Un regreso, dos maletas
"Yo, que tambi¨¦n llegu¨¦ a Alemania con 24 a?os, pretendo dedicar un segundo a la memoria de mi abuelo, que tanto quiso volver. Pero a ¨¦l se le acab¨® el tiempo"
Un regreso, dos maletas
Lo que m¨¢s me gusta de los domingos me hace tambi¨¦n a menudo llorar. Esta vez ha sido Almudena Grandes y su Alemania en dos tiempos (5-4-2015). Yo, que tambi¨¦n llegu¨¦ al pa¨ªs de los trenes e inviernos eternos con 24 a?os, pretendo dedicar un segundo a la memoria de mi abuelo, que tanto quiso volver. Pero a ¨¦l se le acab¨® el tiempo antes de cumplir su sue?o. Por eso, si alg¨²n d¨ªa termino regresando, llevar¨¦ conmigo dos maletas, una con mis cosas y otra con todas las ganas e ilusi¨®n con las que ¨¦l hablaba del reencuentro.
Celia M. Illobre. Bremen
De muelas y plumas
Acabo de leer el art¨ªculo de Javier Mar¨ªas sobre la muela de Cervantes (5-4-2015) y no puedo por menos que estar de acuerdo con ¨¦l. No se puede caer en mayor ridiculez. Algo que creo que solo se explica por la necedad de la se?ora de Aznar y por la habilidad lobbista de los arque¨®logos o forenses o lo que sean, que ahora proponen exhumar a una abuela de Cervantes por lo del ADN y ver qu¨¦ huesecillos son del pobre don Miguel.
En tema de reliquias, lo m¨¢s bonito que he o¨ªdo es que en el convento de la Encarnaci¨®n de Madrid se conserva ¡°una pluma del arc¨¢ngel San Gabriel¡±.
Jos¨¦ Salvador Garc¨ªa.?Reinoso. Madrid
De principio a fin
Sencillamente, sensacional. En primer lugar, el art¨ªculo de Santiago Roncagliolo. La verdad: no se puede describir mejor al obispo Reig Pla (5-4-2015). Impresionan los argumentos dirigidos a Dios. Le sigue Juan Jos¨¦ Mill¨¢s con sus ¡°afiladas¡± interpretaciones. Y por ¨²ltimo, Javier Mar¨ªas, insuperable en sus enjuiciamientos y en su estilo literario. El Pa¨ªs Semanal puede estar orgulloso de contar con estos autores que representan la ¨¦lite de la cultura espa?ola.
Andr¨¦s Mart¨ªn. N¨²remberg (Alemania)
Entrada al infierno
Durante mi infancia en un peque?o pueblo madrile?o, nos dec¨ªan nuestros abuelos que los t¨²neles eran obra del orgullo humano malsano, que los ?inspiraba el demonio (¡), por lo que hab¨ªa que persignarse siempre al entrar en uno. Me encant¨® el reportaje sobre
el nuevo tubo de Londres (29-3-2015). Record¨¦ con nostalgia aquellas historias de encantamientos cuando Mariano de Andr¨¦s, ingeniero que trabaja all¨ª, dice: ¡°Hicimos 14 cruces con las tuneladoras¡¡±. Hacemos, por tanto, lo mismo, aunque ¨¦l construya t¨²neles de miles de metros de longitud y centenas de metros de profundidad P
Luis Fernando Crespo Zorita. Alcal¨¢ de Henares (Madrid)
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