El buen gobierno cotiza al alza

El nuevo C¨®digo de Buen Gobierno Corporativo para las Empresas Cotizadas presentado ayer supone un paso adelante para reforzar el papel de supervisi¨®n de los gestores por parte del consejo de administraci¨®n y aclarar las responsabilidades de sus miembros, con recomendaciones concretas dirigidas a aumentar su efectividad. Entre ellas, encontramos muchas que ya estaban siendo de aplicaci¨®n obligada para las entidades financieras y que ahora ¡ªaunque en forma de recomendaciones¡ª se convierten en comunes para las cotizadas en Espa?a.

Los reguladores de los mercados locales de capitales se han dado cuenta de la importancia competitiva del gobierno corporativo para los inversores. En los ¨²ltimos a?os se han venido reformando las recomendaciones nacionales de buen gobierno con el sano prop¨®sito de aumentar el atractivo de sus empresas en los mercados de financiaci¨®n. El enfoque que podr¨ªamos denominar institucional, que en buena medida fue el inspirador de los anteriores c¨®digos de buen gobierno ¡ªen Espa?a y en otros pa¨ªses¡ª, ha dejado paso a una aproximaci¨®n m¨¢s pragm¨¢tica y cercana a las tesis que dominan hoy los mercados de capitales. Esa diferencia artificial que insist¨ªa en la existencia de dos modelos de gobierno, uno ¡°continental¡± aut¨®ctono y otro ¡°anglosaj¨®n¡± importado, ha quedado caduca en un mundo globalizado.

En el nuevo texto de la CNMV subyacen varias ideas transversales relevantes con el prop¨®sito de avanzar en una cultura empresarial m¨¢s enfocada en la creaci¨®n de valor a largo plazo. Asuntos clave que preocupan no solo a los inversores institucionales, sino tambi¨¦n a la ciudadan¨ªa. Aspectos que estaban en la calle y que el parqu¨¦ no podr¨ªa deso¨ªr. As¨ª nos encontramos con un importante grupo de recomendaciones dirigidas a aumentar la exigencia de independencia y conocimiento de aquellos con misi¨®n de supervisar los sistemas de control de las compa?¨ªas. Un avance como tambi¨¦n lo son aquellas medidas dirigidas a incorporar nuevos perfiles al consejo que reflejen mejor la vocaci¨®n internacional de las empresas o la realidad de g¨¦nero de una sociedad donde hoy se grad¨²an m¨¢s mujeres que hombres.

La gesti¨®n del riesgo, inherente a la empresa, toma cuerpo y precisa de una funci¨®n espec¨ªfica en las recomendaciones del c¨®digo. El desarrollo de las pol¨ªticas de responsabilidad social corporativa como un elemento que conecta a las empresas con la sociedad a la que sirven o las recomendaciones dirigidas a los esquemas de remuneraci¨®n de los consejeros y alta direcci¨®n servir¨¢n de palanca a muchas organizaciones para definir mejor su papel en la sociedad, estar mejor preparadas y ser m¨¢s competitivas en un entorno cambiante, complejo e interconectado por el avance de la tecnolog¨ªa.

La gesti¨®n del riesgo, inherente a la empresa, toma cuerpo y precisa de una funci¨®n espec¨ªfica en las recomendaciones del c¨®digo

Los consejos de administraci¨®n son un ¨®rgano vital de las compa?¨ªas. Su salud es un buen indicador de la viabilidad y longevidad de la compa?¨ªa en el largo plazo, y los inversores lo saben, pero tambi¨¦n el mejor talento o los mejores socios en el negocio. La calidad del debate en el seno de los m¨¢ximos ¨®rganos de gobierno de las empresas depende de la habilidad de sus l¨ªderes de crear un ambiente de trabajo en equipo realmente constructivo y exigente. En la construcci¨®n de este equipo de trabajo tiene un papel especial la persona que lidera la organizaci¨®n. Sin la adecuada din¨¢mica colaborativa y la disposici¨®n de un grupo de consejeros que piensan como propietarios y son capaces de ejercer su autoridad, las recomendaciones de buen gobierno sobre procesos y responsabilidades tendr¨¢n poca influencia. Esta es una recomendaci¨®n impl¨ªcita del nuevo c¨®digo, pero clave para entender el cambio y lograr el objetivo perseguido. Y es que las reformas llevadas a cabo en la Ley de Sociedades de Capital, en la reforma penal o del sistema financiero ¡ªy ahora en el nuevo c¨®digo de buen gobierno¡ª suponen no solo m¨¢s responsabilidad, sino adem¨¢s un reto profesional para aquellos que desarrollan la funci¨®n de consejeros.

Cumplir con las expectativas en este nuevo escenario va a suponer un esfuerzo tanto por parte de los l¨ªderes de las organizaciones, de los miembros de los consejos pero tambi¨¦n para los ejecutivos de las empresas a las que sirven. Para los consejeros, las nuevas exigencias en cuanto a dedicaci¨®n, conocimiento, informaci¨®n, e incluso interacci¨®n con inversores o los ejecutivos de la compa?¨ªa deben estar acompa?adas de mejor informaci¨®n, medios, y de recursos que potencien su papel, su talento y permitan desarrollar su tarea eficazmente.

Los c¨®digos pasados nos ense?an que las sugerencias que elabora el regulador tienen gran predicamento entre las empresas. Sin embargo, la aplicaci¨®n de estas recomendaciones, tambi¨¦n como otras en el pasado, depende de la voluntad de aquellos que tienen la misi¨®n de aplicarlas. Cumplir en lo formal seguramente terminar¨¢ siendo sencillo. Pero, como en todos los consejos que uno recibe en la vida, su valor se encuentra realmente en el esp¨ªritu que los inspira, m¨¢s que en la letra impresa que los contiene.

John Scott es presidente de KPMG en Espa?a, en la regi¨®n de EMA (Europa, Oriente Pr¨®ximo, ?frica y sur de Asia) y vicepresidente global.