Manifiesto

¡°Habiendo vivido, los muertos nunca pueden ser inertes¡±, dice John Berger en sus Doce tesis sobre la econom¨ªa de los muertos. Ser¨ªa terrible que los vivos lo fuesen: inertes. Colectivamente inertes. Hay un acuerdo secreto entre generaciones que a veces la pol¨ªtica de lo inerte ha intentado destruir. Mantener el activismo de las conciencias, la sagrada rebeld¨ªa, contra la injusticia y la impiedad. En la tragedia de la aeronave en los Alpes, es fundamental saber qu¨¦ ha funcionado mal, aunque haya escondrijos de la verdad que resultan inaccesibles, m¨¢s all¨¢ del registro de una respiraci¨®n en la caja negra. Hay estados de excepci¨®n, de decepci¨®n y de desolaci¨®n que impactan a la vez en escenarios como este. Hay tragedias que se complicaron, con sombras mal curadas, por culpa de la pol¨ªtica inerte, como la del Metrovalencia (2006) o la del tren Alvia en Santiago (2013). El estado de consolaci¨®n solo puede abrirse paso si se activa ese acuerdo entre generaciones, como parece estar ocurriendo en los Alpes del Sur. La solidaridad vecinal, la entrega de los servicios de rescate, la eficacia de la Administraci¨®n francesa, la transparencia informativa en la investigaci¨®n del fiscal de Marsella. De imponerse el desmontaje de lo p¨²blico, podemos imaginar cat¨¢strofes que vayan m¨¢s all¨¢ de la cat¨¢strofe. Mandatarios inertes aparentando gobernar pueblos inertes. Sociedades desamparadas y envilecidas por la desigualdad en Estados desguazados y corrompidos. Lo p¨²blico ha funcionado cuando no ha traicionado el acuerdo secreto entre generaciones. Pero hay a quienes s¨®lo parece interesarles el Estado como c¨ªclope con ojo pan¨®ptico para la intimidaci¨®n social. El modelo suicida de precarizaci¨®n total, envuelto eso s¨ª en un fanatismo tecnol¨®gico a lo Marinetti, el poeta que grit¨® ¡°?La guerra es bella!¡±, es lo que amenaza la seguridad, la libertad... Y la vida.