Vistamos como nuestros padres: la nostalgia en el MFSHOW Men
La pasarela madrile?a se aferr¨® a una de las uniones m¨¢s poderosas de la industria: el pasado y el estilo masculino
Probablemente haya algo de freudiano en el hecho de que todos los hombres, en mayor o menor medida, aspiremos a vestirnos como nuestros padres. O como nuestros abuelos. La relaci¨®n entre moda masculina y nostalgia, una de las alianzas inconscientes m¨¢s poderosas de la industria, vuelve a quedar de manifiesto en las dos primeras jornadas de Madrid Fashion Show Men, la pasarela de moda masculina que abri¨® sus puertas el pasado martes en el madrile?o Circo Price con una propuesta cada vez m¨¢s s¨®lida y m¨¢s asentada en marcas que, m¨¢s all¨¢ del relumbr¨®n medi¨¢tico, visten diariamente a miles de hombres. El imaginario de los cuatro desfiles que hemos podido ver se nutre de terrenos con tanta fuerza simb¨®lica como el deporte o el cine, y refrenda aquellas palabras del mayor gur¨² del sector, Ralph Lauren, cuando afirmaba que ¡°una cazadora de cuero, una camisa de franela gastada o un sombrero usado no forman parte de la moda, sino de la vida¡±.
El imaginario de los cuatro desfiles que hemos visto refrenda aquellas palabras de Ralph Lauren, cuando afirmaba que ¡°una cazadora de cuero, una camisa de franela gastada o un sombrero usado no forman parte de la moda, sino de la vida¡±
Por eso hay un corte eminentemente pr¨¢ctico en una serie de colecciones que han sabido aprovechar los medios t¨¦cnicos del madrile?o Circo Price, la nueva sede de esta pasarela. La pantalla gigante que sirve de tel¨®n de fondo a los desfiles permite a las marcas poner las cartas sobre la mesa desde el primer momento y aclarar el sentido de las colecciones. Por ejemplo, las im¨¢genes de caballos con banda sonora de Madonna que abrieron el desfile de Emidio Tucci, cuyo primer modelo, pertrechado con fusta, silla de montar, aparejos de cuero y botas altas anunciaba lo evidente: que nos hall¨¢bamos ante una colecci¨®n h¨ªpica. Sin embargo, nada m¨¢s lejos del colorismo kitsch de los jinetes ol¨ªmpicos: la propuesta de la marca para el pr¨®ximo oto?o sorprende por una extraordinaria austeridad crom¨¢tica en tonos grises que da profundidad a prendas basadas en la sastrer¨ªa pero levemente desestructuradas. Sus chaquetas y abrigos de hombros ca¨ªdos y solapas curvas que se cierran con un cintur¨®n anudado enuncian una de las tendencias clave de una temporada en la que la clave es la relajaci¨®n de los patrones y el peso de los tejidos.
Contaba hace a?os Elio Berhanyer que cuando dise?¨® el vestuario para Anillos para una dama, llev¨® a su protagonista, vestido de caballero medieval, a la Puerta del Sol, con el objetivo de ver si su recreaci¨®n hist¨®rica era lo suficientemente contempor¨¢nea como para pasar desapercibida. As¨ª sucedi¨®: nadie se dio cuenta y el vestuario fue un ¨¦xito. De un modo similar, no parece claro que nadie, en el Chicago de la Ley Seca, se hubiera sorprendido al ver a un hombre vestido con algunos de los modelos presentados el mi¨¦rcoles por la marca madrile?a Tenkey. El eco de pel¨ªculas como Los intocables de Eliot Ness recorr¨ªa una serie de looks con un patronaje m¨¢s cl¨¢sico que sigue apostando por los pantalones slim como se?a de contemporaneidad. Hay, por supuesto, gabardinas y abrigos de corte rotundo y tejidos pesados, pero tambi¨¦n prendas que recuerdan que el g¨¢ngster no s¨®lo se dedica a acechar la calle tras el ala de su sombrero: tambi¨¦n se pone c¨®modo para jugar al p¨®quer. En ese sentido, el look con el que concluyeron todos los modelos el desfile ¨Cpantalones de sastrer¨ªa, camisa de manga larga arremangada, brazalete, tirantes y gorra o sombrero¨C se justifica por s¨ª solo y resum¨ªa una colecci¨®n de tintes narrativos y evocaciones muy eficaces.
Tambi¨¦n evocadoras fueron las propuestas de Titto Bluni y McGregor, aunque en este caso sus referencias son las que llevan d¨¦cadas alimentando a la industria: una visi¨®n del american way of life que halla en las prendas pr¨¢cticas y c¨®modas su raz¨®n de ser. La firma americana McGregor, que se estrena este a?o en la pasarela madrile?a, es sin embargo la m¨¢s veterana de las que desfilan: fundada en Nueva York en 1921, hizo valer su patrimonio est¨¦tico proyectando carteles publicitarios vintage que avalan su interpretaci¨®n de cl¨¢sicos como la chaqueta Varsity, el anorak guateado, las parkas, el cuero y los tejidos c¨¢lidos. Incluso sus trajes adquieren un aire informal y sustituyen el cuello italiano y la corbata por el jersey de cuello cisne o la camiseta. Titto Bluni, a su vez, demostr¨® las razones por las que lleva tres d¨¦cadas siendo una apuesta segura para un tipo de hombre pr¨¢ctico y sin complicaciones que, en esta ocasi¨®n, ten¨ªa algo de universitario despreocupado: camisas de cuadros, denim, prendas de punto, pantalones y chaquetas de sastrer¨ªa con un empleo mesurado del color y un ojo puesto en la calle. No est¨¢ de m¨¢s recordar, una vez m¨¢s, que, en la moda masculina, la calle siempre manda.
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