Esencia de mujer
¡°El cuerpo femenino es infinitamente m¨¢s rico en aceites, y por eso m¨¢s liviano, raro, genial y espiritual que el del hombre¡±
¡°El cuerpo femenino es infinitamente m¨¢s rico en aceites, y por eso mismo m¨¢s liviano, m¨¢s raro, m¨¢s genial y, en definitiva, m¨¢s espiritual que el del hombre¡±. Esta es una idea del fil¨®sofo h¨²ngaro B¨¦la Hamvas, que escrib¨ªa libros y trabajaba de bibliotecario en Budapest hasta que el r¨¦gimen lo conden¨® al ostracismo por escribir: en aquel mundo en donde la ¨²nica perspectiva era la realista, ¨¦l hac¨ªa una defensa del arte abstracto. Hamvas muri¨® en 1968 y dej¨® un breve y luminoso tratado que se titula La filosof¨ªa del vino. Este fil¨®sofo vitalista, de esp¨ªritu solar, convierte al vino en la materia de sus reflexiones, y nos presenta el beber como una rama insoslayable del saber. Como se trata de un fil¨®sofo exc¨¦ntrico, que prefiere los meandros reflexivos al pensamiento rectil¨ªneo, muy pronto cae en la gran met¨¢fora que ofrecen los aromas del vino para explorar en los olores que emanan del cuerpo de la mujer. Despu¨¦s de su fugaz teor¨ªa de los aceites, con la que comenzaron estas l¨ªneas, propone los tres lugares del cuerpo femenino donde se arremolinan los olores m¨¢s inquietantes. Empieza por la boca, por los labios, pero no en la parte central, sino en las comisuras, que son ¡°mucho m¨¢s arom¨¢ticas¡±. Sigue con las corvas, esa zona generosa detr¨¢s de la rodilla, esa misteriosa bisagra que, seg¨²n el fil¨®sofo, es el lugar ¡°donde la mujer es m¨¢s mujer¡±, quiz¨¢, y esto ya lo digo yo, por la cantidad de aceite corporal, de esencia femenina, que necesita el mecanismo de la rodilla. Pero la parte de la que emanan los aromas m¨¢s exuberantes es el ¨¢rea interior del muslo, ¡°a cuatro o cinco dedos de la rodilla¡±, la zona ¡°m¨¢s rica en aceites colmados de especias¡±, el lugar en el que se ¡°despliega plenamente la esencia de una mujer¡±.
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