Lo que nos faltaba: tambi¨¦n los neandertales divid¨ªan las tareas por sexos, seg¨²n acaba de concluir una investigaci¨®n sobre sus piezas dentales en Asturias, Francia y B¨¦lgica. El estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) sugiere que machos y hembras ten¨ªan iguales herramientas pero se ocupaban de distintas labores y, por ejemplo, eran ellas las costureras. Esto hace pensar que nuestra especie hermana ¡ªa la que Javier Sampedro llama "el extranjero en el tiempo"¡ª era m¨¢s similar a nosotros de lo que queremos pensar. Para lo bueno y, nos tememos, tambi¨¦n para lo malo.
Incluso si se probara que ellas cos¨ªan mientras ellos cazaban, ser¨ªa poco riguroso pretender dar lecciones de igualdad de g¨¦nero, concepto ideol¨®gico muy moderno, a la sociedad neandertal. Sigue abierta la pregunta: ?es que todas las culturas humanas han sido machistas? Si es as¨ª, ?por qu¨¦? Lo cierto es que los historiadores no han encontrado rastro de una civilizaci¨®n matriarcal de cierta envergadura, y algunos las han buscado con af¨¢n. El patriarcado domina a la humanidad al menos desde la revoluci¨®n agr¨ªcola, hace 10.000 a?os, y solo hace un siglo que empez¨® a ser cuestionado.
Lo cuenta bien el ensayo De animales a dioses. Breve historia de la humanidad (Debate). El historiador israel¨ª Yuval Noah Harari reflexiona en uno de los cap¨ªtulos ('No hay justicia en la historia') sobre las ra¨ªces de la desigualdad entre sexos y acaba formulando tres teor¨ªas que sometemos aqu¨ª a debate. "El patriarcado ha sido la norma en casi todas las sociedades agr¨ªcolas e industriales y ha resistido tenazmente los cambios pol¨ªticos, las revoluciones sociales y las transformaciones econ¨®micas", escribe. "Puesto que el patriarcado es tan universal, no puede ser el producto de alg¨²n c¨ªrculo vicioso que se pusiera en marcha por un acontecimiento casual". Entonces ?d¨®nde est¨¢ su origen? ?En la masa muscular, en la propensi¨®n a la violencia? ?O ser¨¢ que el machismo est¨¢ grabado a fuego en los genes? Harari admite que ninguna de sus teor¨ªas es del todo convincente. A continuaci¨®n, con pros y contras, sus argumentos y los de otros expertos.
1- Potencia muscular. Una idea muy extendida: el hombre somete a las mujeres por su mayor fuerza f¨ªsica. Por el mismo motivo se ocup¨® de los trabajos m¨¢s duros y de esa forma acab¨® controlando la producci¨®n. Es una explicaci¨®n sencilla, intuitiva. Pero juegan en su contra algunas objeciones: que los hombres son m¨¢s fuertes es una verdad a medias (solo como promedio; y ellas suelen ser m¨¢s resistentes al dolor o la enfermedad). Otro reparo es m¨¢s de fondo: el poder social no suele depender de la fuerza f¨ªsica. Ni reyes ni generales ni sacerdotes han llegado a donde est¨¢n por su musculatura. Lo normal ha sido m¨¢s bien que desde el poder se viera el trabajo duro como cosa de esclavos, siervos o mercenarios.
2- La propensi¨®n a la violencia. Es una variaci¨®n del razonamiento anterior con un matiz: la clave no es la fuerza sino la agresividad. "Millones de a?os de evoluci¨®n han hecho a los hombres mucho m¨¢s violentos que las mujeres", sostiene Harari. "Los hombres son m¨¢s proclives a la violencia f¨ªsica y bruta", si bien, aclara, las fuerzas estar¨ªan parejas en la capacidad de conspirar, manipular o traicionar. Vistas las cifras esto no es ning¨²n disparate: la inmensa mayor¨ªa de condenados por delitos violentos en todo el mundo son varones. En Espa?a, con datos de 2012, hubo 3.677 condenas por homicidio para varones, frente a solo 285 por mujeres, menos del 8%. Entonces, volviendo a Harari, habr¨ªa sido la guerra la que forj¨® la sociedad y el patriarcado. Algunos peros: las guerras no son una pelea a pu?etazos; las ganan los estrategas, los m¨¢s organizados, o los que saben tejer alianzas y recabar apoyos. No los m¨¢s brutos. Y, si la mujer estuviera mejor dotada para la negociaci¨®n, ?c¨®mo no ocup¨® el poder pol¨ªtico?, se pregunta el historiador.
3- Los genes. Atenci¨®n que esto es peliagudo: ?nos ha programado la evoluci¨®n para el machismo? Seg¨²n este punto de vista, durante millones de a?os "hombres y mujeres desarrollaron diferentes estrategias de supervivencia y reproducci¨®n". Entra aqu¨ª en juego la selecci¨®n sexual que plante¨® Darwin: los hombres que lograban tener descendencia eran los m¨¢s ambiciosos y competitivos; esa din¨¢mica las convirti¨® a ellas en dependientes, al propiciar la descendencia de las que daban el perfil de "cuidadoras sumisas". Pero Harari tambi¨¦n cree que esta hip¨®tesis tiene grietas: en especies como los elefantes y los bonobos, la selecci¨®n sexual llev¨® a una sociedad matriarcal en la que las hembras crean redes de cooperaci¨®n muy eficaces frente a unos machos m¨¢s individualistas. ?Por qu¨¦ no fue as¨ª con el sapiens?
Complicado debate. Uno echa de menos m¨¢s atenci¨®n a la maternidad, que a¨²n en el siglo XXI sigue siendo un gran factor (?el principal?) de discriminaci¨®n femenina. Si acudimos a Darwin y Wallace, los padres del evolucionismo, podemos llevarnos un chasco: cosas de su ¨¦poca, les preocupaba poco el sexismo. Y consideraban obvia la superioridad intelectual masculina. Esto escribi¨® Charles Darwin en El origen del hombre y la selecci¨®n en relaci¨®n al sexo,en 1871:
"La diferencia fundamental entre el poder¨ªo intelectual de cada sexo se manifiesta en el hecho de que el hombre consigue m¨¢s eminencia en cualquier actividad que emprenda de la que puede alcanzar la mujer (tanto si dicha actividad requiere pensamiento profundo, poder de raciocinio, imaginaci¨®n aguda o, simplemente, el empleo de los sentidos o las manos)".
Un visitante en el Museo de la Evoluci¨®n Humana de Burgos (GONZALO AZUMENDI)
El machismo impl¨ªcito en el discurso del primer cient¨ªfico que explic¨® de d¨®nde venimos lo analiza Elena Hern¨¢ndez Corrochano, profesora de Antropolog¨ªa de la UNED, en su art¨ªculo Darwin, los antrop¨®logos sociales y las mujeres, publicado en Clepsydra en 2010. "Las ideas que Darwin y otros muchos eruditos de su ¨¦poca ten¨ªan sobre las mujeres eran creencias muy arraigadas en el imaginario colectivo, antes filosofadas por Rousseau, Diderot o Montesquieu". No desentonaba con su tiempo pero, eso s¨ª se le puede reprochar, Darwin dio "una base cient¨ªfica a la universal subordinaci¨®n de la mujer al hombre, una subordinaci¨®n que, al darse en todas las sociedades que hab¨ªan llegado al estado de civilizaci¨®n, se convert¨ªa en la mejor posici¨®n a la que las mujeres pod¨ªan aspirar".
Darwin no ser¨ªa un feminista, de acuerdo, pero la cuesti¨®n sigue abierta: ?estamos programados para el machismo? Responde una autoridad, el bi¨®logo Jaume Bertranpetit, miembro del Institut de Biologia Evolutiva (IBE) del CSIC y la Universitat Pomeu Fabra y director de ICREA. "La pregunta est¨¢ mal formulada. Si el machismo es la respuesta (el resultado) ?cu¨¢l es la pregunta (las condiciones que lo han permitido)? No hay que negarse a aceptar las diferencias sexuales, bien determinadas por los genes y que tienen importantes implicaciones sociales. S¨®lo hace falta ver c¨®mo se relaciona el dimorfismo sexual con la estructura de grupos en los diversos primates: fuerte dimorfismo en grupos con pocos machos y muchas hembras; escaso dimorfismo en los que forman parejas estables".
Para este estudioso de la evoluci¨®n, "no hay duda de las diferencias entre sexos, sean f¨ªsicas o de comportamiento; en humanos estas diferencias son peque?as pero evidentes. Pero eso no implica que estas diferencias lleven a situaciones de poder social. La biolog¨ªa nos muestra c¨®mo son las cosas. Y es importante saberlas porque entonces culturalmente podemos cambiar nuestro comportamiento para adecuarlo a nuestros prop¨®sitos".
Tiene otro punto de vista la antrop¨®loga Elena Hern¨¢ndez. Preguntada sobre las tres teor¨ªas del historiador israel¨ª sobre las ra¨ªces del patriarcado, es rotunda: "Como sistema de subordinaci¨®n que es, el patriarcado tiene que ver con la organizaci¨®n social de la sexualidad y de la reproducci¨®n, y no con supuestos biologicistas y naturalistas como los que propone Harari, que nos podr¨ªan llevar a entender que la subordinaci¨®n de las mujeres es algo inevitable". Y a?ade: "Algunas antrop¨®logas entendemos que no es tan importante saber el origen de este sistema de subordinaci¨®n, como llegar a entender c¨®mo se implementa en las diferentes culturas".
Otro experto, Joan Manuel Cabezas L¨®pez, doctor en Antropolog¨ªa Social y coordinador de Etnosistema, se opone al "neogenetismo" que atribuye el comportamiento social a imperativos de la especie. "No considero plausible, ni tan siquiera como simple conjetura, que la biolog¨ªa o la gen¨¦tica expliquen ninguna conducta humana. Y mucho menos las comparaciones con elefantes o incluso con chimpanc¨¦s, ya que dichos animales carecen de lo que distingue al Homo sapiens del resto de los seres vivos: la capacidad de generar complejos sistemas simb¨®licos, es decir, la posibilidad de cambiar el mundo factual a trav¨¦s de ideas".
Imagen del documental 'Homo sapiens' (2005)
Pero habl¨¢bamos del patriarcado como modelo universal. ?De verdad lo ha sido? Son muchos los cient¨ªficos que buscaron huellas de un matriarcado prehist¨®rico. En el siglo XIX se extendi¨® la creencia en un estado primitivo del hombre en que las mujeres habr¨ªan detentado el poder para luego perderlo (se supone que por un avance evolutivo). La idea la formulaba en 1861 Johann Jakob Bachofen en El derecho materno: una investigaci¨®n sobre la ginecocracia en el mundo antiguo. Pero, en opini¨®n de Elena Hern¨¢ndez,como ¨²nica prueba se agarraba a los mitos. Otro estudioso del siglo XIX,Lewis Morgan, mir¨® como ejemplo el modelo social de los ind¨ªgenas iroqueses de Norteam¨¦rica, pero esta experta objeta que el que fuera matrilineal (la descendencia se define por la l¨ªnea materna) no significa que fuera un matriarcado.
Morgan explicaba la evoluci¨®n de la familia de esta forma: el hombre hab¨ªa vivido inicialmente en la promiscuidad (principalmente incestuosa entre hermanos), luego en la poliandr¨ªa (varios hombres compart¨ªan mujeres raptadas de otra tribu, eso garantiz¨® al menos la diversidad gen¨¦tica) antes de llegar a la "familia b¨¢rbara" (una pareja sometida a la autoridad tribal), a la poligamia (derivada de la propiedad privada) y luego a la "familia civilizada". Seg¨²n su tesis, fue la acumulaci¨®n de riqueza, y con ella la idea de transmisi¨®n de la herencia, la que llev¨® al patriarcado.
El antrop¨®logo Cabezas es rotundo al afirma que el matriarcado es un mito "si entendemos como matriarcado el reverso o polo opuesto del patriarcado. Nunca ha existido tal sociedad en la que las mujeres oprim¨ªan a los hombres. Lo que s¨ª que hubo, y todav¨ªa hay, son sociedades en las cuales el g¨¦nero no constituye un elemento estrat¨¦gico en la arquitectura social". Y a?ade: "Hablar de la sociedad matriarcal como estado primigenio-primitivo era, en la ¨¦poca del evolucionismo, considerarla como una sociedad inferior, arcaica, irracional... Exactamente lo mismo que se pensaba de las mujeres en la sociedad decimon¨®nica, y que todav¨ªa se piensa de los primitivos hoy en d¨ªa". Este art¨ªculo de la revista Mito profundiza en el asunto del matriarcado.
Cabezas se afana en desmontar las tesis de Harari: "La agresividad no es de origen gen¨¦tico, sino cultural: la socializaci¨®n es la que ha podido comportar m¨¢s violencia entre los varones en determinados grupos humanos". Y aporta un ejemplo: en Nueva Guinea, entre la etnia de los tchambuli, las mujeres se afeitan la cabeza, acostumbran a re¨ªrse de manera ruidosa, muestran una solidaridad de camaradas y son muy eficaces cazando. En cambio, los hombres se preocupan por el arte, emplean mucho tiempo para peinarse y est¨¢n siempre criticando al sexo contrario¡ "A pocos kil¨®metros, otros grupos ¨¦tnicos tienen percepciones completamente diferente de las expectativas y roles de g¨¦nero. El g¨¦nero, por lo tanto, es siempre una construcci¨®n social, jam¨¢s reducible al sexo". Y a?ade, en relaci¨®n con la supuesta predisposici¨®n gen¨¦tica a la violencia en los varones, que en lugares como ?frica "han existido ej¨¦rcitos de ¨¦lite formados exclusivamente por mujeres hasta hace s¨®lo un siglo".
Vaya, parece que el argumento de que hubiera un factor gen¨¦tico en el machismo resulta el m¨¢s pol¨¦mico, y eso que Harari no se inclina por esa teor¨ªa entre las tres que maneja. ?No ser¨¢ que situamos lo que a ojos de hoy es pol¨ªticamente correcto por encima de la verdad cient¨ªfica? Para a?adir gasolina al fuego, otro pol¨¦mico libro reci¨¦n publicado, Una herencia inc¨®moda, de Nicholas Wade, argumenta que el comportamiento social no ser¨ªa solo una construcci¨®n cultural sino que podr¨ªa estar determinado en los genes. Lo que ahondar¨ªa en la tercera tesis de Harari.
Ilustraci¨®n del que podr¨ªa ser un 'Homo ergaster' seg¨²n un cr¨¢neo hallado en Dmanisi
Wade, que ha trabajado en Nature, Science y The New York Times, escribe que entre los cazadores-recolectores "la ¨²nica divisi¨®n del trabajo era entre los sexos": ellos cazaban y ellas recolectaban. Pero ve la clave en la tribu: "Las sociedades tribales han existido probablemente desde el principio de la especie humana". Y esas tribus, sostiene, se cruzaban mediante el intercambio de mujeres y se organizaban sobre la base de linajes que siguen la l¨ªnea geneal¨®gica masculina. ?Y antes de eso? Cuenta Wade que el Homo ergaster, hace aproximadamente 1,7 millones de a?os "es el primer antepasado humano en el que los machos no eran mucho mayores que las hembras. Una gran diferencia de tama?o entre los sexos, como en los gorilas, indica competencia entre machos y una estructura de har¨¦n. La diferencia de tama?o disminuye a medida que la formaci¨®n de pareja se va haciendo m¨¢s com¨²n". Pero, ay, Wade no dedica mucha atenci¨®n a las diferencias entre sexos porque en su libro le interesa m¨¢s lo que distingue a las razas, lo que le ha valido un aluvi¨®n de cr¨ªticas (puede leer la de Jaume Bertranpetit) y acusaciones de racismo.
Y entonces, ?con qu¨¦ versi¨®n nos quedamos sobre el origen del patriarcado? Harari admite que no tiene una respuesta satisfactoria. "Quiz¨¢s las hip¨®tesis comunes sean simplemente err¨®neas. ?Acaso los machos de la especie Homo sapiens no est¨¢n caracterizados por la fuerza f¨ªsica, la agresividad y la competitividad, sino por unas habilidades sociales superiores y una mayor tendencia a cooperar? Sencillamente, no lo sabemos". Pero al final de su cap¨ªtulo parece decantarse por la idea de que no hay nada inmutable en el machismo: "Lo que sabemos es que durante el ¨²ltimo siglo los papeles de g¨¦nero han experimentado una revoluci¨®n extraordinaria. (...) Estos cambios espectaculares son precisamente los que hacen que la historia del g¨¦nero nos deje tan estupefactos. Si, como hoy se ha demostrado de manera tan clara, el sistema patriarcal se ha basado en mitos infundados y no en hechos biol¨®gicos, ?qu¨¦ es lo que explica la universalidad y estabilidad de este sistema?".
Si ha llegado hasta aqu¨ª, se habr¨¢ dado cuenta de que no ten¨ªamos una respuesta al origen del machismo, pero al menos su b¨²squeda es apasionante. Y nos ayuda a pensar no s¨®lo en c¨®mo llegamos a ser as¨ª, sino en c¨®mo queremos ser.
Me parece incre¨ªble que en este art¨ªculo no se mencione la religi¨®n (mayoritariamente las de origen judeo-crsitianas, junto a la musulmana), que me parece que han sido las formas de adoctrinamiento m¨¢s claras del subyugamiento de la mujer en la sociedad o grupos humanos.
Resulta curioso que al historiador israel¨ª no se le haya ocurrido una cosa tan sencilla como la capacidad de gestaci¨®n de la mujer como origen del machismo. As¨ª que refraseo su postulado: "Puesto que la sumisi¨®n de la hembra al macho es tan universal, no puede ser el producto de alg¨²n c¨ªrculo vicioso que se pusiera en marcha por un acontecimiento casual". La mujer es (era) esclava de su biolog¨ªa. Una mujer gestante ve comprometida su supervivencia debido a su estado. La ¨²nica soluci¨®n posible es ofrecer su sumisi¨®n a un macho protector y proveedor. La mujer acaba de inventar el machismo. ?Cu¨¢l es la diferencia entre bonobos y humanos? Sencilla: Los bonobos viven en ecosistemas en los que hay comida de sobra y no tienen competidores. Y cuando no hay competencia por la comida ni amenazas externas, la violencia y los roles se difuminan. F¨¢cil, ?no?
En mi opini¨®n, hay dos aspectos que favorecen el machismo:- Supervivencia:la poligamia es un intento de asegurar la fertilizaci¨®n de las mujeres, cuantas m¨¢s mejor, porque la fertilizaci¨®n debe ser lo m¨¢s continua posible para asegurar la supervivencia de los descendientes. Cuando es muy f¨¢cil que las cr¨ªas (y las madres) mueran es necesario, por probabilidad estad¨ªstica, asegurar el m¨¢ximo n¨²mero de embarazos. La intensidad de este principio depender¨¢ de las condiciones de vida de cada grupo humano, pero siempre tender¨¢ a maximizar las probabilidades de asegurar la supervivencia del grupo. Por no hablar de que a m¨¢s brazos, m¨¢s capacidad de trabajo para la comunidad.No es casualidad que cuando la mortalidad infantil y puerperal ha descendido, es cuando el machismo ha empezado a remitir.Puede ocurrir tambi¨¦n que de tanto af¨¢n de protecci¨®n a la mujer, a trav¨¦s de la cual llegan nuevos miembros a la comunidad, se termin¨® por enclaustrarla y limitar su ¨¢mbito de vida.- Transmisi¨®n patrimonial: Cuando existen bienes que transmitir y al mismo tiempo cuando es tan costoso sacar adelante a los hijos, los hombres se esfuerzan en atender a sus propios hijos, a los hijos de su sangre, con sus genes, y no quieren arriesgarse a que su mujer sea fertilizada por otro macho.Eso ocurre en el otras especies animales, no dudan en matar cr¨ªas si no est¨¢n seguros de que tienen su carga gen¨¦tica.Esta aspecto es otro incentivo a tener a las mujeres 'atadas a la pata de la cama'.?Cu¨¢ndo puede cambiar esta situaci¨®n de dominio?Cuando sea m¨¢s eficiente para la supervivencia la cooperaci¨®n entre hombres y mujeres.En la civilizaci¨®n del conocimiento, ?alguien duda de que NO se puede prescindir del 50% del potencial intelectual humano!!!???La cultura musulmana parasita el conocimiento generado por la civilizaci¨®n occidental, pero no genera ninguno propio, tal vez porque se empe?a en seguir teniendo a sus mujeres en la prehistoria.
Decir que la agresividad no es de origen gen¨¦tico, sino cultural es una de las mayores barbaridades que he oido en mi vida. ?Como puede alguien que se dedica a la ciencia sostener tal majaderia? ?La agresividad de un gato que se siente amenazado es de origen cultural? Por dios...
Apliquemos el sentido com¨²n: ?Por qu¨¦ una sociedad humana va a adoptar un esquema social que le perjudique? Las sociedades humanas y los grupos animales adoptan las estrategias que maximizan sus posibilidades de supervivencia. Y la divisi¨®n de roles ha demostrado ser la mejor estrategia de supervivencia para la raza humana en las econom¨ªas de subsistencia, que ha sido la forma de vida dominante a lo largo de los siglos. Solo en un ambiente con alimento de sobra y sin amenazas externas puede una sociedad plantearse otro modelo.
El comentario de Tontiarcado me parece simplemente brillante. En todo el articulo se decanta por una postura mas construccionista social a una mas genetista. La verdad es que la psicologia evolutiva es la que lleva avanzando mas la respuesta a estas tesis.
Y a mi me parece increible que en ningun momento se menciones la testosterona como hormona que marca en gran parte la conducta en todo el reino animal, y se quiera o no somos seres que venimos de los animales no seres celestiales.. altos niveles de testosterona hace a los animales machos dominantes, impulsivos, agresivos, fuertes y muy sexuales etc.. solo falta decir que la naturaleza es machista en su origen... y ense?ar a los gatos, perros, leones monos y simios etc.. a no ser tan machistas..
"Lo que nos faltaba: tambi¨¦n los neandertales divid¨ªan las tareas por sexos"... pues lo mismos que el resto de los animales. ?O acaso somos menos animales que los animales?. El cerebro marca la diferencia con los animales que dir¨ªa un bi¨®logo y el alma tambi¨¦n replicar¨ªa un te¨®logo. http://elvillanoarrinconado.blogspot.com.es/
Los neardantales dividian las tareas segun su sexo, y tambien por su edad o estatus en el grupo: los jovenes irian a cazar y como dice Tontiarcado, en un sistema por donde la comida sea escasa o haya otros peligros; es logico que una mujer embarazada o con hijos peque?os buscaria la proteccion del tio mas fuerte de la tribu (de hay que los musculitos liguen mas, muchas de nuestras acciones en la relaciones entre hombres y mujeres, grupos de gente vienen de atras) Pero sigo pensando que una de las grandes causantes del machismo son las religiones monoteistas (todas sin excepcion).
Quiz¨¢s los cient¨ªficos lleguen a alg¨²n acuerdo o quiz¨¢s no. Pero lo que s¨ª podemos es cuestionar al patriarcado como sistema social, pol¨ªtico y econ¨®mico. Lo que ha existido durante siglos no tiene porque perdurar si la mitad de la poblaci¨®n mundial, las muejres, no quieren. Y esa es la cuesti¨®n, la realidad es que las mujeres (y algunos hombres...pocos...) ven al patriarcado como algo obsoleto y arcaico que perjudica a hombres y a mujeres por igual. Es decir, es importante saber el origen pero m¨¢s importante a¨²n es saber que ha quedado obsoleto y hay que cambiar a un mundo m¨¢s justo, m¨¢s solidario, m¨¢s igualitario. Y eso es un cambio imparable y es el futuro de la humanidad.
Es interesante ver c¨®mo se proponen teor¨ªas diferentes plausibles y se desechan una tras una porque no son perfectas. Digo yo, ?no ser¨¢ que, como en casi todo, la respuesta es una mezcla de todo lo propuesto? Sin dejar de lado cuestiones biol¨®gicas/gen¨¦ticas, y por supuesto, culturales/sociales...
?No se tratar¨¢ m¨¢s bien de una protecci¨®n de la especie?, puede ser que instintivamente desde las socuiedades primitivas a la mujer se la considera la que perpet¨²a el individuo y por tanto la especie, es decir, en el caso m¨¢s extremo, suponiendo una gran p¨¦rdida de varones, un s¨®lo var¨®n y varias hembras permitir¨ªa mantener el grupo social, si la p¨¦rdida es de hembras y no de varones la especie peligra, por tanto, puede ser que la sociedad patriarcal se produzca como consecuencia de la protecci¨®n a la mujer y los hijos, que quedar¨ªan reducidos a papeles menos agresivos dentro de la sociedad, en tanto que los varones se ocupar¨ªan de los papeles m¨¢s hostiles y defensivos.
Quiz¨¢s habr¨ªa que enfocar el estudio hacia el comprtamiento sexista de los mam¨ªferos. La leona caza, cuida a la prole se somete al macho y come lo que ella misma ha cazado despu¨¦s del macho. Somos otro animal m¨¢s y tenemos conductas muy parecidas. Hay genes, hay m¨²sculo, hay costumbres pero sober todo, hay que corregirlo.
Interesante art¨ªculo. Impresionantes los prejuicios del antrop¨®logo (cient¨ªfico?) Cabezas. Dice que "No considero plausible, ni tan siquiera como simple conjetura, que la biolog¨ªa o la gen¨¦tica expliquen ninguna conducta humana.¡± ?Guau! ¡°ni siquiera como conjetura¡±. O sea que el practicar sexo por ejemplo no se explica por la biolog¨ªa. ?Todo es cultural! ?Que guay!
Este reportaje est¨¢ completamente lleno de errores de interpretaci¨®n. Para comenzar, the male warrior hypothesis explica las diferencias sexuales en agresi¨®n entre los sexos. No es necesario, aunque si complementario, un marco te¨®rico social para explicar el surgimiento del machismo en nuestra especie. Solo hay que remitirse a nuestra historia natural para comprender que lo que vemos hoy, en alg¨²n momento fue adaptativo. Las razones pueden ser muchas, pero claramente estuvieron vinculadas a la supervivencia y la reproducci¨®n y esas causas son las que construyen todo lo dem¨¢s, por lo que si realmente queremos conocer donde se gesta el machismo, necesariamente tenemos que ver nuestra gen¨¦tica, nuestra fisiolog¨ªa, nuestra antropometr¨ªa y solo a continuaci¨®n los constructos sociales.
Es una tonter¨ªa, a mi entender, hablar de machismo en esas ¨¦pocas. Se llama distribuci¨®n de tareas seg¨²n capacidades, las manos peque?as van bien para coser, la fuerza para cazar. El t¨¦rmino machismo tiene sentido hoy en d¨ªa porque no se necesitan las mismas capacidades f¨ªsicas que entonces, ahora nuestras tareas son m¨¢s intelectuales y las que necesitan de fuerza tenemos herramientas para ayudarnos, por tanto un ser m¨¢s d¨¦bil que otro puede hacer la misma tarea f¨ªsica con igual rendimiento. Por ejemplo, para manejar una excavadora, qu¨¦ m¨¢s da quien la maneje. Hoy en d¨ªa el cuidado de los ni?os no es exclusivo de las mujeres porque existen biberones, sacaleches, leches no maternas que pueden alimentar al ni?o sin necesidad de mamas. El machismo es actual porque hoy en d¨ªa tenemos las mismas capacidades para las tareas de nuestro entorno.
No se somete al m¨¢s tonto ni al m¨¢s debil, sino al que es m¨¢s ¨²til en un momento hist¨®rico. As¨ª, de entre la poblaci¨®n negra de ?frica, no llegaron como esclavos los pueblos pigmeos, sino los m¨¢s fuertes y que desde luego no eran tontos. As¨ª, en el momento hist¨®rico del patriarcado, la mujer representa la m¨¢xima ¨²titlidad por ser la autentica due?a de los hijos, Es la capacidad reproductiva la que se desea someter y sojuzgar en una ¨¦poca en que el n¨²mero de hijos era la diferencia entre la riqueza y la pobreza.
@mujero: ?De qu¨¦ ¨¦poca est¨¢ hablando? ?El n¨²mero de hijos era la diferencia entre pobreza y riqueza en tiempo de los neandertales? ?Qu¨¦ utilidad podr¨ªa tener para un var¨®n neandertal someter a la mujer? ?Someten los osos a las osas, acaso? ?Qu¨¦ inter¨¦s puede tener un macho m¨¢s all¨¢ del momento de la fecundaci¨®n, cosa que puede repetir inmediatamente con otra hembra, y con otra, y con otra?
Me parece alucinante que no se haya mencionado la teor¨ªa m¨¢s obvia. Lo que ha permitido la "liberalizaci¨®n" de la mujer ha sido la tecnolog¨ªa y avances cient¨ªficos. Para la supervivencia de la especie era fundamental la descendencia. La fertilidad de la mujer y la supervivencia de la prole era algo de primera prioridad. Por eso se sobre-proteg¨ªa a las mujeres, encerr¨¢ndolas en un ¨¢mbito dom¨¦stico donde tuviesen menos riesgos. Aun hoy en d¨ªa, en la edad adulta y de forma prematura mueren el doble de hombres que mujeres. En cambio, lo que se valoraba en el hombre era su capacidad de sacrificio por el grupo. Ya sea como guerrero que defiende la tribu, explorador que conquista nuevos territorios, inventor que mejora la tecnolog¨ªa etc. Si entendemos esto ser¨¢ obvio el porqu¨¦ las mujeres han podido conseguir m¨¢s igualdad en los roles sociales a partir de la revoluci¨®n industrial. ?ES LA TECNOLOG?A, EST?PIDO! Por cierto que lo que ciega al feminismo es su construcci¨®n social a partir de la cual crean conceptos como "patriarcado", "machismo", "desigualdad de la mujer", "discriminaci¨®n"... Eso de que las mujeres estuviesen en peor situaci¨®n que los hombres es muy discutible. Como he mencionado antes, el hombre ten¨ªa un papel de "carne de ca?¨®n", mientras que a las mujeres se les proteg¨ªa. El hombre ten¨ªa que demostrar una gran val¨ªa (asumir un gran riesgo) para conseguir pareja y descendencia. La mujer lo ¨²nico que ten¨ªa que hacer es respirar (y ser f¨¦rtil), puesto que el poder de la pulsi¨®n sexual era irresistible para el hombre.
Qu¨¦ ganas de bronca tienen algunas y algunos. El machismo es un invento del ser humano. Hace sufrir a las mujeres y a los hombres que no se ajustan o adaptan al patr¨®n, y esas personas son depredadas por mujeres y hombres que s¨ª se adaptan y detentan el poder social, y abusan de ¨¦l. El discurso mujer = v¨ªctima y hombre = victimario s¨®lo es un reflejo m¨¢s de la injusticia, parcialidad interesada y maldad humanas. S¨®lo hay que convivir en sociedades que denominar¨ªamos profundamente machistas para ver que es f¨¦rreamente defendido por el sector femenino, que en ese sistema impone una serie de leyes y obtiene una serie de privilegios sobre el hombre y sobre el resto de mujeres, en funci¨®n de la observaci¨®n minuciosa de dichas leyes. Por ejemplo, id a ved el poder de la mujer en el seno de la sociedad ¨¢rabe, que vais a flipar de qui¨¦n manda all¨ª, qui¨¦n impone el velo a las hijas, la mujer al hijo o qui¨¦n practica las ablaciones en las culturas en que se practica: mujeres. El ser humano es responsable de su miserias. No un g¨¦nero. Eso es sexismo puro.
Lo primero es agradecer este tipo de art¨ªculo. Yo tambi¨¦n encuentro dif¨ªcil se?alar a la gen¨¦tica como parte responsable del machismo o de la violencia. Y es tambi¨¦n cierto que no se ha hablado en el art¨ªculo acerca de los sistemas religiosos que facilitan la supervivencia del machismo como tambi¨¦n expuso Hoorhay. Dentro de nuestros factores sociales es muy importante. La capacidad de gestaci¨®n de la mujer puede explicar muchos aspectos. Pero no debemos olvidar que hoy d¨ªa la mujer no solo es madre, m¨¢s a¨²n en algunas sociedades puede elegir serlo o no, m¨¢s sin embargo el machismo persiste.
A?adamos un elemento m¨¢s: El coste para cada sexo de pasar sus genes a la generaci¨®n siguiente. Para el hombre, el coste es peque?o. Con poco esfuerzo, puede fecundar decenas de hembras y, por alta que sea la mortalidad infantil siempre tendr¨¢ una alta probabilidad de pasar sus genes a la siguiente generaci¨®n. No as¨ª la mujer. Su esfuerzo para tener un solo hijo que lleve sus genes es enorme en comparaci¨®n al macho. Por eso la hembra tiene el instinto natural de mantenerse cerca de la cr¨ªa y de asegurar en todo lo posible que pueda salir adelante. Su inter¨¦s, por tanto, es mantenerse cerca de su cr¨ªa todo lo posible, lo que le impide o le desaconseja llevar a cabo toda tarea que le aleje de su cr¨ªa o que le obligue a dejarla en manos de quien no sea ella.
Hipatia2, partes de un axioma totalmente falso y muy habitual entre las feministas, y es pensar (o querer pensar) que TODAS las mujeres est¨¢n en contra del patriarcado, de hecho a¨²n actualmente y por muy diversos motivos, la mayor¨ªa de las mujeres asumen, aceptan y est¨¢n a favor del patriarcado. Y yo estoy en contra, que quede claro, pero no trato de enga?arme.
Recomendar¨ªa completar los diferentes enfoques con la neurociencia. Sus descubrimientos sobre las diferentes respuestas cerebrales son muy interesantes. Hay que recordar que la capa m¨¢s profunda de nuestro cerebro es reptiliana y es la que primero procesa la informaci¨®n. Es una respuesta que nos condiciona de manera inconsciente, aunque no podamos siquiera reconocerlo.
Me parece maravillosa esta teor¨ªa, pero si le preguntaran a alguien del Partido Podrido espa?ol, le dir¨ªa, que la culpa es de.......Zapatero y la herencia recibida.
Machismo.Seg¨²n las descripciones de los pueblos, recogidas por los cient¨ªficos, se da una mayor¨ªa de sociedades patriarcales sobre las matriarcales. Como de igual modo la poligamia es 100 veces m¨¢s com¨²n que la poliandria. La supremac¨ªa masculina tiene su explicaci¨®n en la guerra y esta a su vez en el control de los recursos disponibles y de la natalidad. Por el control efectivo de la natalidad los pueblos han ejercido una gran presi¨®n sobre sus hembras, a la postre la llave de la natalidad. Una natalidad desenfrenada y una procreaci¨®n desmedida llevar¨¢ problemas asociados a la limitaci¨®n de los recursos, de las prote¨ªnas disponibles y en consecuencia de la hambruna. Tambi¨¦n los factores externos ecol¨®gicos fomentan el control de la natalidad que en pueblos antiguos se ejerc¨ªa con el infanticidio femenino. Por otro lado, seg¨²n Freud los varones compiten con su padre por la misma mujer y esto ser¨ªa la causa primera de la guerra. Pero seg¨²n otros autores (Marvin Harris), es justamente al contrario, ser¨ªa el complejo de Edipo causado por la guerra y esta a su vez consecuencia de la presi¨®n ecol¨®gica y reproductora.Lo correcto, desde un punto de vista cient¨ªfico, es decir supremac¨ªa masculina. Machismo a?ade elementos cr¨ªticos reprobatorios y morales de los comportamientos humanos. A pesar de la poca aceptaci¨®n de la guerra o del ejercicio de la violencia sobre las mujeres, estos comportamiento humanos se siguen produciendo. Los fen¨®menos culturales y las civilizaciones han intentado limitar estos comportamientos que social y juridcialmente son condenados, no obstante el ejercicio de la violencia sigue siendo un elemento fundamental e inherente de nuestra sociedad precisamente porque las presiones que los provocan no han desaparecido, sino que se han multiplicado. El desarrollo humano ha conseguido una explotaci¨®n de los recursos hasta la fecha desconocida, poniendo a disposici¨®n de los humanos una gran cantidad de recursos, que han provocado un aumento de la natalidad mundial continuado. Todas las teor¨ªas econ¨®micas tienen un lenguaje articulado entorno al crecimiento y progreso, en un espacio finito. Esta perspectiva es lo que mantiene inalterable los elementos de presi¨®n ancestrales que a pesar de todo no parecen contener los diques reproductores humanos, que hacen hoy d¨ªa recordar a Maltus. El ¨¦xito de la raza humana puede ser a la vez la causa de su ocaso.
Yo veo el patriarcado como una respuesta l¨®gica a lo que es un problema de supervivencia de la especie. El ejemplo ya se ha citado aqu¨ª varias veces: una mujer embarazada con otro de la mano que apenas anda (no digamos si ampliamos el cuadro a 4 o 5 ni?os) tiene muy pocas posibilites de sobrevivir sola. No digo en el Neol¨ªtico sino en la Edad Media o hasta mediados del siglo pasado.Como dice Davidlasmatas echo de menos las aportaciones de la neurociencia. Yo lo m¨¢s interesante que he le¨ªdo en ese terreno son las explicaciones (me temo que neuroendocrino) acerca de respuestas innatas. Muchos de los comportamientos que se cre¨ªan culturales, parece ser que est¨¢n mucho m¨¢s cerca de la fisiolog¨ªa, de disparos hormonales autom¨¢ticos en nuestra especie. La ¨²ltima programaci¨®n de nuestra especie data del neol¨ªtico.el inconsciente colectivo debe ir todav¨ªa por el XX. Es posible que vayamos hacia un mundo m¨¢s igualitario al menos pol¨ªtica y econ¨®micamente, pero la igualdad entre los sexos est¨¢ mal planteada. La especie humana se compone de dos sexos; ambos sorprendentemente complementarios. Y yo ya lo del patriarcado..... Determinados comportamientos machistas me parecen derivas de los excesos del patriarcado. Por supuesto que hay mujeres partidarias del patriarcado. Es que el patriarcado tiene sentido si piensas de determinada manera. Hay muchas mujeres que no tienen inter¨¦s en trabajar o estudiar y les parece fenomenal que un se?or las mantenga y hay se?ores encantados de que su mujer dependa en todo de ellos. Les he visto felices. Hay libertad para apuntarse a modelos del pasado o cambiar las cosas.
Me parece incre¨ªble. La especie no es machista es inteligente y optimiza al m¨¢ximo sus recursos y posibilidades. En funci¨®n de ello distribuye trabajos y tareas entre los miembros de una comunidad en funci¨®n de los m¨¢s aptos para las mismas. En la prehistoria no hab¨ªa biberones. Las partidas de caza duraban d¨ªas. Es inteligente que una mujer se traslade con su beb¨¦ en brazos para cazar? que este llore y espante la caza? tiene la misma fortaleza f¨ªsica un hombre y una mujer? Nuestra especie, como tantas, tiene diferencias anat¨®micas seg¨²n los sexos. Es incre¨ªble que se pretenda establecer par¨¢metros actuales a ¨¦pocas y periodos que nada tienen que ver. No era machismo, era inteligencia. Gracias a eso la especie sobrevivi¨®.
Sobre lo del final, yo dir¨ªa que es por que la mujer ha ganado en inteligencia y entonces pasa a dominar en ocasiones, porque se ha equiparado por la libertad que el hombre le ha ido concediendo
Pienso que la divisi¨®n entre cultura/gen¨¦tica es siempre forzada. En el hombre, cultura y herencia son t¨¦rminos casi equivalentes, al contrario que en cualquier otra especie. Diferenciar lo cultural y lo gen¨¦tico es una tarea que nunca ha dado un resultado claro. Somos seres pensantes, hablantes, culturales,... Estoy de acuerdo con quienes ni ven claro la comparacion entre humana y cualquier otra especie. T tambi¨¦n con quienes ponen el acento m¨¢s en la reflexi¨®n sobre lo correcto y justo en vistas a la transformaci¨®n de la sociedad, que en el origen y la causa. Me ha gustado mucho este trabajo ricardo.
A veces las cosas simplemente son, no hay que buscarles un por qu¨¦, segun Ockham la explicaci¨®n m¨¢s sencilla es probablemente la correcta, lo cual no siempre es cierto, pero la mayor¨ªa de las veces s¨ª. A veces se nos culpa a los hombres de ser lo que realmente somos, animales, no somos as¨ª porque queramos, sino que ha habido una evoluci¨®n que ha dado como resultado lo que hay. La evoluci¨®n es un fen¨®meno que ocurre, y a veces ocurre porque s¨ª, los dinosaurios eran los mejores preparados de su ¨¦poca y sin embargo sucumbieron, lo que pensamos que puede pasar a veces no pasa y viceversa. Un dimorfismo sexual tan marcado como en la especie humana no es casualidad, y normalmente ocurre porque desempe?an tareas distintas y cada sexo est¨¢ adaptado a cumplir roles determinados. Al menos como animales que somos es as¨ª, luego en t¨¦rminos culturales la cosa cambia, el problema es que tenemos un cuerpo muy similar al de nuestros antepasados y unos conocimientos y tradiciones culturales completamente diferentes. Ocurre que aceptamos que la mujer tiene menos rendimiento f¨ªsico que un hombre, por ejemplo a nivel deportivo y en pruebas f¨ªsicas, pero no aceptamos que el hombre sea m¨¢s agresivo, que lo es. Los hombres y las mujeres no somos iguales. Todo est¨¢ en los genes y en c¨®mo evolucionaron nuestros antepasados.
Hombres y mujeres vivian una "vida gozoza" en el neolitico. Una harmonia: mujeres plantavan; hombres cazavan. Mujeres eran consideradas diosas, porque por un millagro ellas geravan y parian nuevas criaturas. No habia un conceito estrecho de fidelidad, habia un familia con un padre que no necesariamente era padre genetico de los hijos de su mujer, todos tenian sexo inocente con todas. Hasta hoy, hay tribos en el interior de Brasil que ¨¦s as¨ª. Todo cambi¨® cuando el hombre constat¨® que era su semen que hacia las criaturas. Ha nacido "el amo", "el se?or", que con su fuerza sometia las mujeres. Y despues han nacido las religiones monoteistas en las cuales el unico y correcto Dios ¨¦s Mois¨¦s, Jesus o Al¨¢. Y en nombre del ellos se har¨¢ guerra.Cuando hombres y mujeres seran iguales? Cuando han evolucionado espiritualmente para compreender el absurdo de una religion predicar que ¨¦s due?a de la verdad, cuando compreender que fuerza fisica no ¨¦s lo todo, que cuidar de nuevas criaturas ¨¦s un dever de toda la sociedad.
A preguntas tontas respuestas¡ Recurrir al t¨¦rmino machismo para hablar de divisi¨®n de tareas representa la mejor confirmaci¨®n de que el pensamiento m¨¢gico no tiene porque ser exclusivo de los creyentes. El papa Francisco dice que: ¡°El Big Bang no contradice a Dios, lo exige¡± y Ricardo Querol hace otro tanto con la diferencia de que su prejuicio no es religioso sino ideol¨®gico y crea una nueva terminolog¨ªa seg¨²n la cual ya no es divisi¨®n de tareas sino machismo. Ning¨²n hallazgo cient¨ªfico podr¨¢ desmentir al papa Francisco porque Dios es previo a todo. Nada podr¨¢ desmentir a Querol porque el machismo es el presupuesto de partida. Cuando Dios decidi¨® crear el mundo el machismo ya estaba all¨ª. Lo que caracteriza al universo es su diversidad: donde la hay aparece lo nuevo, lo distinto, lo que enriquece. Tambi¨¦n la evoluci¨®n humana est¨¢ jalonada de una divisi¨®n cada vez mayor de tareas y no solo entre los sexos. Lo que nos gusta de la humanidad es su diversidad y todos nos consideramos ¨²nicos y de hecho lo somos, incluido Ricardo Querol.Tiene raz¨®n cuando identifica como ideol¨®gico el concepto de igualdad de g¨¦nero, aunque pretenda emparentarlo con otros m¨¢s consolidados en las ciencias sociales.
Si como dice Querol la divisi¨®n de tareas hace a las sociedades machistas, para cu¨¢ndo la igualdad de g¨¦nero en las profesiones de esfuerzo y riesgo, para cu¨¢ndo igual n¨²mero de mujeres en la construcci¨®n o las minas, para cu¨¢ndo iguales permisos paterno y materno, para cu¨¢ndo igual n¨²mero de maestros y enfermeros que maestras y enfermeras, para cuando igual trato ante los tribunales. ?Por qu¨¦ estas preguntas jam¨¢s son contestadas por quienes sit¨²an como ideal la igualdad de g¨¦nero?
Pese a la lucidez de la mayor¨ªa de los comentaristas contin¨²an apareciendo dos errores de los que el hembrismo institucionalizado y las doctrinas de jenaro se obcecan en cometer:1?. Contin¨²a habiendo toreros de sal¨®n que se empe?an en que la realidad no es real y que lo ¨²nico que vale son sus consignas ideol¨®gicas. La farfolla jenaro est¨¢ muy bien para grupos de autoayuda, cazadores de subvenciones y, en general, habitantes del Primer Mundo que pueden beneficiarse de los avances sociales y tecnol¨®gicos de los ¨²ltimos siglos: que el resto del mundo apenas ha notado. Pero su car¨¢cter cient¨ªfico es nulo: los m¨¢s listos lo saben y el resto lo intuye.2?. Tenemos sobrevalorado al hombre como ser racional frente al resto de los animales. Pero, adem¨¢s, tenemos sobrevalorado nuestro Primer Mundo de principios del siglo XXI, olvidando que no es m¨¢s que una incidencia en lo que a la Historia se refiere. La mayor parte de la historia de la Humanidad est¨¢ siendo dejada de lado por quienes desprecian con alegre ignorancia todo lo que nos ense?a para centrarse en una ¨¦poca que, realmente, es cronol¨®gicamente insignificante.Resumen para tontos: el hembrismo se centra en una ¨¦poca insignificante a efectos de la evoluci¨®n de las especies, confiri¨¦ndole una importancia exagerad¨ªsima: y, adem¨¢s, toma como modelo una parte de la humanidad muy minoritaria. Puede permitirse decir lo que dice porque no s¨®lo carece de toda visi¨®n cient¨ªfica -es pura ideolog¨ªa- sino que, para compensar, carece de toda amplitud de miras.
No deja de ser significativo que tres d¨ªas m¨¢s tarde no tengan respuesta las preguntas que formul¨¦ en el antepen¨²ltimo comentario. Y a los efectos da igual que se trate de que teni¨¦ndola no se quiera hacer p¨²blica, o que realmente no se tenga, porque en ambos casos quedar¨ªa claro el tr¨¢gala que se nos propone.
(1) he expresado mi opini¨®n como doctor en Antropolog¨ªa Social, la cual es una ciencia, pero social, no biol¨®gica ni gen¨¦tica; es por ello que rogar¨ªa que no se cayese en el insulto ni en el menosprecio. Mi opini¨®n es un punto de vista relativo, como todos (tambi¨¦n lo son los puntos de vista biol¨®gicos, qu¨ªmicos, gen¨¦ticos...); (2) en ning¨²n momento he querido dejar entrever que 'todo es cultural'. Los antrop¨®logos consideramos que son los aspectos sociales los que constri?en a los de tipo meramente biol¨®gico o gen¨¦tico. Y nos basamos en centenares de ejemplos etnogr¨¢ficos, ya que la ciencia antropol¨®gica se basa en la comparaci¨®n intercultural y en la etnolog¨ªa. Ya s¨¦ que el neogenetismo y la neurociencia tienen una amplia aceptaci¨®n medi¨¢tica y se han convertido en una verdadera 'communis doctorum opinio' pr¨¢cticamente irrefutable y dogm¨¢tica, por lo que se considera mucho m¨¢s 'normal' y 'l¨®gico' explicar una conducta por la qu¨ªmica, las neuronas o el adn, que por motivos sociales. Al contrario que los grandes gur¨²s del pensamiento genetista y biologicista, los antrop¨®logos creemos que son las condiciones sociales (contextos y situaciones concretas) y las inercias digamos que 'culturales' las que, en ¨²ltima instancia, explican la vida del ser humano en sociedad. Saludos.
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Es subdirector de EL PA?S. Ha sido director de 'Cinco D¨ªas' y de 'Tribuna de Salamanca'. Licenciado en Ciencias de la Informaci¨®n, ejerce el periodismo desde 1988. Trabaj¨® en 'Ya' y 'Diario 16'. En EL PA?S ha sido redactor jefe de Sociedad, 'Babelia' y la mesa digital, adem¨¢s de columnista. Autor de ¡®La gran fragmentaci¨®n¡¯ (Arpa).