Freno a la pirater¨ªa

La sensaci¨®n de que todo lo que circula por el ciberespacio es gratuito causa efectos devastadores en el mundo de la cultura. El informe de la Coalici¨®n de Creadores e Industrias de Contenidos, seg¨²n el cual cerca del 90% de los consumos culturales que se realizan a trav¨¦s de la Red ¡ª?el 90%!¡ª es ilegal, pone de relieve la gravedad de un problema que, lejos de mejorar, va a peor.

Los datos son escalofriantes: en 2014 se piratearon 877 millones de pel¨ªculas, 1.033 millones de cap¨ªtulos de series y 139 millones de partidos de f¨²tbol, cifras que sit¨²an a Espa?a en los primeros puestos de la clasificaci¨®n mundial de pa¨ªses que vulneran los derechos de autores y creadores. Traducido a euros, estos accesos il¨ªcitos suponen que las empresas afectadas han dejado de ingresar 1.700 millones de euros, y que al Estado se le han escamoteado 627 millones en concepto de impuestos y Seguridad Social.

Luchar contra la pirater¨ªa debe ser un objetivo esencial de la Administraci¨®n si se quiere preservar una industria que, como la cultural, necesita de est¨ªmulos ¡ªy no solo econ¨®micos¡ª para su desarrollo e incluso para su supervivencia. La nueva Ley de Propiedad Intelectual, que entr¨® en vigor en enero, es un buen instrumento para llevar a cabo esta tarea. Pero es necesario que se aceleren los tr¨¢mites para bloquear los accesos y cerrar las p¨¢ginas web ilegales. Demorar estos procesos durante seis meses, como ocurre en la actualidad, solo lleva a entorpecer su persecuci¨®n.

Aplicar con determinaci¨®n la ley es la mejor medida para combatir estos delitos, como se ha visto en la reciente sentencia de la Audiencia Nacional que ha condenado a seis a?os de c¨¢rcel a los creadores de YouKioske por delitos contra la propiedad intelectual y pertenencia a organizaci¨®n criminal. En los ¨²ltimos meses tambi¨¦n han sido cerradas varias p¨¢ginas de descargas ilegales de series de televisi¨®n.

Adem¨¢s de perseguir judicialmente a los piratas de la web, es necesario que los poderes p¨²blicos desarrollen una labor pedag¨®gica entre la poblaci¨®n para combatir la idea del todo gratis que con gran ¨¦xito, sobre todo en las generaciones m¨¢s j¨®venes, se ha instalado en Internet. Porque acceder a contenidos web sin pagar es como entrar en una tienda y llevarse algo sin pasar por caja: sencillamente, un robo.