Seis cosas raras que hace tu perro
Cuando le hablo, Matilda, mi perra, ladea la cabeza expresando lo que a m¨ª me parece perplejidad: "?Qu¨¦ diablos quieres contarme ahora?" podr¨ªa querer decir. Movi¨¦ndome por la casa, noto su mirada constante. Me pregunto si pensar¨¢ que por qu¨¦ me seco en¨¦rgicamente con una toalla, me sacudo el pelo o fr¨ªo un huevo. Por mi parte, muchas de las cosas que hace me parecen de extraterrestre. As¨ª que estamos en paz. Pero he preguntado a quienes saben el porqu¨¦ de algunas conductas que me provocan asco, sorpresa o carcajadas.
1. Rascar el suelo como si hubiera oro.A veces Matilda ara?a el parqu¨¦ con las patas delanteras a gran velocidad, como tratando de cavar un agujero. Luego se tumba. "Es como hacerse la cama, pero no est¨¢ muy claro", explica la veterinaria Alicia Gonz¨¢lez, de la Cl¨ªnica Los Molinos de Madrid. La conducta, aseguran los expertos, se remonta a las ¨¦pocas en que los perros no conviv¨ªan con los humanos y era una forma de crear un nido, un lugar confortable para tumbarse y descansar. En ocasiones tiene que ver con la b¨²squeda de tierra m¨¢s fresca en verano o m¨¢s c¨¢lida en invierno. Mi perra lo hace m¨¢s si est¨¢ algo nerviosa. "Tambi¨¦n podr¨ªa tratarse de un comportamiento-s¨ªntoma de un problema de estr¨¦s (al igual que otros comportamientos obsesivo-compulsivos como dar vueltas sobre s¨ª mismos o aplicarse demasiados lamidos de acicalamiento)", se?ala la veterinaria y especialista en trastornos de conducta Sandra Real.
2. Robar calcetines como si fuesen billetes de 500 euros. En el instante en que me quito los zapatos, Matilda se abalanza sobre mis pies e intenta dejarlos desnudos. Cuando lo consigue, toma en la boca el trofeo y se aleja a toda velocidad entre gemidos. Me parto de risa. "Puede ser que el olor lo haga atrayente y goloso", dice Sandra Real. "Y tambi¨¦n que lo considere un juego. Si la reacci¨®n del due?o es juguetona, persigui¨¦ndole, el perro tendr¨¢ toda su atenci¨®n". Su compa?era Alicia Gonz¨¢lez asegura: "Es por el olor del due?o, y cuanto m¨¢s usados est¨¦n, mejor, porque almacenan m¨¢s". Y menos mal que a Matilda no le da por prendas en contacto directo con otras partes de mi anatom¨ªa. Conozco casos de estrepitosas carreras por toda la casa detr¨¢s de sujetadores car¨ªsimos en las fauces del perro de la casa.
3. Sacudir el mu?eco con mucha, mucha sa?a. Matilda tiene un peluche, un perrito blando al que hay que meter con frecuencia en la lavadora para que recupere su color blanco, de tantos chupeteos y traslados que sobrelleva. A veces, lo toma en las fauces y lo sacude horizontalmente con much¨ªsima fuerza. "Lo que hacen es cazarlo y desnucarlo. Es una manera de matar a la presa", explica la veterinaria Gonz¨¢lez, "se trata de puro instinto". Cuando los perros viv¨ªan en la naturaleza, su supervivencia depend¨ªa de su capacidad para cazar y matar peque?os animales. "S¨ª, lo persiguen, lo cazan y lo sacuden para matarlo", ratifica la educadora Sandra Real, "es un comportamiento instintivo".
4. Revolcarse en el barro o en la hierba. Una de las veces que ha nevado este a?o, Matilda se volvi¨® loca retorciendo el lomo sobre la superficie blanca que quedaba en una de las esquinas del parque. A veces, olfatea un manojo de hierba, en una localizaci¨®n muy precisa, y se tumba haciendo la croqueta, refrot¨¢ndose. "Son hijos de la naturaleza, viven vinculados con el entorno", dice Real, "es como si buscasen la humedad, el olor de la tierra, e impregnarse de ella. En ocasiones no s¨®lo de la tierra si no de otros restos que hay en ella... Claramente les encanta"- "Les gusta oler a campo", asegura por su parte Gonz¨¢lez, "quieren coger los olores y mimetizarse con el medio". Lo que odian es el ba?o y el perfume, por ejemplo, el que nos ponemos nosotros. "Para ellos es una agresi¨®n clar¨ªsima".
5. Amar a los ¨¢rboles (y a los pises) com a s¨ª mismos. Mikel L¨®pez Iturriaga, El Comidista, contaba en este blog la fascinaci¨®n de su perra por el infame hedor de las esquinas m¨¢s meadas y los contenedores m¨¢s atufantes. Cualquier ser humano que haya paseado con un can m¨¢s de 15 minutos se pregunta el por qu¨¦ de esa atracci¨®n irresistible por chirimbolos pegajosos, rincones sospechosamente amarillentos y ¨¢rboles ennegrecidos por los ori nes. "Los perros ven por la nariz", explica la veterinaria Alicia Gonz¨¢lez. "De la orina extraen informaci¨®n, saben si el perro que ha mojado ese sitio es macho o hembra, si est¨¢ en celo o no...", comenta Real. "Los machos sobre todo son muy concienzudos con los pises de las hembras".
6. Relamerse por razones vomitivas. Ha ocurrido pocas veces, un par de ellas, pero cuando Matilda regresa de una incursi¨®n por el parque en libertad relami¨¦ndose ostent¨®reamente me pongo en lo peor. Acercar la nariz al morro puede provocarte una arcada gigante que solo desaparecer¨¢ cuando se le lave bien las barbas y los morros y sus fauces hayan sido ba?adas en clorhexidina. "Les encanta comer deshechos humanos, porque tienen muchos nutrientes que excretamos. Nuestra dieta es muy rica en prote¨ªnas. Comemos demasiado", dice la vererinaria Alicia Gonz¨¢lez. Y hay otras razones: "Los primeros perros salvajes se acercaron a los poblados y las aldeas y se alimentaban de los restos de esas comunidades, incluidas heces humanas. Sonmecanismos de supervivenciade sus ancestros, informaci¨®n que ha pasado de generaci¨®na generaci¨®n, para ellos son ricos en alimentos, en grasas y prote¨ªnas", subraya Sandra Real. "Adem¨¢s disciernen perfectamente entre las heces humanas y las caninas". El lector se preguntar¨¢, ?se comen las suyas?. "Lo hacen por limpieza", contesta Mesa, "sobre todo las hembras, que son casi todas las que lo hacen, un 90%, son m¨¢s limpias. Se trata de un comportamiento gen¨¦tico".
Y tu perro, ?que cosas hace que te dejan boquiabierto?
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