El ¡®misterio¡¯ de la Dama Roja

La cueva de El Mir¨®n, situada en la zona arqueol¨®gica de Ramales (Cantabria), contin¨²a proporcionando atractivas inc¨®gnitas sobre nuestros ancestros m¨¢s remotos. Los restos de arte parietal descubiertos en 1996, con grabados aparentemente no figurativos, pero en los que los investigadores han visto por lo menos un caballo y un bisonte, han dado material abundante para las publicaciones arqueol¨®gicas. Ahora vuelve a llamar la atenci¨®n porque el equipo de investigaci¨®n que excava en la cueva dar¨¢ los detalles ¡ªen un art¨ªculo que se publicar¨¢ en la revista Journal of Archaeological Science¡ª de uno de sus hallazgos m¨¢s preciados: un enterramiento secundario de la ¨¦poca Magdaleniense.

El enterramiento fue descubierto en 2010 y se denomina ¡°secundario¡± porque los huesos est¨¢n desordenados y fueron llevados all¨ª desde otro lugar. Parece que el cad¨¢ver se descompuso a la intemperie, porque est¨¢n cubiertos de ¨®xido de manganeso. Este tipo de enterramientos era frecuente en el Paleol¨ªtico superior. Pero lo m¨¢s importante de estos huesos es que aparecen cubiertos de ocre rojo, una pintura hecha con ¨®xido de hierro.

Aunque al principio los restos se atribuyeron en algunos medios a un adulto joven y de baja estatura, ahora se presentan como La Dama Roja de El Mir¨®n, en referencia a la Dama Roja de Paviland, encontrada en la pen¨ªnsula de Gover, en Gales, cuyos restos ¨®seos estaban cubiertos con la misma pintura. La Dama Roja de Paviland fue descubierta en 1823 y el suyo se considera el enterramiento m¨¢s antiguo descubierto en Europa Occidental. De ah¨ª su fama, aunque en an¨¢lisis m¨¢s precisos, la dama en cuesti¨®n result¨® ser un var¨®n que, seg¨²n se pudo determinar en 2009, vivi¨® hace 33.000 a?os.

En todo caso, la gracia de la Dama Roja c¨¢ntabra es que ser¨ªa la primera hallada en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. La prueba del carbono 14 data su existencia hace 18.500 a?os. El hallazgo tiene sin duda un gran inter¨¦s cient¨ªfico, pero no es menos meritoria la capacidad que la arqueolog¨ªa tiene para presentar como un gran misterio aquello que ignora, en este caso, qui¨¦n era, qu¨¦ com¨ªa, c¨®mo viv¨ªa, a qu¨¦ se dedicaba la ¡®misteriosa¡¯ dama, suponiendo que tras las pruebas de ADN siga siendo una dama.