Espionaje entre amigos
La hipocres¨ªa permite muchas cosas, pero no se perdona la destrucci¨®n por medios il¨ªcitos de la tarea diplom¨¢tica de a?os
Las democracias no hacen la guerra entre ellas. Pero que no guerreen no significa que no se esp¨ªen. Las democracias se esp¨ªan unas a otras, aunque normalmente adornan estas actividades de la m¨¢s exquisita hipocres¨ªa. Uno de los servicios que rindi¨® el exesp¨ªa Edward Snowden fue explicarnos que Estados Unidos se dedicaba no tan solo a espiar a los pa¨ªses amigos y aliados, sino a pinchar los tel¨¦fonos m¨®viles de mandatarios como Angela Merkel.
Probablemente no faltan los motivos para espiarse. Econ¨®micos sobre todo. Y tambi¨¦n diplom¨¢ticos. Hace pocos meses hubo una crisis seria entre la Casa Blanca y la Canciller¨ªa de Berl¨ªn, con expulsi¨®n incluida del jefe de los esp¨ªas estadounidenses en Alemania. Nos enteramos adem¨¢s de que los esp¨ªas germanos no iban a quedarse quietos a partir de ahora.
Ahora ha vuelto a producir otra crisis de espionaje entre dos amigos y aliados como Israel y EE?UU, pa¨ªs que asume en esta ocasi¨®n el papel de v¨ªctima en homenaje a la palmaria evidencia de que el mundo ha cambiado y que aqu¨ª ya no hay quien mande ni imponga su voluntad sobre los otros.
El caso israel¨ª tiene antecedentes. El m¨¢s conocido es el de Jonathan Pollard, un analista de inteligencia militar detenido en 1985, que cumple todav¨ªa cadena perpetua por espiar en favor de Israel. Si juzg¨¢ramos el comportamiento de algunos pol¨ªticos de ambos pa¨ªses, se dir¨ªa que Israel es un Estado m¨¢s de la Uni¨®n. Bibi Netanyahu lo ha demostrado en su reciente y victoriosa campa?a electoral, en la que aparec¨ªa enfrentado con Obama m¨¢s que con Isaac Herzog, que le disputaba el t¨ªtulo.
Esto es espuma. Debajo est¨¢ la realidad que Snowden revel¨® en un documento, donde se describen tres c¨ªrculos en el espionaje entre aliados: el de m¨¢xima confianza, en el que est¨¢ Reino Unido, pero no Alemania ¡ªy de ah¨ª el disgusto de Merkel¡ª; un segundo, en el que est¨¢n casi todos los pa¨ªses de la OTAN, pero no Israel, y un tercero de aliados de m¨¢xima desconfianza, del que Israel es el m¨¢s destacado, hasta el punto de que es el pa¨ªs que esp¨ªa m¨¢s agresivamente a Washington, seg¨²n el diario conservador The Wall Street Journal.
En esta nueva crisis, Washington cree que Jerusal¨¦n ha ido demasiado lejos. No se ha espiado meramente para obtener informaci¨®n, sino para hacer saltar por los aires las conversaciones nucleares del grupo llamado P5+1 (los cinco pa¨ªses con asiento permanente en el Consejo de Seguridad m¨¢s Alemania) con Ir¨¢n. Lo que m¨¢s ha molestado a Obama es que se haya espiado para el Congreso republicano con el objetivo de hacer descarrilar las negociaciones. La hipocres¨ªa permite muchas cosas, pero no se perdona la destrucci¨®n por medios il¨ªcitos de la tarea diplom¨¢tica de meses y a?os. No es extra?o que las relaciones entre Israel y EE?UU se hallen en su punto m¨¢s bajo desde al menos 1991.
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