?Sue?an los protones con arte?
El CERN es una m¨¢quina de producir novedades, tanto en el ¨¢mbito del conocimiento cient¨ªfico como en el de la producci¨®n human¨ªstica y art¨ªstica
El Gran Colisionador de Hadrones del CERN es un hip¨®dromo salvaje: las part¨ªculas dan la vuelta a esos 27 kil¨®metros 11.000 veces por segundo. Por ello el artista italiano Gianni Motti camin¨® la misma distancia a 5 kil¨®metros por hora, en la performance Higgs, en busca del anti-Motti, porque son distintas las velocidades de la ciencia y del arte, de la t¨¦cnica y del ser humano. Las im¨¢genes comunican angustia. El artista nos da la espalda mientras camina, el casco blanco, todo el peso del acelerador, toda su claustrofobia, presionando esa semiesfera blanca que lo protege simb¨®licamente de las toneladas de imanes y del derrumbe de nuestras certezas.
El core¨®grafo suizo Gilles Jobim tambi¨¦n ha sido becado por el Arts@Cern, que coordina las estancias de artistas en el lugar, para traducir en su propio lenguaje (cuerpos, luz y movimiento) lo que ocurre cada vez que los f¨ªsicos reconstruyen lo que pas¨® en las cercan¨ªas del Big Bang. Quantum, que pudo verse recientemente en el Mercat de les Flors de Barcelona, pone en escena a tres parejas de bailarines bajo el halo macizo de focos industriales. M¨¢s cerca del movimiento cotidiano que de la danza sofisticada, los abrazos de aquellos j¨®venes, sus carreras por el escenario, sorprendentemente susurraban monoton¨ªa.
Pareciera, a juzgar por esas dos obras, que la ¨¦pica y el drama son m¨¢s propios del periodismo cient¨ªfico que del arte que representa la misma investigaci¨®n cu¨¢ntica y extrema. Pero en nuestros d¨ªas es casi imposible identificar tendencias mayoritarias, y entre las decenas de proyectos art¨ªsticos vincu?lados con la Organizaci¨®n Europea para la Energ¨ªa Nuclear encontramos varios que s¨ª son a todas luces espectaculares y dram¨¢ticos. El data artist Ryoji Ikeda, por ejemplo, en Supersymmetry realiza un ejercicio de ciencia-ficci¨®n, llevando el Modelo Est¨¢ndar a donde todav¨ªa el progreso tecnol¨®gico no ha sido capaz de llevarlo e imaginando est¨¦ticamente ese futuro en blanco y negro.
El nombre del programa es Colisiones creativas: Entre las artes y la ciencia. Que el primer t¨¦rmino lo hayan escrito en plural y el segundo en singular, como si ciencia no hubiera m¨¢s que una, est¨¢ en sinton¨ªa con el lema, que es de Einstein: ¡°El conocimiento es limitado, pero la imaginaci¨®n abraza el mundo entero¡±. El CERN, que cuenta ya con m¨¢s de 60 a?os de vida y que fue la primera estaci¨®n espacial, pues aunque est¨¦ en territorio franco-suizo en realidad es una zona internacional, gobernada por los 21 Estados que integran el proyecto, es una m¨¢quina de producir novedades, tanto en el ¨¢mbito del conocimiento cient¨ªfico como en el de la producci¨®n human¨ªstica y art¨ªstica. S¨®lo si se tienden puentes que aceleren las part¨ªcu?las elementales de ambos y las hagan, no solo chocar, sino fecundarse, la herencia de Albert Einstein ¨Cde cuya teor¨ªa de la relatividad se cumplen ahora 100 a?os¨C tendr¨¢ realmente sentido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.