El Prado y el Reina Sof¨ªa, cara a cara
EL PA?S sienta a dialogar a Zugaza y Borja-Villel, los directores de los museos madrile?os, acerca de sus estrategias muse¨ªsticas y sus divergencias
En un formato que curiosamente no tiene precedentes entre ambos, EL PA?S reuni¨® ayer, en medio de las salas vac¨ªas de un Reina Sof¨ªa en d¨ªa de cierre, a Manuel Borja-Villel, director del museo, y a Miguel Zugaza, director del vecino Museo del Prado. El pretexto de la cita no era otro que el espectacular desembarco, en ambos museos, de las obras maestras del Kunstmuseum de Basilea. En el caso del Prado, diez picassos cuelgan ya de la gran Galer¨ªa Central frente a obras de Rubens, Goya, Tiziano, Tintoretto¡ Mientras, 170 obras de maestros modernos ¡ªdesde Van Gogh hasta Warhol y desde C¨¦zanne hasta Giacometti pasando por Kandinski, Klee, Rothko o Barnet Newman¡ª de los fondos del Kunstmuseum se abren al visitante del Reina Sof¨ªa.
Pregunta. ?Hay que tomarse esto como una alianza, como la demostraci¨®n de la potencia de tiro de ambos museos juntos?
Manuel Borja-Villel. La alianza siempre ha existido, obviamente cada uno con su identidad, que viene marcada por las propias colecciones, por la propia historia del museo. Eso hace que haya visiones de la historia del arte o concepciones de c¨®mo se desarrolla el arte espec¨ªficas de cada instituci¨®n. Pero la colaboraci¨®n, desde pr¨¦stamos a otro tipo de proyectos comunes ha existido siempre.
Miguel Zugaza. Hay que trasladar a los ciudadanos la idea de un museo expandido, sea el Reina Sof¨ªa hacia El Prado o El Prado hacia el Reina Sof¨ªa, porque creo que es la realidad. Lo que pasa es que muchas veces no sabemos proyectar esa relaci¨®n, que es fant¨¢stica. Son dos museos muy diferentes, pero ambos representan la continuidad de una visi¨®n hist¨®rica del arte...
M.B-V. ...una continuidad que tiene rupturas, y eso es importante. Pero adem¨¢s, no es cuesti¨®n solo del Prado y del Reina Sof¨ªa, sino de todo un ecosistema. Nosotros representamos a dos grandes instituciones, pero luego hay otras, muy peque?as, de otra escala, y es fundamental preservar esa visi¨®n global de la cultura, de c¨®mo se produce ese trabajo m¨¢s capilar, y ah¨ª, s¨ª, nuestras dos instituciones creo que han de tener un papel ejemplar de dinamizaci¨®n y de cohesi¨®n.
Zugaza: ¡°Del Prado al Reina o del Reina al Prado, pero es un museo expandido¡±
M. Z. Es que muchas veces los l¨ªmites entre museos se ven como fronteras, y eso es un error. Yo creo que dejamos de cumplir con nuestra misi¨®n si no somos respetuosos con la propia historia del arte, y la historia del arte no tiene l¨ªmites precisos. Es muy bonito recordar c¨®mo, cuando Manolo empez¨® a colgar la colecci¨®n, quiso que el comienzo del discurso remitiese a Goya, lo mismo que El Prado muchas veces quiere llegar a lo contempor¨¢neo.
M. B-V. Siempre hay una continuidad, aunque una continuidad no uniforme¡ porque entonces no ser¨ªa cultura, no ser¨ªa arte. El arte es cuestionamiento, replanteamiento continuo, por tanto, es una continuidad hecha de rupturas y antagonismos.
Borja-Villel: ¡°Para no estar de acuerdo, hay que sentarse a hablar¡±
M. Z. Hay diferencia de escalas, claro. En un museo de arte contempor¨¢neo, como el Reina Sof¨ªa, la escala tiende al 1:1, es decir, a una visi¨®n muy pormenorizada de lo que ha ocurrido en el siglo XX y de lo que ocurre en el siglo XXI. En un museo hist¨®rico, como El Prado, el tiempo establece una escala mucho m¨¢s amplia, y eso tambi¨¦n forma parte de la diversidad de la Historia.
P. Picasso ha entrado en El Prado, con toda la carga simb¨®lica, que eso conlleva... ?Para cu¨¢ndo Goya o Vel¨¢zquez frente al Guernica?
M. Z. Ya se hizo. Cuando se celebr¨® la exposici¨®n Picasso, tradici¨®n y vanguardia se trajo El 3 de mayo de Goya y se trajeron las consecuencias de ese 3 de mayo, que, adem¨¢s del Guernica, eran los cuadros de Manet sobre el fusilamiento de Maximiliano. Esa tensi¨®n entre Goya como heraldo de la visi¨®n contempor¨¢nea y otros artistas fue muy interesante¡
M. B-V. La historia del arte se va reescribiendo continuamente. De hecho, durante todos estos ¨²ltimos a?os, delante del Guernica ten¨ªamos los Desastres de la guerra de Goya. Goya estaba en el Pabell¨®n de la Rep¨²blica¡ La Historia no se hace solo con nombres propios, se hace con ideas y con relaciones. Entender c¨®mo en aquel pabell¨®n se estaba cuestionando el papel del artista en aquellos momentos de conflicto y se estaba planteando qu¨¦ es de verdad lo popular fue muy importante¡ En un museo, lo fundamental es crear modelos que permitan entender mejor de d¨®nde venimos, d¨®nde estamos y a d¨®nde podemos ir.
Dos DNI
Miguel Zugaza (Durango, Bizkaia, 1964) fue nombrado subdirector del Reina Sof¨ªa en 1994 con apenas 30 a?os. Ocup¨® el puesto hasta 1996, a?o en que se convirti¨® en director del Museo de Bellas Artes de Bilbao. En 2002, fue nombrado responsable del Museo del Prado.
Manuel Borja-Villel (Burriana, Castell¨®n, 1957) fue director del museo de la Fundaci¨®n Antoni T¨¤pies de Barcelona desde su inauguraci¨®n en 1990 hasta 1998. Este ¨²ltimo a?o, fue nombrado director del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (MACBA). Asumi¨® la direcci¨®n del Reina Sof¨ªa en 2008.
P. ?Ustedes dos se han sentido siempre apoyados en su labor por los poderes p¨²blicos de este pa¨ªs?
M. Z. He sentido y he sufrido las contingencias de los recortes presupuestarios, y superar ese problema ha sido todo un reto, pero nunca ha habido injerencia pol¨ªtica. Todos los partidos y todos los gobiernos han sido respetuosos con la independencia del Prado a la hora de trabajar.
M. B-V. Ha habido siempre un respeto y un apoyo institucional al Reina Sof¨ªa, y cuando eso no fue posible a nivel de recursos, s¨ª lo fue a nivel de crear una ley que nos permite generar recursos. La historia de este museo es la historia del ¨¦xito de un pa¨ªs. Que en 20 a?os haya habido una colecci¨®n muy importante como la que tiene el Reina, que se hayan hecho exposiciones tambi¨¦n muy importantes y que este museo goce del respeto institucional y del respaldo del p¨²blico¡ yo creo que habla de algo que, en general, ha salido bien para este pa¨ªs.
P. ?Quieren desmentir aqu¨ª esa rumorolog¨ªa nunca demostrada sobre una hipot¨¦tica mala sinton¨ªa entre ustedes, o...?
M. Z. Yo conoc¨ª a Manolo cuando llegu¨¦ a la subdirecci¨®n del Reina Sof¨ªa. Le respeto much¨ªsimo, y qu¨¦ decir de este museo maravilloso en el que dej¨¦ dos a?os muy intensos de mi vida aqu¨ª. Lo quiero much¨ªsimo.
M. B-V. El sentimiento es mutuo, y el ejemplo m¨¢s patente es el de estas tres exposiciones. La relaci¨®n es permanente y no solo eso: s¨¦ que Miguel Zugaza es un visitante asiduo del Reina, como yo lo soy de una pinacoteca maravillosa como El Prado.
M. Z. Manolo dijo una vez una cosa muy acertada: ¡°Miguel y yo casi siempre estamos de acuerdo¡¡±.
M. B-V. ?Excepto cuando no lo estamos! (risas) Pero es que para no estar de acuerdo, hay que sentarse y hablar.
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