Angelina Jolie: un (posible) c¨¢ncer infrecuente; una decisi¨®n correcta
Los tumores hereditarios como el que ten¨ªa riesgo de sufrir la actriz son excepcionales La cirug¨ªa preventiva en los ovarios es la opci¨®n m¨¢s eficaz en estos casos
Angelina Jolie se ha extirpado los ovarios ante el elevado riesgo que ten¨ªa de desarrollar c¨¢ncer, como ha explicado en una carta abierta en The New York Times. Hace dos a?os, eligi¨® el mismo procedimiento para trasladar los motivos que le hab¨ªan llevado a practicarse una doble mastectom¨ªa. Su madre y su t¨ªa hab¨ªan muerto por un tumor (de ovario y pecho, respectivamente) y, al haber heredado la misma mutaci¨®n (en el gen BRCA-1), que predispone a desarrollar una neoplasia en estos ¨®rganos, eligi¨® la alternativa m¨¢s radical (y m¨¢s segura, especialmente en el caso del ovario) para evitar seguir el mismo destino que sus familiares.
El c¨¢ncer hereditario es poco frecuente. En torno al 5% de los 22.000 casos de tumores de mama que se diagnostican al a?o en Espa?a se asocian a este riesgo (alteraciones en el BRCA-1 o BRCA-2), lo mismo sucede con un 10% de los 3.000 tumores de ovario.
Cuando la mutaci¨®n se ha detectado -el indicio son antecedentes familiares claros-? la mejor opci¨®n en el caso del ovario, es la que ha tomado la actriz estadounidense, seg¨²n los especialistas consultados por este diario. En especial si se han superado los 35 o 40 a?os. ¡°La primera opci¨®n que se debe ofrecer a la mujer es operarse¡±, relata Isabel Chirivella, del grupo de c¨¢ncer hereditario de la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica, ¡°sobre todo en el BRCA-1¡±.
Seg¨²n ella misma ha comunicado, Jolie ten¨ªa un riesgo de un 50% de sufrir a lo largo de su vida c¨¢ncer de ovario y un 87% de mama al ser portadora de una mutaci¨®n en el BRCA-1 (otros estudios sit¨²an los porcentajes en el 40% y el 57%). Al tratarse de una probabilidad, no de una certidumbre, una opci¨®n consiste en extremar las medidas de prevenci¨®n para atacar al c¨¢ncer en cuanto asome (si lo hace).
En el caso de la mama, la detecci¨®n precoz es m¨¢s sencilla. El seguimiento mediante resonancia magn¨¦tica permite identificar el tumor en estadios iniciales, y los tratamientos en estas primeras fases son muy eficaces.
No sucede lo mismo con el ovario. La pauta de seguimiento a las pacientes consiste en una ecograf¨ªa transvaginal cada seis meses, que permite visualizar el ¨²tero, los ovarios y las trompas de Falopio, junto al an¨¢lisis de una prote¨ªna que indica el desarrollo de este tipo del tumor (el marcador tumoral CA-125). Pero tanto en uno como en otro caso, cuando el tumor se puede identificar, suele ser demasiado tarde, y el tratamiento de esta neoplasia es de los m¨¢s complejos. ¡°No podemos asegurar que haciendo este seguimiento nos podamos adelantar al tumor¡±, sostiene Chirivella. El consejo es tan v¨¢lido para la mutaci¨®n de Jolie como la segunda m¨¢s frecuente, el BRCA-2 (en este caso, el riesgo de tumor de ovario es del 18%).
Por ello, como apunta Iv¨¢n M¨¢rquez Rodas, responsable de la unidad de consejo gen¨¦tico del hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid, ¡°tarde o temprano, lo mejor que puede hacer la mujer es quitarse los ovarios y la trompa de Falopio¡±, lo que ha hecho la actriz. En estos casos, el riesgo desciende enormemente, aunque siempre queda una posibilidad residual de tener un tumor.
Como el tumor suele aparecer a partir de los 35 o 40 a?os, Chirivella es partidaria de ofrecer esta opci¨®n cuando la mujer ha cumplido con su deseo de tener hijos, si lo tiene. Pero hay otro factor relacionado con la edad. El tratamiento implica una menopausia precoz, con los s¨ªntomas que ello lleva aparejados (sofocos, osteoporosis, sequedad vaginal, riesgo cardiovascular). Hay tratamientos hormonales que compensan todos estos efectos. Jolie, ha anunciado que ella ha optado por ello, basados en estr¨®genos y progesterona. Hay cierta controversia en la comunidad cient¨ªfica por si las hormonas pueden contribuir a la aparici¨®n de tumores (por ejemplo, mama si la mujer no se la ha extirpado). No ser¨ªa perjudicial si se administra a mujeres de menos de 50 a?os y por un plazo relativamente corto de tiempo (unos tres a?os), indica Chirivella.
Jolie se someti¨® hace dos a?os a una doble mastectom¨ªa para evitar el riesgo en la mama. ¡°Es una decisi¨®n que debe decidir cada paciente¡±, apunta Chirivella. La responsable de la unidad de c¨¢ncer gen¨¦tico del hospital Cl¨ªnico de Valencia recuerda que la detecci¨®n precoz en este caso es mucho m¨¢s eficaz, as¨ª como las opciones curativas. Adem¨¢s, aunque pueda parecer lo contrario, es m¨¢s sencilla la extirpaci¨®n del ovario (por laparoscopia, sin cirug¨ªa abierta) que la mama, que suele conllevar la reconstrucci¨®n, y el impacto visual es mayor.
Chirivella recuerda la alarma que despert¨® el caso de Jolie en la sociedad estadounidense, y la tendencia que se extendi¨® de extirpar la mama sana cuando detectaban un tumor unilateral, alentada tambi¨¦n por la naturaleza de un sistema sanitario privado que incentiva los actos m¨¦dicos (a mayor actividad, m¨¢s ingresos). Ante la sospecha de antecedentes familiares, la especialista aconseja acudir a las unidades de consejo gen¨¦tico de la red de hospitales p¨²blicos, para que los especialistas eval¨²en si el tumor tiene un origen hereditario y establecer las opciones a tomar.
En todo caso, el llamado efecto Jolie, tiene tambi¨¦n su parte positiva, como indica Iv¨¢n M¨¢rquez Rodas. ¡°Ha hecho much¨ªsimo por la visibilidad y la normalizaci¨®n de la enfermedad al comunicar con enorme naturalidad los pasos que ha decidido tomar¡±, explica. ¡°Mucho m¨¢s que todos los seminarios que podamos celebrar los especialistas¡±.
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