Lo que necesitas es... jugar

Si pudieran pedir un deseo, muchos presidentes de federaciones deportivas firmar¨ªan ahora mismo una final con una asistencia de 12.000 personas ¡ªque adem¨¢s hubieran pagado entre 12 y 30 euros por estar ah¨ª¡ª y varios millones m¨¢s siguiendo onlinelas evoluciones de los deportistas.

Eso es lo que ha sucedido en el madrile?o barrio de Vistalegre, donde el pasado fin de semana miles de asistentes siguieron con atenci¨®n las evoluciones de los finalistas europeos de League of Legends ¡ªLOL para los iniciados¡ª un videojuego que se ha convertido no solo en un fen¨®meno social mundial sino en un elemento de reflexi¨®n para aquellos que buscan una de las piedras filosofales del siglo XXI: conseguir que la gente pague por los contenidos en Internet.

LOL es un programa de estrategia y combate que se juega en Internet y es gratuito, individualmente o por equipos. Y capaz de ser disfrutado junto a personas de todo el mundo, porque el idioma no es un impedimento. Adem¨¢s, un 40% de sus jugadores son mujeres.

Pero lo que marea no es lo que se ve en la pantalla ¡ªque, la verdad, para el espectador lego puede resultar un galimat¨ªas¡ª, sino las cifras que mueve. League of Legends tiene 80 millones de jugadores en todo el mundo (en aumento cada d¨ªa que pasa) y en 2014 alcanz¨® una facturaci¨®n de 1.000 millones de d¨®lares. ?C¨®mo lo hace, si es gratuito? Porque los jugadores realizan micropagos a cambio de peque?as herramientas o trajes para los personajes que utilizan en las partidas. La final mundial de 2014 fue seguida por 32 millones de personas online, m¨¢s por ejemplo, que la poblaci¨®n total de Venezuela.

Hace tiempo que el v¨ªdeo juego super¨® la barrera del entretenimiento juvenil solitario para instalarse en el hecho cultural y fen¨®meno de masas. El considerado producto cultural m¨¢s caro de la historia es un videojuego: Destiny. Basta ver en algunos centros comerciales la lista de diez libros m¨¢s vendidos para encontrar gu¨ªas de Minecraft. Todos se ejecutan online y en com¨²n. Millones de personas no solo juegan sino que adem¨¢s disfrutan viendo c¨®mo otros lo hacen. ?Cultura? ?Deporte? ?Negocio? Mientras los expertos deciden, dej¨¦moslo en ganas de jugar.