La c¨®lera en los tiempos del desamor
Si se pudiesen haber recogido en una grabaci¨®n las conversaciones que tuvieron en los d¨ªas de vino y rosas las parejas hoy rotas, cuando no muerto con violencia uno de los dos a manos del otro, estar¨ªamos en el camino acertado para, despu¨¦s de analizarlas, detectar c¨®mo se crea y desarrolla el virus de la violencia de g¨¦nero.
Esta sociedad enferma no ha sabido educar a los j¨®venes para una relaci¨®n de pareja equilibrada y respetuosa por ambas partes. Prima, sobre el rigor en el enfoque ya desde la ¨¦poca colegial, una presentaci¨®n cursi, de falso entusiasmo y futuro dorado. Lo transmiten, desde las pel¨ªculas de series americanas impostando en preadolescentes sentimientos y comportamientos de adultos, hasta la publicidad falaz con mucho sanvalent¨ªn, por adjetivar lo desechable por falso en su mayor parte. Pero al dar el mayor valor posible de efectividad comercial al se?uelo de lo que les conviene llamar amor, lo pervierten y siembran semillas de malentendidos en las relaciones de pareja. Su triste y amargo fruto lo dar¨¢n los a?os venideros, cuando pasi¨®n y sexualidad en v¨ªas de extinci¨®n dejen desnuda la verdadera relaci¨®n que deber¨ªan soportar y disfrutar juntos si no hubieran confundido envoltorio y contenido.
A diferencia de tiempos pasados, retr¨®grados en este asunto, hoy existen los colegios mixtos, en los que ser¨ªa posible dedicar alg¨²n tiempo de cada curso a explicar a los alumnos las bases y los requisitos morales para una relaci¨®n humana entre ellas y ellos. Y digo humana sin redundancia alguna, pues bien sabemos c¨®mo en el mundo animal suele prevalecer de forma gen¨¦tica y conquistada la prepotencia del macho. Lo triste es que en el comportamiento humano se llega a veces por desgracia a superar ese mundo animal. ?Cu¨¢nto por hacer en una verdadera instituci¨®n libre de ense?anza!¡ª Miguel Teixidor de Otto.
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