¡°?Por qu¨¦ no dar dinero directamente a las v¨ªctimas del tr¨¢fico de personas?¡±
La cooperante prueba un enfoque nuevo para ayudar a quienes han salido del tr¨¢fico de personas y que puedan rehacer sus vidas
No podr¨ªa esconder sus or¨ªgenes multiculturales aunque se lo propusiera. La cara de Lisa Rende Taylor (EE UU, 1974) habla de mezcla. De padres americanos, con abuelos italianos y tailandeses, se cri¨® en Alemania, estudi¨® en su pa¨ªs y sinti¨® la llamada de Asia para desarrollar su carrera profesional. All¨ª, en Tailandia, lleva 17 a?os tratando de poner soluciones al tr¨¢fico de personas en el sudeste asi¨¢tico a trav¨¦s de distintas organizaciones y f¨®rmulas.
En este tiempo ha llegado a una conclusi¨®n: para ayudar a las v¨ªctimas los enfoques tradicionales no son suficientes. El proyecto ISSARA, que dirige desde hace un a?o dentro de la organizaci¨®n Anti Slavery International, est¨¢ a punto de probar algo nuevo con el apoyo de la espa?ola Anesvad: transferir dinero directamente a quienes salen de la trata para que sean ellos quienes lo administren y puedan reconstruir sus propias vidas. Es un programa piloto en el que participar¨¢n 80 personas. La idea es darles dinero sin pr¨¢cticamente condiciones para que, cuando son liberados de la trata, tengan algo con qu¨¦ salir adelante, pagar sus deudas, comenzar un peque?o emprendimiento o regularizar la situaci¨®n en el pa¨ªs en el que se encuentren. Porque la liberaci¨®n de una persona esclavizada no es, ni mucho menos, la soluci¨®n a sus problemas. A partir de ah¨ª llegan los pasos por centros de inmigraci¨®n, procesos judiciales o la verg¨¹enza de tener que volver a casa sin nada, lo que conduce, en muchos casos a volver a emigrar y ser traficados.
Todav¨ªa quedan por afinar los protocolos y las condiciones para dar este dinero a las v¨ªctimas. En ello trabaja Taylor con su organizaci¨®n. El importe para cada una rondar¨¢ alrededor de los 240 d¨®lares, aunque se ir¨¢ ajustando a cada situaci¨®n y estar¨¢ sujeto a pocas condiciones, como que no lo malgasten en alcohol o productos similares. ISSARA tambi¨¦n prepara un programa para realizar un seguimiento de los beneficiarios. ¡°No solo se trata de un programa para mejorar sus vidas, sino tambi¨¦n de comprobar qu¨¦ es lo que realmente necesitan¡±, explica Taylor.
Ya sabe mucho Taylor sobre lo que estas personas requieren. Hace m¨¢s de un lustro puso en marcha una l¨ªnea de atenci¨®n telef¨®nica a personas migrantes. All¨ª reciben cientos de llamadas que llegan desde toda la regi¨®n del Mekong (que comprende a Camboya, Laos, Myanmar, Tailandia, Vietnam y la provincia china de Yunnan) y atienden en tres idiomas. Seg¨²n cuenta, alrededor del 40% de los usuarios son v¨ªctimas del tr¨¢fico de personas. Un programa de la MTV que se emite en buena parte de esta regi¨®n populariz¨® esta l¨ªnea de atenci¨®n y ahora es una referencia para los migrantes y les sirve para pedir ayuda para sus casos o el de sus familiares, preguntar qu¨¦ pueden hacer para liberarse o cu¨¢les son los tr¨¢mites para regularizar su situaci¨®n en el caso de que no est¨¦n en cautiverio.
Taylor es firme defensora de que el problema no es la inmigraci¨®n, sino el tr¨¢fico de personas: ¡°No tiene nada de malo en que la gente busque trabajo en otro pa¨ªs, eso es totalmente normal. Lo que tenemos que propiciar es que las condiciones en los emisores sean las mejores, para que quien se marche no lo haga impulsado por la miseria y presionado por tener que enviar dinero a sus familias, y que los canales sean legales y transparentes para evitar la trata¡±.
Son conclusiones a las que ha llegado tras estudiar un doctorado sobre las necesidades de la infancia en la regi¨®n hace m¨¢s de 20 a?os, haber trabajado despu¨¦s para el Departamento de Estado estadounidense ¡ªlo que le sirvi¨® para ¡°conocer la perspectiva de un pa¨ªs donante¡±¡ª y, m¨¢s recientemente, en la ONU, sobre el terreno en Tailandia. De ah¨ª salieron las tres personas, incluida ella, que montaron ISSARA, que ahora busca este nuevo enfoque de transferencia de dinero a las v¨ªctimas, que no est¨¢ exento de pol¨¦mica; en el sector hay quien piensa que aportar fondos persona a persona corre el riesgo de caer en el despilfarro o, al menos, poca eficiencia en el gasto. Pero Taylor se muestra convencida de que puede funcionar y dice, cautelosa, que los resultados dir¨¢n si ha sido una buena idea. ¡°?Por qu¨¦ no?¡±, se pregunta.
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