Las dos caras de las redes en Rep¨²blica Centroafricana
Uno de los pocos blogueros del pa¨ªs, Johnny Vianney Bissakonou, considerado por RSF uno de los 100 h¨¦roes de la informaci¨®n de 2014, explica la situaci¨®n
La ¨²ltima escalada de la violencia en la Rep¨²blica Centroafricana ha provocado el desplazamiento, en poco m¨¢s de un a?o, de una cuarta parte de la poblaci¨®n y ha provocado un n¨²mero incierto de muertos, que supera al menos los 5.000, en los enfrentamientos entre las diferentes milicias que han sumergido al pa¨ªs en el caos. Estos son algunos de los estragos m¨¢s dram¨¢ticos del conflicto, pero no los ¨²nicos. El pa¨ªs est¨¢, pr¨¢cticamente, hu¨¦rfano de blogueros, de twitteros, de ciberactivistas y de un ecosistema digital en general.
Puede parecer superficial mirar hacia el entorno online en un escenario de violentos enfrentamientos como el de la Rep¨²blica Centroafricana. Sin embargo, cada d¨ªa aparecen nuevos ejemplos de la capacidad de este mundo digital para la transformaci¨®n de la sociedad, para la construcci¨®n de la paz y la dinamizaci¨®n de los movimientos sociales.
Johnny Vianney Bissakonou es uno de los escasos, muy escasos, blogueros centroafricanos. Actualmente residente en Par¨ªs y colaborador de diferentes medios franceses e internacionales, Bissakonou sufri¨® en primera persona los efectos de la guerra y contin¨²a aferrado a un blog que inici¨® hace ya m¨¢s de cuatro a?os. Ning¨²n otro medio, como su propio relato, podr¨ªa expresar las sensaciones de este periodista cuando decidi¨® abandonar su pa¨ªs natal.
El art¨ªculo de su propia bit¨¢cora en la que relata su experiencia, escrito en enero de 2014, poco despu¨¦s de llegar a Par¨ªs, es el mejor testimonio. Un relato de sus esperanzas cuando escribe: ¡°Al principio de la crisis, me dije: Bangui es el lugar donde las cosas est¨¢n en juego y es all¨ª donde quiero estar, aportar mi modesta contribuci¨®n al edificio y construir una Rep¨²blica Centroafricana pr¨®spera, unida, democr¨¢tica, donde d¨¦ gusto vivir¡±. Pero tambi¨¦n un testimonio de su desenga?o: ¡°Pero me he tengo que rendir a la evidencia, en Bangui vivo como un fantasma. Huyo, me escondo. Bangui, mi ciudad natal, se ha convertido en un cementerio¡ Asisto impotente al exterminio de mi pueblo. Lo he vividos en mis propias carnes, mi hermano menos fue asesinado por la Seleka, mientras dorm¨ªa en su habitaci¨®n¡±. Y un testimonio del riesgo que corr¨ªa: ¡°Estoy entre las personas que critican la Seleka. Me han dicho que mi nombre figura en una lista negra. Bangui se ha convertido en un lugar demasiado peligroso para m¨ª. Con la situaci¨®n de caos que se ha establecido, ser¨ªa tan f¨¢cil que se produjese un accidente¡¡±.
En esa situaci¨®n, Bissakonou se aferr¨® a su blog, el de la red Mondoblog, impulsada por la cadena francesa Radio France International (RFI). Su bit¨¢cora fue una especie de seguro de vida, ya que fue la cadena gala la que le ayud¨® a conseguir los permisos del Gobierno franc¨¦s para abandonar su pa¨ªs y el pasaje para llegar de Camer¨²n a Par¨ªs. Pero tambi¨¦n ha sido su pasi¨®n. El periodista centroafricano fue seleccionado en 2010 en la primera edici¨®n de la campa?a de RFI para tejer una red de blogueros por todo el mundo. Hab¨ªa empezado poco antes en el mundo bloguero publicando sus reflexiones en verso. Y su compromiso le llev¨® a formar parte en 2014 de la lista de los cien h¨¦roes de la informaci¨®n, seg¨²n la organizaci¨®n Reporteros Sin Fronteras.
Hoy Bissakonou mantiene su compromiso con los medios digitales. Para ¨¦l su blog es un espacio de libertad en el que ¡°no est¨¢s sometido a ninguna l¨ªnea editorial¡±, a diferencia de lo que ocurre en los medio convencionales. Durante su ¨²ltima ¨¦poca en la Rep¨²blica Centroafricana, el periodista combinaba sus post con su responsabilidad en una de las emisiones m¨¢s populares de la radio Ndeke-Luka (que significa, en una contracci¨®n del sango y el ingl¨¦s, algo as¨ª como p¨¢jaro de la suerte) que forma parte del complejo de radios promocionadas por la Fondation Hirondelle y desde las que denunciaba los atropellos de las milicias en la Rep¨²blica Centroafricana. ¡°En la radio, o en cualquier otro medio, las decisiones de los temas se toman en una reuni¨®n de redacci¨®n, en un blog, t¨² eliges sobre qu¨¦ hablas y c¨®mo¡±, explica el periodista y bloguero. ¡°En una ocasi¨®n¡±, recuerda Bissakonou divertido, ¡°propuse un debate sobre la homofobia, pero se impuso la opini¨®n de que no ten¨ªa sentido discutir sobre la homosexualidad, porque no hab¨ªa desacuerdo posible y publiqu¨¦ un post titulado Son periodistas y hom¨®fobos explicando esa discusi¨®n¡±.
Este bloguero, representante de un colectivo muy minoritario en su pa¨ªs de origen, reconoce que el ecosistema digital en la Rep¨²blica Centroafricana es exiguo y que se limita al uso de Facebook como una herramienta de comunicaci¨®n entre las familias que se han visto dispersadas por el conflicto. ¡°En realidad no se puede hablar de iniciativas organizadas de uso de las TIC para la construcci¨®n de la paz¡±, se lamenta este periodista. Aunque cita algunos usuarios de la red social m¨¢s popular del mundo que mantienen un discurso constructivo y conciliador como los miembros del Collectif 236-Km5 pour la Paix et le D¨¦veloppement, que desde el mismo coraz¨®n de la crisis intentan ¡°luchar contra la estigmatizaci¨®n del Km5 y favorecer la cohesi¨®n social entre la poblaci¨®n¡± de este barrio que se ha convertido en el s¨ªmbolo del punto m¨¢s caliente del conflicto centroafricano.
En cuanto a la comunidad de blogueros, que en otros pa¨ªses africanos, se han convertido en los principales dinamizadores de este ecosistema digital, Bissakonou apenas puede citar un pu?ado de autores y, la mayor parte de ellos, dispersos entre Camer¨²n y Chad. ¡°Hace un tiempo intent¨¦ crear una asociaci¨®n de blogueros centroafricanos, pero casi todos hemos salido del pa¨ªs y se hac¨ªa una tarea muy complicada¡±, explica el periodista centroafricano que ofrece una explicaci¨®n lac¨®nica para esta orfandad: ¡°Hemos estado demasiado ocupados en refugiarnos y protegernos como para poder organizarnos¡±.
Esta es una guerra impuesta a los centroafricanos. Muchas veces nos encontramos pregunt¨¢ndonos por qu¨¦ nos estamos peleando entre nosotros
Esta suma de elementos, su experiencia y sus convicciones, junto al an¨¢lisis de la realidad hace que Bissakonuo tenga una visi¨®n bipolar del potencial de las TIC. ¡°Cuando estall¨® la ¨²ltima crisis, en diciembre de 2013, nadie se preocupaba por nosotros, nadie hablaba en los medios convencionales de lo que estaba ocurriendo en la Rep¨²blica Centroafricana. Y fue la presi¨®n que se hizo a trav¨¦s de las redes sociales lo que les hizo hablar de nosotros. Hicimos tanto ruido que no tuvieron m¨¢s remedio que empezar a informar sobre el conflicto. Ahora, esa capacidad, que era buena, se ha convertido en un riesgo¡±, advierte el periodista. Asegura que la polarizaci¨®n que ha generado la crisis en algunos sectores sociales se ha trasladado al mundo digital. ¡°Los usuarios de las redes sociales no necesariamente tienen formaci¨®n ni observan la ¨¦tica period¨ªstica, as¨ª que queriendo o no, a veces difunden informaciones exageradas y falsas o usan fotograf¨ªas que no respetan para nada a las v¨ªctimas¡±, se lamenta el bloguero.
Bissakonou explica c¨®mo, en ocasiones, a trav¨¦s de Facebook, por ejemplo, se exacerban los ¨¢nimos y se alimenta el sentimiento de venganza. En esta din¨¢mica, el escenario recuerda a la Costa de Marfil de la crisis postelectoral de 2010 y, salvando todas las distancias, remite al funcionamiento de los medios del odio en la Ruanda anterior al genocidio. ¡°Me veo obligado a denunciar eso, cuando me encuentro con estas discusiones que se basan en informaciones falsas yo les digo: ¡®?No te das cuenta de que estas echando aceite al fuego? No est¨¢s ayudando a la reconciliaci¨®n¡±, explica. La conclusi¨®n, para este bloguero y periodista, es sencilla: ¡°No se puede ignorar el poder que los activistas pueden tener usando las redes sociales. Pero entre esos activistas hay defensores de los derechos humanos y tambi¨¦n partidarios radicalizados de unos u otros¡±.
En todo caso, Johnny Vianney Bissakonou demuestra, con su confianza en el blog y su activa presencia en Facebook y Twitter, su sentencia: ¡°Las redes sociales son una herramienta pr¨¢ctica para romper estereotipos¡±. Y se refiere, por ejemplo, al que hace la descripci¨®n m¨¢s burda del conflicto en la Rep¨²blica Centroafricana: ¡°Se empe?an en decir que es una guerra entre cristianos y musulmanes. Repiten una y otra vez que es una guerra religiosa y de tanto repetirlo han conseguido que hasta una parte de la sociedad se lo crea, pero lo hacen para crear odios¡±. El periodista desacredita ese torpe argumento con un repaso a la historia reciente del pa¨ªs, en el que cita las relaciones con la antigua potencia colonizadora, Francia; los intereses de los pa¨ªses vecinos, como Chad; la explotaci¨®n de los recursos naturales, que van desde los diamantes hasta el uranio, pasando por el petr¨®leo; las nimias estructuras del Estado que tradicionalmente ha tenido el pa¨ªs; y, evidentemente, las luchas de poder internas.
¡°Es una guerra impuesta a los centroafricanos¡±, concluye el bloguero y periodista, ¡°y muchas veces nos encontramos pregunt¨¢ndonos por qu¨¦ nos estamos peleando entre nosotros. Han instrumentalizado una crisis pol¨ªtica, para hacerla pasar por un conflicto religioso y lo que deber¨ªamos preguntarnos es qui¨¦n arma a las milicias, qui¨¦n las financia y las empuja a tener el pa¨ªs en el caos¡±. A pesar de todo, a pesar del exilio y del escenario centroafricano que conoce perfectamente, Bissakonou mantiene la esperanza: ¡°Habr¨¢ una soluci¨®n, pero pasa por cumplir el mandato de las Naciones Unidas y conseguir el desarme de todas las milicias, sin condiciones¡±.
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