De momento los griegos pasan de cuotas femeninas
Tsipras ha tenido muchos condicionantes para cuadrar el imposible sudoku de una Grecia otra vez al borde del abismo.
Sorpresa may¨²scula al etiquetar en Twitter en estos d¨ªas de v¨¦rtigo poselectoral, cambio hist¨®rico y nubarrones sobre Atenas: hay un hashtag llamado #Tsiprasmachista. Como si no bastara con la amenaza de #Grexit; las fil¨ªpicas de socios airados, conminando a los chicos malos de Atenas a obedecer las reglas, o la emergencia econ¨®mica y social que afronta el pa¨ªs, el clamor suscitado en el exterior ¨Cy sobre todo en Espa?a¨C por la ausencia de mujeres en el nuevo Gobierno griego resuena tambi¨¦n por aqu¨ª, en diferido, aunque la pol¨¦mica resulte tan extempor¨¢nea como ajena a la realidad social del pa¨ªs: en Grecia nadie se ha hecho cruces, ni rasgado las vestiduras, ni mucho menos editorializado (es decir, impartido doctrina) sobre la aparente falta de representaci¨®n femenina en el Ejecutivo porque es un reflejo de la sempiterna ausencia de mujeres de la vida p¨²blica.
Con 68 diputadas en una C¨¢mara de 300 esca?os, lo raro ¨Cy cosm¨¦tico¨C habr¨ªa sido un Gobierno paritario, argumentan muchas fuentes (tambi¨¦n femeninas) de Syriza, que con 44 parlamentarias saca notoria ventaja al resto de partidos representados. No es verdad, hay seis mujeres, claman otros muchos interlocutores ¨Cde todo el arco pol¨ªtico y social¨C, la estructura del Gobierno griego es distinta y esas seis mujeres ocupan puestos de gran responsabilidad, no son una presencia subsidiaria como simples jefas de negociado. En efecto, esas seis viceministras y ministras alternas (con rango superior al de un secretario de Estado espa?ol) son las titulares de Inmigraci¨®n (importante cartera de nueva creaci¨®n); Turismo (la gallina de los huevos de oro del pa¨ªs); la n¨²mero dos del ministro de Finanzas, Yanis Varufakis; y las encargadas de las sensibles carteras de Tracia-Macedonia, Solidaridad Social o Lucha contra el Paro. Adem¨¢s, Syriza ha colocado en la presidencia del Parlamento (la tercera autoridad del pa¨ªs, tras el presidente y el primer ministro) a Zo¨ª Konstantopulu, martillo de herejes en la anterior legislatura desde la comisi¨®n de transparencia y lucha contra la corrupci¨®n y prestigiosa y ca?era abogada de derechos humanos.
Syriza ya avis¨® antes de las elecciones de que formar¨ªa el mejor Ejecutivo posible para sacar a Grecia adelante en estos momentos de inestabilidad y turbulencias, y que primar¨ªa la capacidad de sus miembros sobre cualquier otra consideraci¨®n, incluido el g¨¦nero. Tsipras tambi¨¦n ha debido equilibrar su composici¨®n para representar a todas las corrientes de Syriza, y adem¨¢s acomodar en ¨¦l a su socio de coalici¨®n, el peque?o partido de derecha nacionalista Griegos Independientes (cuatro representantes). Muchos condicionantes para cuadrar el imposible sudoku de una Grecia otra vez al borde del abismo.
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