El pueblo infectado por el VIH
Camboya es el pa¨ªs de la regi¨®n que m¨¢s ha reducido las infecciones. Pero los pacientes prefieren la medicina privada barata al sistema de salud p¨²blica cualificado
Yam Supon, de dos a?os, se acaba el kralan ¨Cplato camboyano de arroz dulce envuelto en ca?a de bamb¨² con forma cil¨ªndrica¨C. Su madre, Tao Nat, le anima a que apure los ¨²ltimos granos. Buena alimentaci¨®n y no hacer esfuerzos, le recomendaron los m¨¦dicos tras conocer su estado. Young Sotom, de 25 a?os, tambi¨¦n observa con preocupaci¨®n a su peque?o de cuatro meses, quien babea indiferente. Tie Tola tiene diarrea y su madre teme que el fuerte tratamiento m¨¦dico acabe con su vida; como le ocurri¨® a su primo de seis meses. El miedo a la enfermedad desconocida se intuye en las miradas protectoras de madres, t¨ªos y abuelos de esta familia; en la que hasta 18 miembros han sido infectados con el VIH.
¡°Fuimos al centro m¨¦dico en diciembre y nos dijeron que hab¨ªamos contra¨ªdo el virus por inyecciones. Nos han examinado muchas veces desde entonces, pero a¨²n no sabemos bien lo que ocurre¡±, explica Aem Mnomb. Esta agricultora de 42 a?os relata c¨®mo casi todos sus familiares han sido encontrados portadores del VIH en los ¨²ltimos meses, incluyendo 11 menores de 25 a?os. ¡°Tenemos miedo de lo que le espera a los ni?os de nuestra familia¡±. Aem resume el sentir de los familiares presentes, cobijados a la sombra del sol inclemente de su poblado, a casi cinco kil¨®metros de distancia de la carretera pavimentada m¨¢s cercana.
Desde que una embarazada fuera diagnosticada con VIH tras un test rutinario en agosto de 2014, los casos se han multiplicado dram¨¢ticamente en la comunidad de Roka, que tiene una poblaci¨®n de apenas 9.000 granjeros. Casi 2.000 habitantes de esta peque?a aldea cercana a Battambang, en el noroeste de Camboya, han sido analizados; registr¨¢ndose 236 casos de VIH, de los que 157 ya reciben tratamiento antirretroviral (ATR), seg¨²n informa el Centro Nacional para VIH/SIDA, dermatolog¨ªa y enfermedades de transmisi¨®n sexual (EST) ¨CNCHADS, en sus siglas en ingl¨¦s¨C. Sin embargo, el virus ya se ha cobrado la vida de cuatro personas; un beb¨¦ y tres ancianos.
La investigaci¨®n que sucedi¨® al descubrimiento de la epidemia, en noviembre del a?o pasado, atribuye las infecciones a un m¨¦dico local que operaba sin licencia. Yem Chrin, de 55 a?os, confes¨® a la polic¨ªa haber utilizado la misma jeringuilla con diferentes pacientes. El m¨¦dico negligente, que comenz¨® sus pr¨¢cticas sanitarias en los campamentos de refugiados establecidos durante la guerra civil que sacudi¨® Camboya en los a?os ochenta, hab¨ªa sido el doctor que trataba todo tipo de enfermedades de los habitantes de Roka en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Yem Chrin es acusado de cargos por violaci¨®n de ¨¦tica m¨¦dica, propagaci¨®n del VIH y asesinato. De ser encontrado culpable, el m¨¦dico se enfrenta a una condena de cadena perpetua
De 2.000 pruebas realizadas en la aldea, 236 han dado positivo
¡°El doctor viajaba por el poblado ayud¨¢ndonos cuando ca¨ªamos enfermos. En ocasiones, ni cobraba la atenci¨®n que nos daba. Es un buen m¨¦dico¡±, cuenta Coum Prok recostado sobre las s¨¢banas y cojines donados por las organizaciones de ayuda, en la cama adyacente a su casa. Este granjero de 66 a?os visit¨® al doctor para recibir una inyecci¨®n para aliviar su dolor de pierna en julio de 2014, seis meses m¨¢s tarde, dio positivo en una prueba. Aunque sabe que su vida est¨¢ en peligro, el viejo Coum se consuela pensando que ni su mujer ni sus seis hijos (y otros tantos nietos) han sido infectados.
¡°Las personas mayores, algunos de 70 y 80 a?os, est¨¢n especialmente en riesgo. Hay que tener cuidado con los ancianos antes de empezar el tratamiento, porque tambi¨¦n sufren hipertensi¨®n, diabetes y otras enfermedades¡±, aclara Chel Sarim, asesor t¨¦cnico de Salud Familiar Internacional (FHI360), una de las organizaciones que colaboran con el Ministerio de Salud de Camboya en el control de los 190 adultos y 46 menores de 15 a?os que han sido diagnosticados con el virus desde que se conociese el brote epid¨¦mico.
El n¨²mero de nuevos casos de VIH en el pa¨ªs ha ca¨ªdo de 3.500 en 2005 a solo 1.300 en 2013
La respuesta de las autoridades sanitarias ante la emergencia es que ha coordinado la ayuda de una decena de organizaciones nacionales e internacionales. ¡°Decidimos abrir un servicio sat¨¦lite movilizando a cuatro equipos especialistas en antirretrovirales e infecciones oportunistas ¨Cderivadas de la d¨¦bil salud de los portadores del VIH¨C. Cada equipo est¨¢ formado por un doctor, una enfermera y un trabajador social, y rotar¨¢ durante seis meses¡±, explica el doctor Ly Penh Sun, director de NCHADS. La organizaci¨®n est¨¢ construyendo un servicio anexo al peque?o centro m¨¦dico de Roka mientras refiere a los pacientes m¨¢s graves al Hospital de Battambang.
La mejora en los sistemas de diagn¨®stico y la asistencia sanitaria ante el VIH ha permitido una respuesta r¨¢pida ante esta situaci¨®n de emergencia. Seg¨²n Ly Penh Sun, el servicio nacional de salud ya hab¨ªa ampliado la prueba del virus y el asesoramiento a contagiados a m¨¢s de 1.000 centros m¨¦dicos de todo el pa¨ªs en a?os anteriores. Camboya dej¨® de ser uno de los centros epid¨¦micos del virus del sida de Asia a mediados de los 90 y ha reducido la tasa de nuevas infecciones en un 67%; de los 3.500 afectados en 2005 a solo 1.300 en 2013.
De acuerdo con el ¨²ltimo informe sobre la situaci¨®n del VIH y del SIDA en la regi¨®n Asia-Pac¨ªfico elaborado por la agencia especializada de Naciones Unidas (ONUSIDA), de los 4,8 millones de afectados por el virus en los 12 pa¨ªses del entorno, los camboyanos son los que, en mayor proporci¨®n, reciben tratamiento: dos tercios de los 75.000 infectados tienen acceso a ART, mientras que la media regional es de s¨®lo un tercio. Camboya tambi¨¦n es el ¨²nico pa¨ªs del ¨¢rea, junto con Nepal, con la tasa m¨¢s baja de nuevas infecciones, seg¨²n Steven J. Kraus, director regional de la agencia.
A pesar del progreso en la prevenci¨®n y tratamiento del VIH, la informaci¨®n sobre el virus es un requisito urgente en Camboya. ¡°Ha habido poco enfoque en los riesgos de la transmisi¨®n mediante inyecciones e infusiones. Estaba centrado en la transmisi¨®n sexual y de madres a hijos. Esta situaci¨®n demuestra que las campa?as informativas siguen siendo necesarias¡±, analiza Marie-Odile Emond. La directora de la ONUSIDA en Camboya se?ala la importancia de convencer a la poblaci¨®n local sobre la asistencia m¨¦dica competente: ¡°Hay que regular la prestaci¨®n de servicios y concienciar a la comunidad del uso de centros de salud cualificados ya que existe una tendencia a pedir inyecciones cuando no son necesarias¡±. Marie-Odile confirma as¨ª la obligaci¨®n de regular el sector privado, que ha ensombrecido el sistema p¨²blico de salud en Camboya desde hace d¨¦cadas.
El origen de la infecci¨®n masiva de VIH en Roka podr¨ªa ser una jeringuilla reutilizada por un doctor sin licencia
¡°Normalmente, iba al centro m¨¦dico, pero tambi¨¦n le ped¨ªa ayuda personal al doctor para recibir inyecciones. Mi familia y yo hemos ido muchas veces a su casa porque nos trataba de forma gratuita¡±, cuenta Soun Thoeun, de 53 a?os, quien acud¨ªa al doctor privado para ahorrar costes debido a la escasez econ¨®mica de su familia. Soun est¨¢ preocupado porque tiene que alimentar a su mujer, cuatro hijos y dos nietos; pero no tiene fuerzas y los m¨¦dicos le han recomendado reposo. ¡°Llevo meses sin trabajar en el campo o en la construcci¨®n. Mi familia me necesita. Las organizaciones y el gobierno nos han dado 50 kilos de arroz, comida enlatada y especias. Pero no creo que eso sea suficiente¡±, se queja aun desorientado por la noticia de su infecci¨®n, recibida a principios de a?o. ¡°Me encuentro muy d¨¦bil. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ con mi pobre familia si no puedo trabajar?¡±, se pregunta Soun, resumiendo el desasosiego de los cientos de infectados por VIH en el peque?o pueblo de Roka.
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