Cinco se?ales de que est¨¢s demasiado harto de tu trabajo
Podemos llegar a pensar que la desmotivaci¨®n o el aburrimiento en el trabajo son algo normal pero a veces es necesario tomar medidas
En la historia reciente de nuestro pa¨ªs, un trabajo, cuanto m¨¢s dura, mejor. La idea de un para siempre en el ¨¢mbito laboral, sea cual sea la naturaleza del terreno profesional, ha invadido la buena intenci¨®n de los padres queriendo apuntalar la prosperidad de sus hijos. Como si un trabajo no se te pudiera quedar peque?o igual que una camiseta, un sue?o o el piso. Ahora que la historia reciente nos pisa los talones y parece que ya nada es para siempre, tienes la oportunidad de ser cr¨ªtico con tu puesto laboral. Distinguir entre cu¨¢ndo has cruzado la barrera entre el aburrimiento normal en el trabajo o la desmotivaci¨®n y el des¨¢nimo es importante para hacer un buen informe de la situaci¨®n y tomar medidas.
Desde hace un tiempo, que ya tiene visos de convertirse en temporada, te pesa m¨¢s que nunca el sue?o al levantarte. Dudas, si la desafecci¨®n que sientes por todo lo que est¨¦ relacionado con tu trabajo entra dentro de lo normal o ya empieza a cambiar de color. Puede ser que necesites un cambio, o igual unas nuevas vacaciones, piensas. Pero ¨²ltimamente ni las vacaciones son ya parche, la cuesta arriba ha tomado una pendiente dif¨ªcil de escalar. Aqu¨ª va un listado de signos y s¨ªntomas para identificar cu¨¢ndo lo normal se ha convertido en extraordinario y tienes que empezar a escucharte y hacerte caso.
El primer caf¨¦ de la ma?ana
¡°Todos tenemos una serie de h¨¢bitos en el trabajo de los que nos cuesta desprendernos, uno de los primeros s¨ªntomas es el primer caf¨¦ del d¨ªa, empiezas a huir un poco de esas charlas tempraneras de temas variados de unos cuantos: la pol¨ªtica, los ni?os y Gran Hermano son los protagonistas, apunta Desir¨¦e Moreno, responsable de RRHH en Mar¨ªtima Davila S.A., empresa de unos 500 trabajadores. Si ya no soportas escuchar una conversaci¨®n que hasta hace poco te divert¨ªa, o simplemente, amenizaba el inicio de la jornada laboral, algo ha cambiado dentro de ti. La conversaci¨®n sigue siendo igual de amena o de aburrida que hace unos meses.
Una jornada de monos¨ªlabos
Por la palabra empieza a evidenciarse la desmotivaci¨®n. Donde antes hubieras argumentado, debatido o simplemente habr¨ªas participado de la situaci¨®n, ahora lo resuelves con un monos¨ªlabo seguido de una hu¨ªda con los hombros ca¨ªdos. ¡°Tu puesto de trabajo es tu refugio casi toda la jornada y los monos¨ªlabos comienzan a ser sin duda lo ¨²nico que tiendes a contestar ante cualquier tipo de comunicaci¨®n en tu entorno laboral¡±, en palabras de Moreno.
Te vistes de invisible
¡°Cuando pierdes las ganas de resaltar, de hacerte ver, te quedas en la sombra y te vuelves gris. Baja el rendimiento, no de forma brusca, pero s¨ª perceptible. Cubres el expediente, no vas m¨¢s all¨¢. Baja el nivel de exigencia contigo mismo y con los dem¨¢s¡±, describe R.L., el responsable ejecutivo de una multinacional en Espa?a que prefiere no dar su nombre. Son s¨ªntomas, primeras erupciones cut¨¢neas de tu ¨¢nimo, que diagnostican una tendencia con final complicado.
Sensaci¨®n de equilibrio roto
¡°Aparece la sensaci¨®n de equilibrio roto entre lo que doy y lo que recibo. El trabajo deja de hacerte sonre¨ªr y cualquier excusa empieza a ser una buena justificaci¨®n para no cumplir con los tiempos, con las tareas habituales¡±, cuenta el ejecutivo en recursos humanos, R.L. La sensaci¨®n de equilibrio roto es uno de los s¨ªntomas fundamentales para un buen diagn¨®stico, cuando empiezas a sentir que la empresa se est¨¢ aprovechando de ti, que das m¨¢s de lo que recibes y ya no te compensa la relaci¨®n adquirida, es momento de hac¨¦rselo mirar.
Siempre negativo, nunca positivo
"Dinamitar una iniciativa positiva de empresa que es positiva y en favor del empleado, cualquier nueva propuesta est¨¢ desvirtuada ante ese cansancio laboral". Para la responsable de RRHH de Mar¨ªtima Davila, Desir¨¦e Moreno, cuando empiezas a echar para atr¨¢s iniciativas y proyectos que te benefician, o que te deber¨ªan motivar si todo fuera bien, es signo ineludible de cansancio acumulado. Perder la capacidad cr¨ªtica y objetividad frente a las propuestas de compa?eros y superiores solo ayudan a fomentar tu desmotivaci¨®n.
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