Afeitado
Parece que este Gobierno espera que usted cuadre las patas delanteras y abra la paletilla para meterle la espada
Dentro de unos d¨ªas empieza la Feria de San Isidro en Madrid y en las Ventas la fiesta en plena decadencia seguir¨¢ agonizando en consonancia con los 100 toros que ser¨¢n pasados a cuchillo. Solo hay una forma de salvar este tinglado de la ruina: que el traje de luces lleve publicidad como el de los ciclistas y los toros salgan a la arena cubiertos de pegatinas del Partido Popular. Pese a su inexorable agon¨ªa, la corrida de toros a¨²n sirve de met¨¢fora pol¨ªtica para cuanto sucede en este pa¨ªs fuera de la plaza. El toro es un animal perdedor, manipulado desde que nace, solo en apariencia mimado mientras crece en la dehesa, sometido a m¨²ltiples agravios antes de meterlo en corrales para la lidia. Puede que la pr¨¢ctica siniestra de afeitarles los cuernos y desplomarles sacos terreros sobre los ri?ones haya sido sustituida por una ingenier¨ªa gen¨¦tica, igualmente degradante, con que se fabrican reses a la carta para los diestros que mandan. El afeitado tambi¨¦n se produce sobre el ciudadano. Durante el franquismo se hac¨ªa con serrucho, sin miramientos, pero en plena democracia el Gobierno del Partido Popular le considera a usted un astado y el afeitado lo realiza de un modo m¨¢s sutil con la ley mordaza, con la de seguridad ciudadana, con la amenaza de cercenar el derecho de informaci¨®n con multas a la prensa que revele secretos del sumario. La suerte de varas y las banderillas corren a cargo de la Agencia Tributaria, los quites los realizan los pol¨ªticos del partido sin descomponer la figura para librar de la c¨¢rcel a los propios imputados. Hace tiempo que los recortes, como sacos terreros, caen sobre los ri?ones del ciudadano desde una altura considerable para convertirlo en un ser manipulable despu¨¦s de haberlo castigado. Parece que este Gobierno espera que usted cuadre las patas delanteras y abra la paletilla para meterle la espada.
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