La segunda vida del LHC

Est¨¢ a punto de entrar en funcionamiento la m¨¢s grande m¨¢quina cient¨ªfica jam¨¢s construida, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC). Se trata de un enorme anillo de vac¨ªo que recorre un t¨²nel de 27 kil¨®metros de circunferencia a unos 100 metros de profundidad en la frontera entre Francia y Suiza dotado de un sistema de aceleraci¨®n de las part¨ªculas. Estas colisionan frontalmente en el centro de gigantescos detectores. Las part¨ªculas que se aceleran y que interaccionan son protones, y la energ¨ªa con que se mueven esos protones es miles de veces superior a la contenida en su propia masa, lo que implica que se mueven pr¨¢cticamente a la velocidad de la luz, por lo que en cada colisi¨®n frontal pueden crearse nuevas part¨ªculas. Y ?para qu¨¦ ese enorme esfuerzo? Pues para nada que pueda satisfacer alguna necesidad material. Solo para ampliar nuestro conocimiento del mundo f¨ªsico en el que habitamos, y del que formamos parte. Es decir, para satisfacer una necesidad imperiosa que nos acompa?a desde nuestra aparici¨®n como especie: la de saber m¨¢s. Por supuesto que los desaf¨ªos tecnol¨®gicos resueltos luego tienen aplicaciones ¨²tiles, pero el objetivo de esta m¨¢quina y otras similares es el puro conocimiento.

El LHC ya funcion¨® en una primera etapa y sirvi¨® para descubrir la existencia de la part¨ªcula de Higgs. Una part¨ªcula que se desintegra en fracciones min¨²sculas de segundo y que, por tanto, no desempe?a ning¨²n papel en nuestra vida cotidiana, pero lo tuvo en los albores de nuestro universo. Una magn¨ªfica demostraci¨®n de la potencia del m¨¦todo cient¨ªfico, esa combinaci¨®n de evidencia emp¨ªrica y razonamiento que nos lleva a penetrar cada vez m¨¢s profundamente en los secretos del Universo.

Ahora, tras dos a?os de trabajos en la m¨¢quina, vuelve a ponerse en marcha dotando del doble de energ¨ªa a las part¨ªculas que se muevan en su interior. Lo que todos los cient¨ªficos desean es que aparezca alg¨²n fen¨®meno nuevo. Que se verifiquen, o se descarten, nuevas hip¨®tesis o nos d¨¦ alguna pista sobre la naturaleza de la materia oscura. O, lo que ser¨ªa mejor, que apareciera algo inesperado que siguiera estimulando nuestra imaginaci¨®n.