La educaci¨®n como herramienta
Es prioritario disminuir la brecha entre alumnos de distintas clases sociales con una ense?anza m¨¢s equitativa
Hace unas cuatro d¨¦cadas, los latinoamericanos estudiaban ocho a?os en promedio. Actualmente pasan 13 a?os en las aulas, lo que da cuenta de que la regi¨®n ha logrado, por ejemplo, universalizar la ense?anza primaria. Los avances se explican, en buena medida, por el aumento sostenido del gasto p¨²blico: Am¨¦rica Latina destina un 5% del PIB en educaci¨®n para sus ciudadanos, bastante cerca del 5,6% de los pa¨ªses de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE). Las buenas cifras globales, sin embargo, esconden desaf¨ªos todav¨ªa bastante profundos. ¡°Existen retos de desigualdad en el acceso y de la calidad en la educaci¨®n secundaria¡±, se?ala ?ngel Melguizo, jefe de la unidad para Am¨¦rica Latina y el Caribe del organismo multilateral.
En Latinoam¨¦rica, nueve de cada 10 ni?os y j¨®venes del 20% m¨¢s rico de la poblaci¨®n accede a la educaci¨®n secundaria, una cifra equivalente a la de los pa¨ªses de la OCDE. Cuando se observa al 20% m¨¢s pobre, sin embargo, las cifras se alejan considerablemente. Apenas seis de cada 10 menores con menores recursos contin¨²an sus estudios, mientras que en los pa¨ªses de la OCDE son ocho de cada 10. En definitiva, el dinero es un factor relevante en Am¨¦rica Latina a la hora de acceder a los estudios, en una proporci¨®n bastante mayor a la del mundo desarrollado.
Las diferencias tambi¨¦n se advierten en la calidad de la ense?anza. De acuerdo a las pruebas PISA, si un alumno de Latinoam¨¦rica y otro de la OCDE estudian la misma cantidad de a?os, el primero aprende menos que el segundo: un equivalente a 2,5 a?os de estudios. ¡°Tambi¨¦n existe un tercer elemento de inequidad, que es la desigualdad en el desempe?o dentro de las escuelas seg¨²n nivel de ingreso de sus padres. Si eres un estudiante del 25% m¨¢s rico, es como si hubieses ido a la escuela dos a?os m¨¢s que el del 25% m¨¢s pobre¡±, se?ala Melguizo. ¡°Por eso hacemos un llamado a los pa¨ªses de Latinoam¨¦rica a seguir invirtiendo en educaci¨®n no s¨®lo por crecimiento econ¨®mico sino tambi¨¦n por una mayor inclusi¨®n social¡±.
Frenazo a los avances
No existe un contexto econ¨®mico especialmente favorable. Si la regi¨®n crec¨ªa en el pasado un 3% o 5% al a?o, en 2014 lo hizo un 1% y este a?o, probablemente, un 2%, a causa de la ca¨ªda de los precios de las materias primas y la desaceleraci¨®n de China. La preocupaci¨®n de organismos como la OCDE es que, como existir¨¢n menos recursos disponibles, los Gobiernos de Latinoam¨¦rica destinen menos dinero a ¨¢reas como la educaci¨®n y la infraestructura ligada a la ense?anza. De esta forma, se producir¨ªa un frenazo a los avances de las ¨²ltimas d¨¦cadas.
Uno de los casos de ¨¦xito es Uruguay: no existe una diferencia importante entre los recursos que se destinan a las escuelas donde asiste alumnado pobre y las de alumnado rico, a diferencia de lo que ocurre en toda Am¨¦rica Latina. En definitiva, el pa¨ªs sudamericano, a trav¨¦s de los libros, material de instrucci¨®n y laboratorios, ha apostado a no reproducir las desigualdades socioecon¨®micas que existen fuera del aula. Rep¨²blica Dominicana tambi¨¦n ha hecho esfuerzos notables. Pese a que el pa¨ªs centroamericano recauda un 15% de PIB, destina cerca de un 5% a educar a sus ni?os y j¨®venes, en un esfuerzo evidente por apostar al futuro. M¨¦xico y Chile, aunque son dos de los pa¨ªses m¨¢s desiguales de Latinoam¨¦rica, han avanzado en la reducci¨®n de esa brecha y demostrado que es posible tener m¨¢s equidad.
¡°La formaci¨®n es un derecho habilitante, que abre la puerta a otros¡±, se?ala un experto de la Unesco
La desigualdad en todos los frentes es uno de los principales problemas de la regi¨®n: ¡°Sigue siendo la m¨¢s desigual de todas¡±, se?ala Jorge Sequeira, director regional de Educaci¨®n de Unesco.
En los pa¨ªses de la OCDE, el 10% m¨¢s rico de la poblaci¨®n gana nueve veces m¨¢s que el 10% m¨¢s pobre. En Estados Unidos, 15 veces m¨¢s. En pa¨ªses como Chile y M¨¦xico, por ejemplo, 30 veces m¨¢s. Por ello, la educaci¨®n aparece como una herramienta clave para luchar contra la inequidad de ingresos y debe fortalecerse desde antes de la primaria: un tercio de los peque?os de Latinoam¨¦rica no accede a las guarder¨ªas, lo que los sit¨²a en desventaja ante la vida educativa. Porque con una mayor formaci¨®n en la ni?ez y adolescencia, equitativa entre todos los sectores socioecon¨®micos, los que tienen menos pueden competir en iguales condiciones para entrar el mercado laboral. ¡°La educaci¨®n es una herramienta de movilizaci¨®n social, porque est¨¢ relacionada con las posibilidades de conseguir un empleo decente y una vida digna¡±, indica Sequeira.
ingresos laborales
De acuerdo a la OCDE, el 40% de las empresas de Am¨¦rica Latina, pese a tener ideas y proyectos, no encuentran al trabajador que necesitan. Esta realidad resulta parad¨®jica en una regi¨®n donde existen 130 millones de trabajadores informales que, en una buena parte, quieren dejar de serlo. ¡°En la medida en que vemos que existen diferencias en el acceso a la educaci¨®n y respecto de la calidad de la ense?anza, porque el nivel socioecon¨®mico sigue importando demasiado, se llega al mercado de trabajo con diferentes oportunidades. La reducci¨®n que vemos en la desigualdad en Am¨¦rica Latina en los ¨²ltimos 10 a 15 a?os pasa por una reducci¨®n de la desigualdad de los ingresos laborales¡±, explica ?ngel Melguizo de la OCDE.
Para Jorge Sequeira, la educaci¨®n no solamente contribuye a llevar una vida digna y encontrar un buen trabajo: ¡°Es tambi¨¦n un derecho habilitante, un derecho que permite ejercer otros derechos. Una persona que no ha sido educada no sabe votar bien, no sabe tomar decisiones informada, porque no tiene informaci¨®n. La educaci¨®n, a su vez, tambi¨¦n trasmite las obligaciones que deben cumplir los ciudadanos¡±, se?ala.
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