El cementerio de los periodistas olvidados
Mi padre y periodista, Jos¨¦ Luis Rold¨¢n (Granada, 1930-Madrid, 2015), perdi¨® hace tiempo su acento andaluz, pero nunca perdi¨® su buen sentido del humor. Hago memoria y siempre le recuerdo viajando. Las pocas an¨¦cdotas que contaba parec¨ªan fabulas o mentirillas, exageraciones de padre a hijo. Solo que ahora descubro con sorpresa en las entra?as de una monta?a de archivos, unas fotos suyas con jefes de Estado, ministros, pol¨ªticos, y tambi¨¦n con alg¨²n que otro futbolista. Dada su humildad, les restaba importancia, no se jactaba de ello. No le gustaba la ¨¦lite, siempre prefiri¨® quedarse en la ¡°base¡±, ayudar, y trabajar para ella. Le gustaba la sombra.
El muy bromista emprendi¨® su ¨²ltimo viaje en v¨ªsperas de su santo y d¨ªa del padre, a pocos d¨ªas de su 85? cumplea?os. No ten¨ªa m¨®vil ni usaba ordenador, y ?c¨®mo iba a ser de otra forma, siendo ¨¦l tan directo y natural? No entend¨ªa de Bluetooth, wifi o de USB. Para su ¨²ltimo viaje decidi¨® viajar ligero, dej¨® su Olivetti y sus bol¨ªgrafos verdes en un rinc¨®n de la habitaci¨®n.
Cierro los ojos y escucho el chic chac de su siempre fiel m¨¢quina de escribir ¡ªdisparando con los ¨ªndices de sus dos manos era el m¨¢s r¨¢pido del Oeste¡ª. Sigo oliendo la tinta de las m¨¢quinas de la agencia, los t¨¦lex, las impresoras¡ Y s¨¦ que, desde all¨ª donde est¨¦, ya estar¨¢ defendiendo los intereses de los periodistas y trabajadores an¨®nimos como ¨¦l, ventilando asuntos de aqu¨ª para all¨¢.
En el cementerio de los periodistas olvidados no hay tesoros de marfil, solo recuerdos difusos de personas amontonados debajo de una pila de sucesos, kil¨®metros de caracteres mezclados en r¨ªos de tinta, sudor y sangre. Por all¨ª va brotando la informaci¨®n sobre el esti¨¦rcol de la sabidur¨ªa que no vemos.
Descansa en paz, pap¨¢.¡ª Guillaume Rold¨¢n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.