Harrison Ford maniobra
El actor que interpret¨® al intr¨¦pido conductor de ¡®El Halc¨®n Milenario¡¯ sufre un accidente con su avioneta
Uno de los testigos del accidente coment¨® que la maniobra hab¨ªa sido perfecta. As¨ª que no cunda el p¨¢nico entre los mit¨®manos: Harrison Ford estuvo a la altura de las expectativas. El problema es que su avioneta ST3KR, construida en 1942 como modelo de entrenamiento para los pilotos que iban a bregarse en la II?Guerra Mundial, ya no est¨¢ para tantos trotes y tuvo un fallo mec¨¢nico. Ford, que a los 72 a?os sigue en activo, debe dar por hecho que el cacharro se conserva en forma del mismo modo que ¨¦l mantiene intactos sus encantos. Sali¨® del aeropuerto de Santa M¨®nica, California, y al rato se vio obligado a forzar un aterrizaje que termin¨® en un golpe m¨¢s o menos rotundo en el hoyo 8 de un campo de golf cercano. El actor se hizo unas cuantas heridas, pero est¨¢ fuera de peligro.
Ir de un sitio a otro en avioneta tiene sus riesgos. Es desde luego menos seguro que trasladarse en transporte p¨²blico, pero puede ser que le facilite extraordinariamente la vida a una estrella de Hollywood. Ah¨ª en las alturas, Harrison Ford se libra del acoso permanente de cuantos persiguen un aut¨®grafo y evita las c¨¢maras de los paparazi. De hecho, el actor tiene un hangar en el aeropuerto de Santa M¨®nica y suele preferir acudir a sus citas por v¨ªa a¨¦rea, en avioneta o en helic¨®ptero.
No es la primera vez que Harrison Ford se ha dado un susto. En el a?o 2000 el golpe se lo peg¨® en Lincoln, Nebraska, pilotando un avi¨®n de seis pasajeros. Un a?o antes tuvo un incidente relativamente cerca de Los ?ngeles al mando de un helic¨®ptero. Siempre con fortuna, no pas¨® nada grave.
Si Ford consigui¨® pilotar ese viejo trasto, El Halc¨®n Milenario, cuando le toc¨® hacer de Han Solo en La guerra de las galaxias, es posible que, tras las sacudidas que pas¨® entonces y las complicaciones a las que sobrevivi¨®, se sienta como quien opera m¨¢s all¨¢ del bien y del mal, bendecido siempre por la suerte. Nunca est¨¢ de m¨¢s, por eso, que recuerde la distancia que existe entre la realidad y la ficci¨®n. Metido en el rodaje de una nueva entrega de la serie gal¨¢ctica y a vueltas con otra pieza de Blade Runner, igual se siente invencible. ?Prudencia!: fuera de los plat¨®s los golpes son m¨¢s duros.
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