El cambio sin cambio
Tengo miedo de que el de Podemos sea uno de esos cambios en los que se cambia algo para que no cambie nada
Muchos acogimos la irrupci¨®n de Podemos sin reticencia o con esperanza: parec¨ªa la cristalizaci¨®n pol¨ªtica del 15-M, en muchos sentidos lo m¨¢s saludable que ha ocurrido en Espa?a durante los ¨²ltimos a?os. Ante el 15-M se abr¨ªan dos opciones para los partidos pol¨ªticos: una, escuchar las protestas, tratar de entenderlas y abrirse a las nuevas inquietudes y a sus portadores; la otra, considerarlas una amenaza, no escucharlas o fingir que las escuchaban sin escucharlas y cerrarse a ellas. Previsiblemente, los partidos optaron por la segunda opci¨®n; previsiblemente porque en Espa?a los partidos se han convertido en clubes exclusivos, casi carentes de democracia interna, y tambi¨¦n en agencias de colocaci¨®n, donde todos parecen velar por sus propios intereses y nadie por los de todos. El resultado fue Podemos, que supo capitalizar las ansias de cambio del 15-M. Pero ?es tambi¨¦n el instrumento del cambio?
La intuici¨®n central del 15-M fue que el primer problema de este pa¨ªs era pol¨ªtico antes que econ¨®mico: ¡°?Democracia real ya!¡± significaba que nuestra democracia era pobre e insuficiente y que amenazaba con convertirse en una partitocracia, un sistema donde los partidos hab¨ªan colonizado la sociedad y se hab¨ªan convertido en focos permanentes de corrupci¨®n. Es una intuici¨®n exact¨ªsima, porque de este problema derivan casi todos los dem¨¢s. ?Qu¨¦ propone Podemos para resolverlo? No lo s¨¦: nunca les he o¨ªdo hablar de cambiar la ley electoral ¨Cpara que los votos de todos los ciudadanos valgan lo mismo¨C, ni la ley de partidos ¨Cpara que estos sean cauces de los desasosiegos y necesidades de los ciudadanos y no madres de todas las corrupciones¨C, ni nada que permita atacar a fondo el principal problema del pa¨ªs, el origen de los dem¨¢s. M¨¢s a¨²n. Tenemos una idea bastante clara de lo que piensan IU o el PSOE, pero apenas sabemos lo que piensa Podemos, y lo poco que sabemos es temible, contradictorio o muy inquietante. Es temible que en s¨®lo unos meses, en cuanto avistaron el poder, hayan pasado al parecer de la izquierda radical a la socialdemocracia; m¨¢s a¨²n que, cada vez que alguien les pregunta por algo concreto ¨Csea la independencia de Catalu?a o la Semana Santa sevillana¨C, la respuesta sea la misma: ¡°Nosotros, lo que diga la gente¡±. ?Carecen de ideas propias? ?O es que les da igual lo que hagan al llegar al poder porque lo ¨²nico que les importa es llegar al poder?
Es contradictorio?estar contra los llamados recortes y al mismo tiempo estar contra el ¡°r¨¦gimen del 78¡± que cre¨® el Estado de bienestar
Es contradictorio ¨Cpura verborrea de trilero¨C estar contra los llamados recortes (es decir, contra la destrucci¨®n del Estado de bienestar) y al mismo tiempo estar contra el llamado ¡°r¨¦gimen del 78¡±, que es el que en Espa?a cre¨® el Estado de bienestar (es decir, lo que recortan los llamados recortes). Es muy inquietante que el ¨²nico cambio claro que proponen consista en sustituir a una casta pol¨ªtica corrompida por gente decente; porque, aun suponiendo que todos los de Podemos fueran decentes, eso s¨®lo ser¨ªa un cambio cosm¨¦tico: el cambio real consistir¨ªa en hacer las reformas necesarias para evitar que la gente decente se corrompa; no basta con cambiar de gente: hay que cambiar de leyes. Por lo dem¨¢s, escuchar debates o leer entrevistas con representantes de Podemos y de otras formaciones alternativas deja la deprimente impresi¨®n de que, aparte de su indumentaria, nada los distingue ¨Cdesde su mentalidad hasta sus trampas conceptuales¨C de los representantes de los dem¨¢s partidos. O que, si algo los distingue, es m¨¢s deprimente a¨²n. Durante una entrevista en televisi¨®n, Pablo Iglesias trat¨® de ridiculizar a un periodista llam¨¢ndole Pantuflo, que es como en el colegio deb¨ªan de llamar al periodista los matones de su clase: ?As¨ª piensa tratar Iglesias a la prensa desafecta si llega a presidente del Gobierno? ?Es esa su idea del debate pol¨ªtico? Podemos proclama tambi¨¦n que izquierda y derecha ya no existen, lo que recuerda a Simone de Beauvoir, quien dec¨ªa que el que dice que no es ni de derechas ni de izquierdas es de derechas; yo a?adir¨ªa que es como quien dice que no existen el Norte y el Sur: o est¨¢ desorientado o intenta desorientar.
Hay gente que tiene miedo de que Podemos lo cambie todo; yo tengo miedo de que no cambie lo que hay que cambiar, de que el suyo sea s¨®lo un cambio lampedusiano, uno de esos cambios en los que se cambia algo para que no cambie nada.
elpaissemanal@elpais.es
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