Partido a partido

Esta reflexi¨®n ha sido, y es, muy compartida por insignes pensadores y gestores avezados como fruto del esfuerzo continuado en la consecuci¨®n de objetivos. El esp¨ªritu es poner en valor la fortaleza de alcanzar metas mayores mediante el impulso encadenado de logros parciales, haciendo uso de esa comparativa con los triunfos deportivos. Un afamado entrenador de f¨²tbol de la Liga espa?ola ha sido el art¨ªfice de tan gloriosa frase apoy¨¢ndose en una afici¨®n entregada a sus valiosas artes de sacrificio en sus compromisos semanales. Despu¨¦s de cosechar grandes ¨¦xitos en estos m¨¢s de tres a?os de andadura, ha llegado el momento de culminar ese esfuerzo diario en un nuevo periodo en el que ha conseguido un jugoso contrato con muchos ceros netos por temporada. Y ser¨ªan muchos m¨¢s ceros con impuestos incluidos hasta 2020; una cantidad indecente que probablemente no llegar¨¢n a ganar en toda su vida la suma de todos los abonados del club. ?Por qu¨¦ no equiparar el discurso del esfuerzo semanal con las acciones contractuales, e ir renovando a medida que se obtengan los premios correspondientes?

En el fondo, la naturaleza humana es presa de garantizarse el futuro antes o despu¨¦s, alej¨¢ndose de conjeturas iniciales. La cultura del esfuerzo acaba sucumbiendo al vil metal.¡ª Juan Juli¨¢n Garc¨ªa G¨®mez.