Enderezar al PSOE
Pedro S¨¢nchez quiebra la tendencia de la organizaci¨®n socialista a cerrarse sobre s¨ª misma
La direcci¨®n del PSOE no ha tenido dificultades para lograr el respaldo de la militancia a su candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, el catedr¨¢tico ?ngel Gabilondo, cuyo perfil profesional e intelectual ha sido considerado, casi un¨¢nimemente, mucho m¨¢s adecuado que el del anterior aspirante, Tom¨¢s G¨®mez. En solo nueve d¨ªas se ha cerrado el vac¨ªo creado por la destituci¨®n de este ¨²ltimo y una mayor¨ªa abrumadora de agrupaciones se ha decantado por Gabilondo, ofreci¨¦ndole as¨ª una base importante para la tarea que le aguarda.
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Por delante le queda un camino dif¨ªcil, obligado como est¨¢ a suturar con tacto las heridas de la organizaci¨®n sin dejar de pensar en las preocupaciones de los electores llamados a las urnas el 24 de mayo. Un candidato de este porte representa una oportunidad para el PSOE y ahora falta por concretar otra parte sensible, que es el proyecto con el que se presentar¨¢ ante los electores.
Tenga o no ¨¦xito inmediato, la operaci¨®n instada por el secretario general, Pedro S¨¢nchez, quiebra la tendencia de la organizaci¨®n a cerrarse sobre s¨ª misma y trata de romper los efectos de las redes de intereses creados por los aparatos del partido, apostando por una apertura necesaria para dar nueva vida a proyectos desfasados como el de Tom¨¢s G¨®mez, que ha quedado en evidencia. De poco les sirve a los socialistas ¡ªmadrile?os y de toda Espa?a¡ª enredarse en los juegos de los aparatos y de las baron¨ªas, con los cuales no van a convencer a los ciudadanos para que les voten a ellos en un tablero pol¨ªtico con abundancia de ofertas.
Los antiguos caladeros del voto socialista est¨¢n muy disputados. Que la formaci¨®n encabezada por Pablo Iglesias aspire a entrar con fuerza en ellos es una estrategia perfectamente l¨®gica; por lo mismo, habr¨ªa sido incomprensible que el PSOE se resignara a la derrota, permitiendo un vac¨ªo favorable a la estrategia de sus competidores. Los ciudadanos tienen derecho a verse bien representados y a estar razonablemente seguros de que los recursos que ponen a disposici¨®n de los pol¨ªticos se van a usar en misiones m¨¢s importantes, sensatas y ¨²tiles que la de alimentar batallas internas. Y esto vale no solo para los socialistas, sino para todos los sectores pol¨ªticos, de viejo y de nuevo cu?o, que se disponen a someterse al juicio de las urnas.
Mientras Pedro S¨¢nchez trata de arreglar los principales costurones de su partido, tambi¨¦n env¨ªa un mensaje al conjunto de Espa?a y al resto de la Uni¨®n Europea, situ¨¢ndose al lado de numerosos l¨ªderes socialistas y socialdem¨®cratas, de Martin Schulz y Sigmar Gabriel a Manuel Valls, que ayer acudieron a Madrid para un acto destinado b¨¢sicamente a respaldarle. La crisis del socialismo espa?ol, que coincide con la del sector socialdem¨®crata en el conjunto de Europa, les obliga a redefinir un proyecto capaz de atraer a capas amplias de ciudadanos. Esa es la tarea esencial y dif¨ªcil que les espera.
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