El largo camino hacia la igualdad de la mujer

?Qu¨¦ tienen en com¨²n Pek¨ªn, Nueva York y Santiago?

Las tres ciudades son sin¨®nimo de la lucha por la igualdad de g¨¦nero y la b¨²squeda de sociedades m¨¢s incluyentes, donde las mujeres no sean discriminadas por el hecho de serlo y sin violencia contra ellas.

Pek¨ªn alberg¨® hace 20 a?os la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, donde las Naciones Unidas dejaron sus diferencias para planear conjuntamente un destino para lograr la igualdad entre hombres y mujeres.

Esta misma familia se reunir¨¢ dentro de siete meses en Nueva York para adoptar la Agenda del Desarrollo post 2015 que busca el consenso para erradicar la pobreza en la pr¨®xima d¨¦cada.

A pesar de los avances, queda mucho camino por recorrer. Por eso la decisi¨®n de la presidenta Bachelet de convocarnos en Santiago en torno a la idea de c¨®mo acabar la discriminaci¨®n contra la mujer, por el hecho de ser mujer. La presencia de la mujer en la pol¨ªtica, la ciencia, el deporte y la universidad debe ser normalizada pero, sobre todo, debemos asegurarnos que la mujer tenga sitio en la econom¨ªa.

En la pr¨®xima d¨¦cada mil millones de mujeres entrar¨¢n al mercado global como empresarias, empleadas, productoras y consumidoras. Empoderar econ¨®micamente a las mujeres traer¨¢ enormes beneficios. Las mujeres reinvierten el 90% de sus ingresos en sus familias, m¨¢s del doble que hermanos o maridos. Sabemos que un d¨®lar invertido en mejorar el acceso de la mujer a la econom¨ªa revierte siete en educaci¨®n, sanidad y mejor alimentaci¨®n.

Es una gran oportunidad econ¨®mica para atajar la desigualdad y combatir el envejecimiento de la poblaci¨®n

Chile es un ejemplo de los progresos alcanzados en estabilidad econ¨®mica, pol¨ªtica y reducci¨®n de la pobreza. Pero le queda por hacer mejoras en la participaci¨®n de mujeres y j¨®venes en el mercado laboral. Es una gran oportunidad econ¨®mica para atajar la desigualdad y combatir el envejecimiento de la poblaci¨®n. El Centro de Comercio Internacional (ITC) tiene larga experiencia en la integraci¨®n de la mujer en la econom¨ªa. Sabemos que su ¨¦xito depende de otras pol¨ªticas como educaci¨®n, formaci¨®n profesional, apoyo a la natalidad, empleo e innovaci¨®n.

Pero tambi¨¦n sabemos que esta tarea depender¨¢ de las pol¨ªticas de apoyo a las pymes, que representan m¨¢s del 90% del tejido empresarial de nuestros pa¨ªses- Ellas emplean entre casi el 70% de la mano de obra y a j¨®venes y mujeres. Apoyar a las pymes es apoyar el emprendimiento femenino.

La activa diplomacia comercial chilena ha abierto las puertas a numerosos nuevos mercados para sus miles de pymes. Traducir este potencial en beneficio de las empresarias chilenas depende ahora de las inversiones que se destinen a su internacionalizaci¨®n porque ellas enfrentan retos serios para crecer, mejorar productividad y contribuir al crecimiento incluyente. Conectar las pymes a los mercados, a cadenas de valor regionales o globales demanda esfuerzos p¨²blicos y privados decididos en estas ¨¢reas.

La Plataforma de Mujeres Empresarias del Centro de Comercio Internacional-ITC conecta empresarias con compradores de sus productos y servicios. En cinco a?os de existencia ha generado millones de d¨®lares en negocios, y creaci¨®n de empleo. En agosto la plataforma se reunir¨¢ en Sao Paolo. Invito a las empresarias chilenas a participar.

Pero hay un gran mercado nacional para las peque?as y medianas empresarias sin explotar: las compras p¨²blicas. Estas mueven miles de millones de d¨®lares cada a?o, pero la participaci¨®n de peque?as empresarias en ellas es de apenas un 1%. Cambiemos las reglas de compras p¨²blicas para asegurarnos mayores y mejores oportunidades para las peque?as empresarias.

No nos faltan ideas. Ahora necesitamos un esfuerzo concertado entre hombres y mujeres para hacer realidad el sue?o de una sociedad m¨¢s igualitaria. Santiago de Chile es una gran oportunidad para unir fuerzas.

Arancha Gonz¨¢lez es directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional (ITC).