Austero Berlinguer
En qu¨¦ momento se perdi¨® el concepto de austeridad como modelo alternativo al existente
Ahora que la austeridad ha dejado de ser la moda (aunque se siga aplicando) y que sus autores intelectuales intentan, avergonzados, soltarse de ella como si fuera un chicle pegado en la suela del zapato, la cuesti¨®n es en qu¨¦ momento se perdi¨® la batalla de la austeridad como uno de los medios centrales para impugnar desde la ra¨ªz un modelo de crecimiento basado en el derroche y en el desaprovechamiento de los recursos naturales y sustituirlo por otro que ten¨ªa como objeto luchar contra el cambio clim¨¢tico, considerado el problema mas grave de la humanidad.
La austeridad fue arrebatada de su significado inicial para devenir, siempre, en sin¨®nimo de las mal llamadas reformas estructurales (recortes) de devaluaciones internas salariales, de reducci¨®n de la protecci¨®n social. Aquella versi¨®n de una pol¨ªtica de austeridad transformadora y redistributiva fue desarrollada en los a?os setenta del siglo XX por el partido intelectualmente m¨¢s imaginativo que ha existido en el pasado inmediato: el Partido Comunista Italiano (PCI). Antes de que Syriza rompiese en Grecia el molde del bipartidismo tradicional de los pa¨ªses europeos, el que estuvo a punto de conseguirlo fue el PCI de Enrico Berlinguer.
En 1977 Berlinguer publicaba un op¨²sculo titulado Austeridad (editorial Materiales, hoy inencontrable) en el que se defend¨ªa ¨¦sta como algo radicalmente distinto de una pol¨ªtica de rentas y de estabilizaci¨®n econ¨®mica, pese a que ambas presenten algunas apariencias comunes. Berlinguer diferencia la austeridad concebida como instrumento de depresi¨®n econ¨®mica y de perpetuaci¨®n de las injusticias sociales, de aqu¨¦lla considerada como una ocasi¨®n para el desarrollo de un modelo de desarrollo econ¨®mico y social alternativo que, al final, supondr¨ªa una defensa y expansi¨®n de la democracia.
Berlinguer plantea ya entonces un dilema muy actual: o nos abandonamos al curso actual de los acontecimientos, dej¨¢ndonos caer pelda?o a pelda?o por la escalera de la decadencia y de la barbarizaci¨®n de la vida, o se afronta la versi¨®n redistributiva de la austeridad. Por cierto, que el pr¨®logo a la versi¨®n castellana del libro estaba firmado por un jovenc¨ªsimo catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Econ¨®mica, que se reclamaba del marxismo, llamado Julio Segura. Segura se pregunta por qu¨¦ antes de la crisis del petr¨®leo (1973) la izquierda no hablaba de la austeridad como estrategia superadora del capitalismo y por qu¨¦ la misma izquierda defend¨ªa ahora (1977) la austeridad cuando antes combat¨ªa la pol¨ªtica de estabilidad y de rentas tradicionalmente utilizadas para salir de las crisis.
As¨ª se activa un nuevo debate: c¨®mo la austeridad fue concebida como herramienta tanto contra los defensores del injusto orden existente como contra los que la consideraban la ¨²nica situaci¨®n posible de una sociedad destinada a permanecer cada vez m¨¢s desequilibrada y m¨¢s cargada de desigualdades, y ha devenido para muchos ciudadanos en austericidio.
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