Tener una ¡®startup¡¯, el ¨²ltimo capricho

Gerard Piqu¨¦ tuitea sin disimulo sobre su aplicaci¨®n de f¨²tbol. Contesta, debate y publica sus logros, como cualquier chaval enganchado a un videojuego. En el caso del futbolista del Barcelona parece que su gusto por la tecnolog¨ªa tiene apoyo en el hogar. Shakira, con quien acaba de tener su segundo hijo, tiene parte de Viddy, un editor de v¨ªdeo para m¨®viles, donde tambi¨¦n est¨¢n involucrados Biz Stone, cofundador de Twitter, y el rapero Jay-Z. El avatar de la colombiana tambi¨¦n se puede ver en Social Tables, un programa dedicado a la organizaci¨®n de eventos, ya sean familiares o profesionales, que pretende atajar el problema de juntar a desconocidos en un encuentro importante buscando afinidades a partir de sus perfiles en redes. Dan Berger, creador del servicio, insiste en que sirve tanto para los Grammy como para una boda. Tener una una startups es el ¨²ltimo capricho de los famosos y tambi¨¦n un negocio muy rentable

En Espa?a se lleva la palma en cuanto a la atenci¨®n de celebrities la aplicaci¨®n Fever, creada por Pep G¨®mez, una especie de ni?o prodigio, que cuenta con el apoyo de Sergio Ramos, Alejandro Sanz y Guti, que incluso protagoniz¨® un anuncio de televisi¨®n de tono c¨®mico para promocionar la aplicaci¨®n sobre planes de ocio entre sus inversores. No es extra?o que, de vez en cuando, entre sus mensajes en redes sociales a?adan alg¨²n gui?o a esta aplicaci¨®n con sede en Madrid y Nueva York y que acaba de superar el mill¨®n de usuarios activos mensuales.

Los m¨¢s c¨¦lebres apasionados de las aplicaciones son el actor Ashton Kutcher y el l¨ªder de U2 Bono. El primero ha invertido en una cartera de lo m¨¢s diversa, que incluye Foursquare,Flipboard, Path, Skype y Fashism. El segundo es uno de los miembros m¨¢s relevantes de Elevation Parners, que fueron de los primeros en apostar por Facebook y Yelp.

Parece que a Justin Timberlake le marc¨® su papel de Sean Parker (fundador de Napster) en la pel¨ªcula La red social, que recreaba los comienzos de Facebook. Desde el estreno de la pel¨ªcula en 2010 comenzaron sus inversiones en Stipple (dedicada a compartir fotos), Miso Media (educaci¨®n) y la cada vez m¨¢s decadente red social MySpace.

Parte del ¨¦xito de estas aplicaciones reside en estos famosos inversores, que ayudan a su difusi¨®n sin caer en la publicidad tradicional. Alan Hock, asesor legal especializado en inversiones, aporta algo de luz: ¡°Lo habitual era pagar por publicidad y ofrecer un porcentaje de la venta de un producto. Ahora se paga una parte importante en acciones¡±. As¨ª que si antes consum¨ªan una marca determinada o un producto, ahora tuitean e interact¨²an con los fans a partir de una inversi¨®n realizada previamente o sobre un porcentaje de acciones.

CJ MacDonald, fundador de Gyft, una web de tarjetas de regalo, tiene a Kutcher entre sus accionistas. Aunque ¨¦l cree que el motivo de su ¨¦xito es algo m¨¢s que la difusi¨®n que tiene entre los fans: ¡°Si ¨¦l coge el tel¨¦fono y llama a alguien, nos devuelven la llamada¡±, insiste.

Y la lista sigue: el actor Stephen Fry se sum¨® a Pushnote, una red social que permite dejar comentarios en cualquier web; MC Hammer, ¨ªdolo en los noventa, es cofundador de DanceJam, una red social de baile y presume de haber invertido en Square, el sistema de pagos de Jack Dorsey, uno de los inventores de Twitter. Y no hay que olvidar el imparable crecimiento del juego para m¨®viles de Kim Kardashian empa?a la diversidad de sus inversiones. O la faceta de empresaria de la actriz Jessica Alba, presidenta de Honest Co., una startup que vende productos de belleza con un toque ecol¨®gico, y que el pasado agosto consigui¨® una nueva ronda de inversi¨®n de 70 millones de d¨®lares.?

Alan Hock cree que no es una moda, sino una tendencia duradera: ¡°Quieren hacer inversiones a largo plazo. Antes compraban casas cuyo mantenimiento era caro y tardaban en revalorizarse. Esto les parece m¨¢s seguro¡±. Si no que se lo digan a Jared Leto, el m¨²sico y oscarizado actor fue uno de los inversores de Nest beneficiados tras su venta a Google por 3.200 millones de d¨®lares.