Juicio ¡®Umar¨ªsimo¡¯

Ya os vale, amables lectores. Tanta fidelidad, tanta pasi¨®n, tanto qu¨¦ bueno lo tuyo, para que llegue una fecha tan se?alad¨ªsima, y ni una tarjeta, ni unos bombones, ni una flor, aunque sea carn¨ªvora. OK. Tomo nota, que dijo Aznar cuando los cuervos que cri¨® a sus pectorales le hicieron el vac¨ªo y le salt¨® hasta Mariano con lo de que ya le vale con tanto serm¨®n de la monta?a. Al menos ¨¦l, Jos¨¦ Mari, tiene ac¨¦rrimos como est¨¢ mandado y, visto que pasan de ¨¦l en su propia parroquia, se ha montado su santuario privado. S¨ª, tontos, el Instituto Atl¨¢ntico de Gobierno: un m¨¢ster en liderazgo, gesti¨®n y, s¨ª, Gobierno, con may¨²sculas, porque ¨¦l, por menos de una presidencia de lo que sea, ni se pone. Adem¨¢s, a¨²n est¨¢ colado por Botella, no hay m¨¢s que verlos para creer en el matrimonio para toda la vida, y seguro que Ana le ha organizado un plan super¨ªntimo. Sin embargo yo, por no tener no tengo ni perrito que me ladre, y voy a tener que pasar el D¨ªa de los Enamorados sola con mi ego y sin una triste piruleta de coraz¨®n gentileza de mi p¨²blico por comerme algo.

Talmente como Tom¨¢s G¨®mez, el ex bar¨®n socialista madrile?o, a quien Pedro S¨¢nchez le ha dado puerta por conflictivo y poco carism¨¢tico justo en v¨ªsperas de San Valent¨ªn, para que luego digan que no es un killer. Pedro, no Tom¨¢s, que ya sabemos todos que ese las mataba bien muertas y a ca?onazos. A ver, yo no digo que el exalcalde de Parla no tuviera tanto o m¨¢s peligro que Ssn Dz para Pdr Schz, y que fuera a comerse las urnas a dos carrillos, aunque caberle le caben holgadamente entre muela y muela del juicio. Pero eso de instruir una causa, valorar pruebas, juzgar, condenar y ejecutar la sentencia ipsofactamente tiene un nombre, ahora no caigo, pero caer¨¦ en alg¨²n momento. La cosa es que al pobre Tom¨¢s le han despedido de un minuto para otro, le ha cambiado las claves de acceso un cerrajero y le han conminado a recoger sus cosas con un segurata a la chepa tras siete a?os de servicio a la causa. Talmente como si fuera un vulgar currito de una empresa cualquiera con un sueldo decente y siete trienios a la espalda, no me digas que ah¨ª no han estado igualitarios. Para que luego digan los de Podemos que los barones son casta.

Lo que est¨¢ meridiano es que hoy d¨ªa la veteran¨ªa no es un grado sino un lastre en todas partes menos en el plat¨® de Qu¨¦ tiempo tan feliz, de Mar¨ªa Teresa Campos. Mira, si no, la que le ha ca¨ªdo a Uma Thurman por haberse intervenido el careto, entendi¨¦ndose ¡°intervenir¡± en su d¨¦cima acepci¨®n del Diccionario de la RAE: ¡°tomar parte en un asunto¡±. L¨ªbreme Cher de sugerir que Thurman se ha estirado la jeta y que su metamorfosis no es producto del maquillaje, como ha perjurado ella misma en la NBC de toda la vida. Pero, aunque as¨ª fuera o fuese, yo estoy con ella por tres razones. Una: cada una se interviene como le da la gana. Dos: la cuarentona que diga que al mirarse al espejo no ha fantaseado con meterse los dobladillos, miente. Y tres: si muchas no nos dejamos el pellejo en el quir¨®fano es porque sabemos c¨®mo entramos, pero no c¨®mo salimos, querida Uma. Anda, ahora caigo en c¨®mo se denomina t¨¦cnicamente el proceso de G¨®mez. Y el de Thurman. Juicio Umar¨ªsimo.