Miedo
Lo que ocurra en Grecia resultar¨¢ crucial en los comicios locales espa?oles de este a?o y en los generales de 2016
Hoy se celebran elecciones en Grecia. Pero cambiando un par de nombres, podr¨ªan ser en Espa?a. De hecho, lo que ocurra en Grecia resultar¨¢ crucial en los comicios locales espa?oles de este a?o y en los generales de 2016.
As¨ª, igual que en la Espa?a del PP, el jefe de Gobierno conservador griego, Andonis Samar¨¢s, recita sus logros en n¨²meros: super¨¢vit primario, regreso a los mercados financieros tras la crisis, leve descenso del desempleo y un crecimiento econ¨®mico m¨ªnimo, pero positivo.
Paralelamente, igual que en la Espa?a de Podemos, el principal aspirante seg¨²n las encuestas griegas es un partido nuevo, que se ha llevado de encuentro a la izquierda tradicional y ha dado un gran mordisco al voto de la centroizquierda. La Syriza, liderada por Alexis Tsipras, promete renegociar la deuda, aumentar el salario m¨ªnimo, acabar con los recortes presupuestarios y anular la reforma laboral liberal.
En ambos pa¨ªses, el argumento contra estos nuevos grupos es el miedo. Seg¨²n los partidos de derecha, Syriza y Podemos ponen en riesgo sus meritorios logros en materia de estabilidad econ¨®mica. Y sin embargo, los conservadores soslayan un problema econ¨®mico crucial: su propia corrupci¨®n.
El 99% de los griegos cree que la corrupci¨®n est¨¢ generalizada en su pa¨ªs, seg¨²n un reciente estudio de la Comisi¨®n Europea. La crisis helena ha venido acompa?ada por sangrantes denuncias de uso privado de fondos p¨²blicos contra todo tipo de operadores del Estado, desde ministros hasta directores de hospitales, desde reestructuradores bancarios hasta encargados de concesiones p¨²blicas.
El 99% de los griegos cree que la corrupci¨®n est¨¢ generalizada en su pa¨ªs"
Por su parte, el PP espa?ol tampoco puede presumir. Hasta el a?o pasado, han sido imputados, procesados y hasta presos por corrupci¨®n un vicepresidente econ¨®mico del Gobierno de Aznar, un tesorero del partido, un n¨²mero dos de la capital y un n¨²mero dos del partido a nivel nacional, la c¨²pula del partido en Valencia, el presidente de Baleares, el fact¨®tum del partido en Castell¨®n, y un largo etc¨¦tera.
Ante esa cascada de esc¨¢ndalos, la reacci¨®n de Mariano Rajoy ha sido prometer las mismas medidas que antes ya hab¨ªa archivado, y decir que ¨¦l ¡°ya pidi¨® perd¨®n¡±, mientras su grupo parlamentario esquivaba todas las comisiones de investigaci¨®n. Al Partido Popular se le han revuelto las Castedo, se le han colado de la c¨¢rcel los Matas, se le han podrido los Fabra, en medio de la pasividad y la vista gorda.
Durante el a?o electoral que viene, el Partido Popular, como su primo griego, tratar¨¢ de convencernos de que la corrupci¨®n es una cosilla sin importancia, un da?o colateral que no empa?a su eficiente gesti¨®n econ¨®mica. Pero la corrupci¨®n ha estado en el coraz¨®n de los problemas econ¨®micos. En Espa?a, la crisis no explot¨® en la banca privada, sino en la p¨²blica, donde los pol¨ªticos de los grandes partidos, y en especial del PP, jugaron a financistas siguiendo intereses pol¨ªticos ¨Co personales¨C, alteraron los precios del suelo, distorsionaron el mercado, y cuando todo explot¨®, salieron a vender acciones para que los ciudadanos pagasen por sus errores. No contentos con ello, cuando esta estafa tambi¨¦n fall¨®, rescataron a esos bancos con dinero p¨²blico, o sea, con m¨¢s dinero de ciudadanos. Yo no dir¨ªa que eso es un caso de administraci¨®n ejemplar.
No soy necesariamente un defensor de Podemos ni Syriza. No creo que logren poner en pr¨¢ctica todas sus promesas, y de hecho, prefiero que, si gobiernan, no sea en solitario. Pero si el mejor argumento de los partidos conservadores es su manejo de la econom¨ªa, son estos los que dan m¨¢s miedo.
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