Cervantes al ritmo de ¡®CSI¡¯
Los investigadores creen tener algo, pero advierten de que no pueden probarlo
Hay asuntos sobre los que nunca se termina de hacer la luz y quedan sometidos por los siglos de los siglos a la reivindicaci¨®n y a la especulaci¨®n. Por eso se comprenden, hasta cierto punto, los esfuerzos t¨¦cnicos y econ¨®micos desplegados para dar con los rastros ¨®seos de Miguel de Cervantes. Lo que hace dudar de todo este asunto es que la indagaci¨®n se ha llevado a cabo con aires de serie televisiva a lo CSI, uso de georradares, ex¨¢menes de huesos de numerosos cad¨¢veres y mucho an¨¢lisis hist¨®rico, arqueol¨®gico y antropol¨®gico ¡ªpor falta de prueba de ADN¡ª, todo bien adobado de publicidad.
Tras meses de b¨²squeda en el laberinto de t¨²neles, pasadizos y grutas del convento madrile?o de las Trinitarias, ayer se hizo una puesta en escena con la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, a quien le viene estupendamente culminar su gris¨¢ceo mandato con el hallazgo indubitado de los restos del m¨¢s insigne de los escritores en lengua espa?ola. Sobre todo en v¨ªsperas del 400? aniversario de la muerte del autor de El Quijote el a?o que viene.
Y s¨ª, se han encontrado unos restos que parecen los de don Miguel. Es posible que la mand¨ªbula, y trozos de los brazos y de la cadera sean efectivamente los del aut¨¦ntico Cervantes. Los investigadores creen tener algo, pero, con l¨®gica prudencia, advierten de que no pueden probarlo. Mucho dinero de las Administraciones madrile?as se ha invertido en esta empresa que, si se reconduce con astucia, todav¨ªa podr¨ªa convertirse en un atractivo tur¨ªstico m¨¢s de Madrid y, por tanto, en una fuente de ingresos nada despreciable.
En el mundo de la cultura no se estima tanto este despliegue. Al cervantista Francisco Rico todo esto le parece ¡°una tonter¨ªa¡± y cree m¨¢s ¨²til la pr¨®xima edici¨®n de El Quijote para contribuir a que los libros ¡°no solo se vendan, sino que se lean¡±. Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald ha sido lapidario: ¡°Hay que hacerle justicia a Cervantes, no a sus restos¡± , tanto como Soledad Pu¨¦rtolas: ¡°Me importa m¨¢s su obra que sus huesos¡±.
Ciertamente, lo m¨¢s ¨²til ¡ªaunque d¨¦ menos dinero¡ª es su lectura.
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