La llama, al ataque del VIH
Un estudio abre una nueva puerta para el diagn¨®stico y tratamiento del sida: los anticuerpos de los cam¨¦lidos sudamericanos
¡°Es como si una sola bala disparara al bull [centro de la diana]¡±, afirma con prudente entusiasmo el doctor Eduardo Gotuzzo, director del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt, adscrito a la Universidad Peruana Cayetano Heredia. En su oficina, poblada de libros sobre bacterias, virus y otros microorganismos, los ojos se le iluminan suavemente.
El pasado diciembre, la revista m¨¦dica Plos Pathogens public¨® un importante estudio: un equipo de 14 investigadores de varios pa¨ªses, liderados por la doctora. Laura Mc Coy del University College de Londres, comprob¨® que los anticuerpos de la llama (Lama glama), ese cam¨¦lido sudamericano multiuso, ten¨ªan un efecto inesperado.
Pod¨ªan neutralizar, nada menos, que al VIH (virus de inmunodeficiencia humana), ese maldito agente pat¨®geno que, seg¨²n ONUSIDA, en la actualidad vive en, por lo menos, 35 millones de humanos. Y lo hacen precisamente por esa cualidad que Gotuzzo, epidemi¨®logo de prestigio internacional, explica con una precisi¨®n casi quir¨²rgica. ¡°El ant¨ªgeno es una parte de cualquier microbio que, cuando se expone al sistema inmunol¨®gico, genera anticuerpos y sirve para hacer un diagn¨®stico¡±, dice enf¨¢tico. La prueba de Elisa, a?ade, es eso: buscar en la sangre de una persona los anticuerpos contra el VIH, al mezclarlo con una enzima. Si los tiene, quiere decir que est¨¢ infectado y es seropositivo.
Lo que ocurre con el malvado VIH es que, como anota este especialista, ¡°produce anticuerpos que no da?an al virus¡±. Si la persona no es tratada, el paso siguiente es que puede desarrollar el s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) y volverse muy vulnerable a otras enfermedades, como la neumon¨ªa, una infecci¨®n com¨²n entre los seropositivos no controlados.
Pues bien, la llama, ese animal que a¨²n algunos desprecian en Per¨² (y otros pa¨ªses) por ser un animal propio de las poblaciones andinas, tiene la m¨¢gica cualidad ¡ªcomo descubri¨® el equipo de la doctora Mc Coy¡ª de producir anticuerpos que s¨ª pueden neutralizar el VIH. Lo hacen porque, a diferencia de los generados por otros seres vivos, estos son de ¡°cadena ¨²nica¡±, es decir, menos complejos.
Seg¨²n Gotuzzo, los anticuerpos tienen dos cadenas de prote¨ªnas y funcionan ¡°como si tiraras un ca?¨®n, a ver qu¨¦ pescas¡±, mientras que los de una sola cadena ¡ªlos de las llamas y escualos¡ª apuntan mejor, dan en el blanco de la diana. De acuerdo con el texto de Plos Pathogens, tienen una efectividad alt¨ªsima: logran neutralizar, in vitro, el 96 % de las cepas de VIH con las que son enfrentados.
Es decir, resultan efectivos para atacar a este perverso agente pat¨®geno; le dan en el piso, lo neutralizan. La novedosa exploraci¨®n, por si fuera poco, podr¨ªa servir para producir una vacuna eficaz, pues si progresan las investigaciones se podr¨ªa aplicar a un individuo un ant¨ªgeno atenuado, o muerto, del VIH, a fin de que provoque su propio ej¨¦rcito de defensa y luche.
Soluci¨®n soluble
Curiosamente, el dominio variable, es decir, la parte movible de los anticuerpos de las llamas que es como el detector del ant¨ªgeno que convoca al ej¨¦rcito inmunol¨®gico a defenderse, ha sido denominado VHH. Gramaticalmente hablando, la diferencia es solo que una H reemplaza a la I y todo suena esperanzador, pero el asunto es bastante m¨¢s complejo de lo que se podr¨ªa suponer.
El comando de Mc Coy se?ala en el estudio que los ensayos de vacunaci¨®n hechos hasta ahora en animales y humanos hab¨ªan arrojado ¡°anticuerpos con solo una capacidad limitada para neutralizar el VIH¡±. Gotuzzo es a¨²n m¨¢s espec¨ªfico y sostiene que se han probado 15 vacunas para evitar el desarrollo del sida, pero ¡°ninguna brinda protecci¨®n¡±.
Tampoco paralizan el desarrollo de la enfermedad. Lo ¨²nico que se ha logrado, por el momento, es evitar el debilitamiento del sistema inmunitario mediante los antirretrovirales, que se fabrican en laboratorios farmac¨¦uticos. Con ellos, se logra congelar la enfermedad por un tiempo y el infectado debe tomarlos de manera permanente para mejorar su calidad de vida.
As¨ª, la ruta abierta por este hallazgo en la llama resulta crucial por varias razones. Al ser sus anticuerpos de una sola cadena de prote¨ªnas, no s¨®lo apuntan bien, sino que, como se?ala Jos¨¦ Espinoza, investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, ¡°son f¨¢cilmente solubles, estables y pueden ser producidos por fermentaci¨®n en bacterias o levaduras¡±.
Espinoza lo sabe porque est¨¢ investigando con los anticuerpos de la alpaca (Vicugna pacos), otro cam¨¦lido sudamericano, para el diagn¨®stico y tratamiento de la hepatitis B, una enfermedad del h¨ªgado que incluso puede volverse cr¨®nica. Hay avances y, por eso, ve con inter¨¦s las noticias que trae Plos Pathogens, pues abren nuevas aproximaciones.
¡°Lo que llama la atenci¨®n es que estos resultados sean promisorios en una enfermedad de tanto impacto en la salud p¨²blica mundial¡±, sostiene. En sus exploraciones, por a?adidura, se hab¨ªa encontrado, como la Dra. Mc Coy, que el VHH se puede reproducir en un laboratorio biotecnol¨®gico a partir de una bacteria tan com¨²n como el Escherichia coli.
?La revoluci¨®n y la salvaci¨®n?
Pese al largo camino que queda por transitar, no es poca cosa lo que se ha logrado. Lo que hizo el equipo de Mc Coy fue inyectar el VIH en tres llamas, y esperar que estas generaran los poderosos anticuerpos, para llevarlos al laboratorio y enfrentarlos al mismo VIH, in vitro, a ver si pod¨ªan impedir que las providenciales c¨¦lulas T, uno de los puntales de nuestro sistema inmunitario, no fueran inutilizadas.
Lo hicieron. Repelieron la invasi¨®n e impidieron que el perverso virus se reprodujera sin control en las c¨¦lulas T, que son producidas en la sangre y que tambi¨¦n son llamadas CD-4. Ese bloqueo es la clave en esta historia. Los pacientes con sida, a fuerza de sufrimiento, son conscientes de que cuando este puntal de sus defensas se altera comienzan sus problemas.
Al ser inhabilitadas las c¨¦lulas T por el VIH, entran sin piedad las enfermedades oportunistas, como la mencionada neumon¨ªa, la tuberculosis o la toxoplasmosis, entre otras. Los anticuerpos de las llamas, en el medio plazo, podr¨ªan convertirse en la llave para impedir ese desenlace, para hacer r¨¢pidos diagn¨®sticos y hasta para prevenir situaciones dram¨¢ticas e imprevisibles.
Gotuzzo pone como ejemplo una situaci¨®n que es tristemente habitual: la de una mujer violada. Si los estudios progresan, podr¨ªan utilizarse los anticuerpos de las llamas como forma de prevenci¨®n para ese terrible caso, a fin de evitar la contaminaci¨®n con el VIH. Se le administrar¨ªa apenas producido el hecho para evitar que este agente pat¨®geno se aloje en su cuerpo.
Otro uso posible, vaticina el experto, ser¨ªa el tratamiento para los ya infectados. Como estos vitales anticuerpos bloquean la acci¨®n del virus podr¨ªan mejorar la efectividad de los antirretrovirales y hacer que la persona viva sin su presencia durante varios meses. Pero dado que el VIH se reproduce aproximadamente cada dos d¨ªas, pasado un tiempo, se deber¨ªa volver a la carga contra ¨¦l.
La vacuna tambi¨¦n estar¨ªa a la vista y, al parecer, esta vez con m¨¢s serias posibilidades de ¨¦xito. Gotuzzo opina que ¡°se abre una puerta para hacer investigaci¨®n y cooperaci¨®n internacional¡±. Y en unos ocho o 10 a?os, pasadas numerosas pruebas, un nuevo medicamento podr¨ªa estar asomando. No s¨®lo ¨²til para el sida; sino tambi¨¦n para otras enfermedades virales.
Las llamas
A las esperanzas que abre este hallazgo, se agrega el hecho de que, seg¨²n dice Espinoza, los anticuerpos de llamas podr¨ªan "humanizarse" mediante la biotecnolog¨ªa. En otras palabras, a?adirles fragmentos proteicos humanos que los hagan soportables para nuestra especie, un asunto que siempre se tiene que enfrentar cuando la ciencia m¨¦dica atisba una nueva posibilidad.
La llama remite finalmente a un mito inca. Este cuenta que un hijo de Manco C¨¢pac se enamor¨® de una de sus hermanas menores, pero como el monarca se opuso, condenaron a ambos a muerte. El dios Viracocha, sin embargo, se apiad¨® de ellos y los convirti¨® en una pareja de llamas, que andaban deambulando por Los Andes, con una profunda mirada humana en los ojos.
El inca los reconoci¨® y los mand¨® matar de todas maneras. Desde entonces, los esp¨ªritus de los amantes vagan por el cielo y un d¨ªa volver¨¢n, nuevamente como humanos, para forjar un reino de paz entre los hombres. Entretanto, parecen haber vuelto en los genes de este animal andino dom¨¦stico, para ayudarnos a combatir un mal que, de cumplirse los mejores pron¨®sticos, ya no ser¨ªa invencible.
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