La ayuda en un mundo en crisis
Acnur y otros organismos de socorro abordan una cantidad sin precedentes de necesidades humanas, pero para ello necesitan ampliar su base de apoyo
Nunca en los 64 a?os de historia de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) se tuvo que hacer frente a tanta miseria en la humanidad. A principios de 2014, m¨¢s de 51 millones de personas fueron desplazadas de sus hogares, desarraigadas por conflictos y persecuci¨®n. Muchas m¨¢s han tenido que huir en los ¨²ltimos 12 meses.
Las guerras prolongadas, los desastres ambientales, y el fracaso del Estado han debilitado al sistema internacional de ayuda humanitaria llev¨¢ndolo m¨¢s all¨¢ de su punto de ruptura. Si Acnur y otros organismos de socorro van a abordar la cantidad sin precedentes de necesidades humanas, tendr¨¢n que ampliar su base de apoyo. Si no se ampl¨ªa en gran escala la participaci¨®n del sector privado, tanto en t¨¦rminos de experiencias compartidas como de apoyo financiero, no podremos socorrer a millones de personas que perdieron casi todo.
Siria es el pa¨ªs que brinda una alerta temprana. El conflicto es la mayor crisis humanitaria de nuestra era y un presagio de que potencialmente una era mucho peor est¨¢ por venir. El flujo de refugiados hacia los pa¨ªses vecinos ha adquirido una dimensi¨®n que va m¨¢s all¨¢ de cualquiera que yo haya encontrado previamente. En el L¨ªbano ¡ªun pa¨ªs peque?o acosado por sus propias dificultades internas¡ª los sirios ahora representan m¨¢s de una cuarta parte de la poblaci¨®n. All¨ª, al igual que en Jordania y Turqu¨ªa, los residentes locales se enfrentan a la ruina financiera debido a que los alquileres y los precios se disparan, el desempleo aumenta y los salarios caen.
Se est¨¢ demostrando que el reto es encontrar los fondos para hacer frente a la crisis. A mediados de diciembre, la ONU lanz¨® un llamamiento para la obtenci¨®n de 8.400 millones d¨®lares para ayudar a 18 millones de personas en los alrededores de Siria. El llamamiento forma parte de un cambio estrat¨¦gico, en el que la ONU tiene como objetivo complementar la asistencia humanitaria con programas a largo plazo que impulsar¨¢n las econom¨ªas de la regi¨®n.
Incluso si el llamamiento mencionado se financiar¨¢ en su totalidad, el dinero llegar¨ªa a ser apenas suficiente para que las personas puedan sobrevivir, recoger los pedazos de sus vidas y empezar a reconstruir. Y, sin embargo, a juzgar por la respuesta a los llamamientos anteriores, es probable que el financiamiento que reciba este llamamiento llegue a ser sustancialmente insuficiente. El a?o pasado, un llamamiento para el financiamiento de asistencia a los refugiados sirios reuni¨® solamente 54% del objetivo que se plante¨®. A los que pretend¨ªan obtener recursos para hacer frente a otras crisis tuvieron a¨²n peor suerte. De acuerdo con cifras de la ONU, ning¨²n llamamiento logr¨® alcanzar el 75% de su meta. Varios tuvieron problemas para reunir por lo menos un tercio de lo que se necesitaba.
La ayuda de emergencia a los refugiados debe ser acompa?ada con un apoyo mucho mayor para las comunidades que los acogen
Mientras tanto, el sistema de asilo ¡ªotro m¨¦todo tradicional para ayudar a los necesitados¡ª se encuentra bajo tensi¨®n. A medida que las crisis se multiplican en todo el mundo, los pa¨ªses ricos est¨¢n levantando nuevas barreras para evitar el ingreso de aquellos que llegan en busca de seguridad. Como resultado, los pa¨ªses lim¨ªtrofes con aquellos que sufren crisis ¡ªque a menudo son pa¨ªses que atraviesan por sus propias dificultades¡ª han sido dejados a su propia suerte, para que ellos asuman por s¨ª solos una parte cada vez mayor de la carga. Hoy en d¨ªa, casi el 90% de los refugiados viven en pa¨ªses en desarrollo, porcentaje que se increment¨® del 70% de hace 10 a?os.
Ya que los canales para migraci¨®n legales se encuentran atorados, cantidades de desesperados refugiados se han visto obligados a poner sus vidas en manos de traficantes sin escr¨²pulos. El n¨²mero de personas que viajan en embarcaciones inseguras y hacinadas atravesando el Mediterr¨¢neo, el oc¨¦ano ?ndico y el Golfo de Ad¨¦n ha crecido enormemente. M¨¢s de 4.200 personas perdieron la vida en dichas traves¨ªas, solamente durante el a?o 2014.
Para afrontar este desaf¨ªo se requerir¨¢ reformar nuestro sistema actual y repensar las formas c¨®mo podemos ayudar a los refugiados. El sistema de ayuda humanitaria se construy¨® sobre la premisa de que, cuando ocurriese un desastre, una mano de ayuda temporal ser¨ªa suficiente para que las personas recuperaran el control de sus vidas. En lugar de ello, millones de personas est¨¢n atrapadas en crisis semipermanentes, y a medida que transcurren los a?os se tornan en menos capaces para liberarse de dicha situaci¨®n.
La ayuda de emergencia a los refugiados debe ser acompa?ada con un apoyo mucho mayor para las comunidades que los acogen. La ayuda al desarrollo a largo plazo ¡ªque, en el mundo, equivale a ocho veces la cantidad asignada a las intervenciones humanitarias¡ª debe estar disponible para los pa¨ªses que se enfrentan grandes flujos de entrada de refugiados, incluy¨¦ndose entre ellos a aquellos de ingresos medios, como por ejemplo el L¨ªbano y Jordania, que normalmente son pa¨ªses que no se consideran como elegibles.
Ning¨²n llamamiento para atender a refugiados logr¨® el 75% de su meta, seg¨²n la ONU
En un mundo en el que se comprimen los presupuestos p¨²blicos y la riqueza privada est¨¢ en crecimiento, los gobiernos, por su propia cuenta, no pueden proporcionar el volumen de ayuda que se requiere. Adem¨¢s de la financiaci¨®n, existe la necesidad de la participaci¨®n del sector privado en los ¨¢mbitos de formaci¨®n, educaci¨®n, tecnolog¨ªa y log¨ªstica. Siempre que sea posible, se deben crear puestos de trabajo locales, para los refugiados y para la poblaci¨®n local. Al proporcionar a los refugiados con la oportunidad de ganarse la vida se les ayudar¨ªa a romper el c¨ªrculo vicioso de los llamamientos humanitarios con financiaci¨®n insuficiente y se les ayudar¨ªa a crear y mantener las habilidades para lograr la reconstrucci¨®n de sus vidas en el eventual caso de que regresen a casa.
Est¨¢ claro que tenemos la tecnolog¨ªa, los recursos y los conocimientos para lograr una enorme mejora en los est¨¢ndares de vida en todo el mundo, incluyendo aquellos de los refugiados. Y si es posible que una aplicaci¨®n para dispositivos m¨®viles se venda en miles de millones de d¨®lares, tambi¨¦n tenemos que ser capaces de encontrar los recursos para brindar asistencia a aquellos atrapados en los conflictos. La crisis en Siria ha dejado al descubierto el fracaso del abordaje anticuado que aplica la ayuda humanitaria. Es hora de actuar con seriedad para establecer un nuevo abordaje.
Traducido del ingl¨¦s por Roc¨ªo L. Barrientos.
Ant¨®nio Guterres, ex primer ministro de Portugal, es el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Copyright: Project Syndicate, 2015.
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