmente la incorporaci¨®n de nuevas prestaciones y productos sanitarios. Es un imperativo social, cl¨ªnico y econ¨®mico, pero tambi¨¦n profesional y deontol¨®gico, por lo que la profesi¨®n m¨¦dica no puede mantenerse al margen.
Presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de M¨¦dicos de Espa?a ¨C Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial.
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